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-Dios mío muero de hambre, podría comerme todo el restaurante entero.

Alyssa y yo entramos a un local de comida tailandesa para tener nuestro almuerzo. Ambas habíamos salido de clases al medio día así que la pasé buscando a su universidad para comer juntas. Ya era viernes y me sorprendió lo rápido que se había pasado la semana.

-Yo igual -le respondí-. Mira, esa mesa de dos está perfecta.

Mi mejor amiga y yo llegamos hasta el lugar donde le había señalado y nos sentamos de frente. Había venido como tres veces para acá y la comida era realmente buena. Una suave música tradicional ambientaba el restaurante y se encontraba relativamente lleno pero no tanto.

Una chica como de nuestra edad no tardó en acercarse con dos menús en sus manos y nos saludó con una sonrisa amable.

-Hola, buenas tardes y bienvenidas. ¿Desean tomar su orden ya o les doy unos minutos? -la chica nos miró a ambas con su libreta en manos.

-Yo ya sé que pediré -sonreí-. Arroz Thai frito con pollo, una limonada y...-miré el menú por si había algo nuevo que me llamara la atención-, Poh Pia. Por favor.

-Seguro.

-¿Y tú, Aly? -miré a mi amiga y me encontré con que estaba viendo a la mesera con los labios entre abiertos y el menú en sus manos sin abrir. La chica castaña miró a mi amiga expectante esperando que hablara y le dictará su orden-. Alyssa -la llamé.

-Ah, uh -ella se reincorporó saliendo de su trance y abrió torpemente el menú. Sus ojos recorrieron los nombres de los platos y luego me miró sobre la carta- No lo sé... ¿Qué me recomiendas?

-El arroz jazmín y las brochetas de pollo satay son la especialidad de hoy -habló la mesera. Aly giró a mirarla y asintió con una pequeña sonrisa.

-Suena bien, eso entonces, por favor.

-¿Y de tomar?

-Agua por ahora, y una coca cola con la comida.

-Seguro -la chica sonrió y nos avisó que ya vendría con el agua. Mi amiga la miró hasta que se fue y alcé una ceja algo confundida, estaba actuando extraño.

-Entonces...¿Qué era lo que querías decirme en la semana? -preguntó recargándose hacia atrás en el asiento.

-Oh -abrí mis ojos, recordando que no le había contado del fin de semana-. Le prometí que no le iba a contar a nadie pero es que aún no puedo creerlo.

-¿De qué hablas?

-Es sobre Charlie, me llamó el fin de semana.

-¿Qué? -abrió la boca sorprendida-, no puede ser, ¿Qué te dijo? ¿Se dignó a aparecer después de un año?

-Lo sé, realmente me quedé en shock cuando escuché su voz. Pero no pudimos hablar mucho, él estaba algo ocupado -hice memoria a nuestra conversación-. Me dijo que lo sentía mucho por no haberme contactado, que se siente un hermano terrible pero tenía sus razones. Solo me aseguró que estaba bien, mejor que nunca, que me extrañaba y que por favor no le dijera a nadie que había llamado. Ni a mis amigos, mucho menos a mis padres, a nadie.

-Sigo sin entender porqué tu hermano se fue así -Aly frunció el ceño. Alyssa había compartido en muchas ocasiones con Charlie, ambos se llevaban bien.

-Yo tampoco, y quise preguntarle pero me evadió el tema como siempre. Me prometió que pronto volvería a llamarme -solté un suspiro.

No sabía qué demonios ocurría en la vida de Charlie ahora, lo extrañaba mucho y a la vez sentía resentimiento porque de la noche a la mañana se había largado sin decirme nada y no me contactó después de un año. Solíamos ser tan cercanos y ahora siento que ya no lo conozco.

skin [h.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora