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Harry

No había podido pegar un ojo anoche, si dormí cuatro horas fue demasiado. Había tenido nuevamente otra parálisis del sueño por todo el estrés, los nervios y el descontrol de mis horas de dormir que tenía desde hace dos días. Todo el asunto de mi supuesto papá y Nathan me estaba comiendo vivo.

Nathan ahora sabía sobre Addy, sabía que era hermana de Charlie, sabía que estaba en una relación conmigo. Y eso no era bueno, nada absolutamente nada bueno. No confiaba en él y en sus rencores, su maldad y la sed de venganza que nunca saciaba cuando alguien lo traicionaba.

Aún estaba de los nervios, alerta, preocupado, sobre todo porque Adeline no era tonta y se había dado cuenta de que algo pasaba. Ayer en la tienda después de el encuentro con Nathan -que no tuvo que haber ocurrido, maldición- obviamente hizo preguntas. Logré moldearlas, responder con otras cosas hasta el punto que pude cambiar de tema y ella no cuestionó más la situación.

Esto se estaba saliendo de las manos, y la mentira cada vez se hacía más grande. Todo el mundo sabe qué ocurre con eso. Las cosas tarde o temprano salen a la luz, nada termina bien.

Sobre todo cuando Nathan me había amenazado en contarle la verdad a Adeline si no seguía "trabajando" para él. El muy hijo de puta había encontrado otra cosa para mantenerme en ese infierno. No sabía si lo hacía por venganza o porque me odiaba. Suponía que ambas cosas.

Entonces decidí que le iba a contar a Addy todo, poco a poco, pronto. Solo necesitaba organizar mi mente y ver cómo carajos se lo diría. No era fácil, no solo me involucraba a mi sino a su hermano. Y por lo que me ha contado, tenía una muy buena relación con él. Por más que yo odiara a Charlie, no podía hacer que ella cambiara su manera de verlo a él. Era su familia, no podía hacerle eso.

Dios, tú el tipo allá arriba, si es que me estás escuchando, iluminame porque no sé que mierda hacer. ¿O es que acaso te caigo mal y me estás ignorando?

Ya no era mi secreto, ahora lo sabía alguien más que no le importaba hundirme. En ese caso, prefiero que si Addy se llega a alejar de mi, sea por mi propia boca, no porque alguien más se lo había contado. Eso sería hacerle más daño del que le estoy haciendo.

Odiaba las mentiras, más cuando cada vez se acumulaban, como una avalancha, lo pequeño se hacía grande y en algún momento las cosas podrían salir mal, arrasando repentinamente con todo. Era horrible la sensación de miedo constante y culpa cuando ocultas algo a alguien que lo único que merece es sinceridad y honestidad.

Entré a la cocina por algo de café, honestamente no tenía hambre. Mi ansiedad y preocupación solo pedían café y cigarros, nada más. Me encontré a Zayn terminando su desayuno.

—Tienes unas ojeras horribles —fue lo primero que dijo mi amigo al verme.

—Lo sé, gracias.

Comencé a preparar el café y escuché a Zayn soltar un suspiro.

—¿Es por lo de que Nathan ahora sabe sobre Addy, no?

—Sí, no he podido dormir pensando en eso —Le había contado aquello a Zayn ayer por la noche, más no lo de mi papá. Aún no sabía cómo lidiar con eso, y si no lo volvía a ver, voy a pretender que nunca me lo encontré en primer lugar. No valía la pena.

También ayer por la noche le había entregado el dinero a Zayn que me prestó de sus ahorros para completar lo que le debía a Nathan. Él me preguntó de dónde demonios lo había sacado, le dije que había vendido unas cosas de mi habitación que no utilizaba. Cosa que no me creyó, aunque era en parte cierta, el resto había sido lo que me había estado ganando por las entregas. Zayn no quería aceptarlo pero tuve que rogarle que lo hiciera, sin hacer más preguntas. Era mi amigo y no podía deberle nada cuando me había ayudado desde el primer día, aunque nunca me haya cobrado nada.

skin [h.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora