Harry
En el momento que estacioné frente al moderno y alto edificio recidencial que indicaba la dirección de Billy en el GPS, me arrepentí. ¿Estaba haciendo lo correcto en venir aquí? Miré la bonita y nueva infraestructura por lo que parecieron horas, incapaz de moverme y ahora nuevamente indeciso.
—¿Estás bien? —Addy a mi lado preguntó analizando mi rostro, probablemente notando mi entrecejo fruncido y mi nerviosismo.
—No sé si es una buena idea —respondí con las manos aún en el volante.
—¿Quieres irte? —inquirió comprensivamente. No respondí, porque tampoco sabía si quería irme, mi cabeza era un lío— No es obligatorio que entremos, Harry, lo sabes. Estamos a tiempo de irnos si eso quieres, ¿Igual no le avisaste que vendrías, cierto?
Negué, no le había llamado o escrito a Billy para confirmar. Preferí simplemente aparecerme.
—Tengo miedo, siento que esto va a ser la mierda más incómoda del mundo. ¿Sentarnos a comer con gente que no conozco probablemente queriendo saber de mi vida?
—Pero no estás solo, estoy aquí —ella estiró su mano y la posó sobre mi pierna— Pero si quieres irte, vámonos. Ya habrá otra ocasión si así lo decides.
Curveé los labios y miré nuevamente el edificio. Solté un largo suspiro y negué.
—Lo haré.
Apagué el auto, desabroché el cinturón y bajé antes de arrepentirme de nuevo. Alcancé la puerta del copiloto y la abrí para Addy. Ella me sonrió y me sostuvo el rostro con sus pequeñas manos.
—Puedes hacerlo, y si se pone incómodo nos vamos. Recuerda que es sobre pasar página y decirle lo que siempre has querido decirle, sacar lo que llevas dentro. Escúchalo, por más imbécil y mal padre que haya sido, todos merecemos ser escuchados. Ya luego todo depende de ti, eres inteligente y sé que esta vez no vas a dejarte llevar por las emociones sino por tu lado racional.
Asentí y me incliné para plantar un beso en los labios de Addy. Le agradecía inmensamente sus palabras y su apoyo. Podía sentir todo mi cuerpo tenso, las emociones malas y buenas haciendo un desastre en mi cabeza y estómago. Pero tenía a mi novia a mi lado y su compañía era lo único que me relajaba en cierta parte.
—Vamos, terminemos con esto.
De la mano caminamos la calle hasta adentramos al edificio, un bonito, limpio y amplio lobby nos recibió. Olía a lavanda y la decoración era moderna. Cerca de los dos grandes ascensores había un portero detrás de un escritorio, mirando hacia un televisor pantalla plana colgado en la pared. Caí en cuenta que ni sabía cuál era el piso o número de apartamento de Billy.
—Umm, buenas tardes —saludé al hombre, que apartó la vista de la televisión para incorporarse y regalarnos una amable sonrisa.
—Buenas tardes, jóvenes. ¿En qué puedo ayudarlos?
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skin [h.s]
FanfictionCuando Addy conoció a Harry en aquella tienda de tatuajes, se encontró fascinada por el arte en su cuerpo y no imaginó los secretos ni el dolor que escondía bajo su hermosa piel llena de tinta. Un agobiado y desesperanzado Harry no se esperó que alg...