Durante toda tu vida, independientemente de la situación que hayas atravesado, pierdes pedazos de ti mismo que nunca imaginaste que se irían. Los errores que cometes, las personas que pierdes, los daños y heridas que te han causado. Nuestro corazón está en constate guerra con nuestros sentimientos y pensamientos, experimentando dolorosas emociones o nuevas y hermosas sensaciones. Casi todo lo que nos sucede, sea bueno o malo, no podemos evitarlo al cien por ciento, está destinado a ocurrir para forjar a la persona que serás hoy en día. Porque siempre estamos en constate cambio, ya no eres la persona eras hace un tiempo y no serás la misma en el futuro.
Entonces, un día sin darte cuenta, esas piezas rotas en tu interior regresan a ti. Encuentras la luz al final del túnel que anhelabas alcanzar. Entiendes que sin importar el infierno que atravieses, mejores días y personas llegarán. Nada es para siempre, ni la tristeza ni la felicidad. Ahí está el equilibrio de la vida, ahí es donde aprenderemos de nuestras experiencias.
Y para Harry esa luz fue una chica sencilla, amable, hermosa y de enorme corazón, que entró una noche a su tienda de tatuajes por una idea alocada de su mejor amiga. Sin imaginarse que sería ella quien lo ayudaría a seguir adelante, a saber lo que era por primera vez enamorarse y que alguien esté siempre tendiéndote una mano para apoyarse, un hombro para llorar, una risa para compartir, una charla para abrir tus sentimientos y pensamientos reprimidos, a volver a sentir felicidad plena, a ser tú mismo en su máxima expresión.
Addy y Harry sabía que se habían encontrado cuando sus almas se reconocieron, supieron que era amor verdadero cuando siempre se sentían en el lugar correcto al tiempo indicado. Cuando todas su preguntas y preocupaciones desaparecieron, con solo mirarse a los ojos encontraban la paz y seguridad que tanto necesitaban.
—¿Estás lista? —preguntó Harry con una sonrisa al mismo que se había puesto sus guantes y acomodaba sus materiales de tatuar.
Addy asintió nerviosa y emocionada, yendo a sentarse en la camilla frente a su novio de hermosas estrellas brillantes como ojos. La tienda estaba cerrada, era domingo por la noche, solo eran ambos en el local.
—¿En dónde decidiste que quieres el tatuaje por fin? —inquirió Harry, la chica de ojos azul verdosos no le había dicho aún el lugar específico en donde quería el dibujo hecho con tinta permanente.
Entonces Addy sonrió con labios sellados, tensando sus enormes cachetes rosados provocando prominentes líneas en sus mejillas que Harry adoraba. Sus manos se despojaron de su abrigo negro y luego lentamente sus dedos con manicura amarilla (igual a las de Harry ya que ambos se habían pintado las uñas juntos el día anterior) bajaron al dobladillo de su camiseta color lila estampada con el póster de un filme que le gustaba.
Harry entornó los ojos y masticó con lentitud la goma de mascar en su boca, al ver el torso desnudo de Addy y sus pálidos y lindos senos al aire que eran arte para él. La castaña sonrió con picardía y acomodó su cabello hacia atrás.
—¿No es un poco atrevido de su parte, querida clienta? —Harry pronunció las palabras con seductora lentitud, bromeando con su chica.
—¿Y cómo hago si deseo mi tatuaje entre mis pechos, querido tatuador?
Harry llevó su lengua a un costado de su boca y soltó una risita.
—Acuéstate, amor.
Addy se recostó en la camilla, sumamente ansiosa y contenta por su primer tatuaje. No sabía que le había tomado tanto tiempo en hacerse uno, más cuando su amigo Zayn y su novio Harry eran dueños de una tienda y literalmente pasaba muchas tardes ahí desde que los conoció. Había buscado por internet ideas sobre lo que podría tatuarse, Harry le había dicho no que tenía que ser algo simbólico necesariamente, podría ser algo que le gustase y listo. Entonces encontró un diseño que realmente le gustó y se lo envío el rizado.
ESTÁS LEYENDO
skin [h.s]
FanfictionCuando Addy conoció a Harry en aquella tienda de tatuajes, se encontró fascinada por el arte en su cuerpo y no imaginó los secretos ni el dolor que escondía bajo su hermosa piel llena de tinta. Un agobiado y desesperanzado Harry no se esperó que alg...