Mi pequeño Bravucón (JiCheol)

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Al día siguiente Jihoon tomó su cosas y salió de su casa.

SeungCheol estaba parado observando hacia la dirección que se encontraba la casa del blanquecino.

Jihoon al verlo sonrió y comenzó a pedalear con más fuerza, haciendo que la bicicleta corriera más rápido. Le indicó a SeungCheol que se subiera y se dirigieron nuevamente al instituto.

Jihoon encadenó la bicicleta y cuándo termino se paró de puntas y revolvió el cabello ajeno — Cheolie hoy también está muy lindo — halagó y lo tomó de la mano para ir hacia su salón.

Las mejillas de SeungCheol se tornaron de un color rojizo, sus orejas comenzaban a pintarse también, parecían contagiarse del leve sonrojo. Llevaba puesto unos pantalones negros ajustados, un gran suéter negro se encontraba encima de su camisa del mismo color, se veía adorable con ese abrigo que le daba hasta las rodillas. Sus zapatos resaltaban al ser de un color negro brillante.

— Cheolie se vistió de negro hoy — Susurro Jihoon para si mismo, le encantaba como el color combinaba perfectamente con su cabello. Dejando solo su carita distintiva.

Al llegar al aula se encontraron con SeungKwan, el chico los saludo con entusiasmo y ellos respondieron de la misma manera.

— Jihoon, ¿que tal si después de la escuela vamos por un helado?
El cuestionado miró a SeungCheol y asintió al ver cómo sus cejas se elevaban, estaba contento.

— Claro, a SeungCheol le encanta el helado — El mayor sonrió satisfecho. Comenzó a sacar sus cosas y sus manos dieron con el paquete de galletas que había metido a su mochila para Jihoon. Lo apretó suavemente en sus manos y mordió nervioso su labio inferior.

— ¿resolviste los ejercicios? — Preguntó SeungKwan, colocando su libreta de matemáticas sobre su escritorio  — El de baja estatura asintió.

Se volvió hacia SeungCheol para pedirle sus cuadernos y revisar las tareas que había hecho en casa, era como una tradición para él, el revisar sus apuntes antes de entregarlo, no quería que los maestros lo mandaran a llamar por un error. Estaba apuntó de pronunciar su nombre cuando de repente una bolsita aterrizó justo frente a su cara.

Jihoon parpadeó un par de veces y preguntó — ¿Para mí? — SeungCheol asintió — Muchas gracias Cheolie, se ven deliciosas — Jihoon tomó la bolsita y la colocó sobre su pupitre — Puedes darme tus apuntes

SeungCheol terminó de sacar sus útiles y le dio los cuadernos a Jihoon para que los revisará, se mantenía sentado con la vista hacia su amigo, sus piernas estaban algo abiertas para una posición más cómoda para el, colocando sus mochila entre sus piernas mientras la sostenía con una de sus manos para que no cayera al suelo. Sus ojos parecían querer penetrar los pensamientos de Jihoon.

El de baja estatura se detuvo un momento, manteniendo la libreta sobre sus manos miró de reojo al mayor, sus ojos volvieron al objeto en sus manos, no resistió más, el mayor seguía observándolo; se estiró un poco para dejar el cuaderno sobre el pupitre del rubio y se volvió hacia las galletas.

Las abrió y llevó una hacia su boca, dándole una mordida — Son muy ricas Cheolie — Dijo después de tragar — Cheolie se esforzó mucho, me hizo muy feliz hoy — Una sonrisa se esbozó y con una mano sobre la cabeza del mayor dándole toques suaves, terminó con la galleta que había mordido.

SeungCheol dio un pequeño saltito en su lugar y se sentó correctamente, dándole la espalda al blanquecino, su mochila sobre su pupitre, se Inclinó y hundió su rostro en ella. Su corazón latía contento.

Así el tiempo transcurrió, tan rápido como los latidos de SeungCheol.

— Jihoonie, iré a la cafetería, ¿gustas que compre algo por ti? — SeungKwan se levantó de su asiento, para ir por su almuerzo. La hora de la comida había comenzado recién.

— Estoy bien, gracias — SeungKwan asintió y salió del aula, antes de que desapareciera el de baja estatura le informó que estaría esperándolo en el patio trasero junto a SeungCheol.

Jihoon extendió una manta color azul de cuadros, colocó su almuerzo sobre está y le dio los utensilios a SeungCheol, le indicó que comiera y el mayor lo obedeció. El sol alumbran con intensidad, el gran árbol que les brindaba su sombra se mecía por las corrientes de aire, pocos alumnos concurrían el lugar, así que era tranquilo para comer. No había gente molesta.

— ¿Te sucede algo Cheolie? — El blanquecino sacó una servilleta de su mochila se acercó, quedando justo cara a cara con el mayor y limpió las comisuras de sus labios . SeungCheol mantenía el ceño fruncido, sus labios se contraían al masticar y sus ojos vacilaban — ¿Algo te molesta?

— Jihoonie — Pronunció el mayor con voz diminuta y entre dientes. Sus ojos estaban fríos, sus cejas temblaban al obligarlas fruncirse más.

El bajito se rompió en risas provocando que SeungCheol desviará la mirada — ¿Eso te molesta?

— Mnh

— Suenas muy decepcionado Cheolie, está bien, no tienes nada que temer, SeungKwan también te dice Cheol y yo no me quejó — La mano del bajito buscó el mentón del mayor y lo giró para mirarlo a los ojos. Se elevó un poco depositando un dulce beso en la frente de SeungCheol — Cuando cheolie me diga Hoonie de sus propios labios seré muy feliz.

Regresó nuevamente a su posición anterior, miró a SeungCheol, su corazón se contrajo cuando observó sus mejillas coloridas y sus ojos brillaban intensamente.

SeungCheol amaba lo besos de Jihoon.