Mi pequeño Bravucón (JiCheol)

𝒫𝒶𝓇ℯ𝒿𝒶𝓈 ♡

—Respira, ten calma — Farfulló Jihoon para si mismo mientras pedaleaba a una velocidad lenta, alargando los labios cuando se percató de que hasta las personas que caminaban lo dejaban atrás. Se detuvo para poder soltar un suspiro, tratando de serenar su mente. Cuando se sintió mejor siguió su camino hasta la casa del mayor.

Al vislumbrar a SeungCheol su corazón fue golpeado sin piedad por las palabras de SeungKwan. Había pasado una mala noche, aún no podía identificar lo que realmente sentía, no después de todo el tiempo que había pasado junto al mayor, Jihoon dudaba de si mismo y al mismo tiempo sentía una confusión que ni el mismo podía explicar.

—Hola Cheolie — Su voz gentil a cada palabra, tocando el cabello del mayor después de bajarse de la bicicleta.

SeungCheol sonrió enorme, mostrando sus hoyuelos, esos que si colocabas un dedo sobre ellos pareciera que se lo comieran.

—¿Hoy no iremos en tu bicicleta? — Inquirió el bajito al notar la ausencia de ella.

—No — Respondió el mayor bajando un poco el rostro para mirar el pavimento — Quiero. que. Jihoonie. me. Lleve. Hoy — Confesó palabra por palabra, tratando de no tartamudear.

SeungCheol había hecho un gran avance, podía comunicarse un poco más sin necesidad que Jihoon hablara por él, pero en algunas ocasiones su confianza era algo nula cuando se encontraba nervioso, su voz volvía a trabarse y prefería callar.

Jihoon apretó sus puños al sentir que nuevamente un cosquilleo se alojaba en su pecho. Rápidamente se subió a la bicicleta y le indicó a SeungCheol que se subiera dándole golpecitos al asiento trasero.

Los brazos de SeungCheol rodearon la cintura ajena y ahí estaba de nuevo, el corazón de Jihoon revoloteando felizmente, sus mejillas comenzaban a calentarse y juraba que podía sentir como sus orejas también se calentaban.

—SeungCheol, tu fin de semana, ¿Estuvo bien? — su mirada hacia al frente, ignorando a su corazón, apretó el manubrio y aumento la velocidad, su cuerpo se tensó cuando el agarre en su cintura se apretó un poco más.

— Sí, aunque te extrañé.

Al llegar a la escuela, encadenó la bicicleta y cuando estuvo de pie correctamente sintió como la mano de SeungCheol tomaba la suya. Tragó grueso pero correspondió al agarre, ahora que no sabía cómo interpretar sus emociones, se sentía un poco incómodo, pero trató de mantenerse como el Jihoon de siempre.

Llegaron al aula y tomaron asiento, SeungCheol le entregó sus cuadernos para que los revisara pero Jihoon no sacó los suyos, los mantuvo dentro de su mochila; después de revisar problema por problema le regreso el cuaderno al mayor y hundió su rostro entre su mochila.

No podía evitarlo, no podía evitar sentirse extraño.

—Hola Jihoon.

El blanquecino se reincorporó en su asiento al escuchar su nombre, sus ojos fríos al ver a Soonyoung junto a su mesa. Volvió a hundirse en su mochila.

SeungCheol miraba la escena atento y confundido, sus cejas se contrajeron y sus manos se cerraron en puños, sintiendo un cosquilleo extraño en su estómago.

—Jihoon, mi hermana te manda esto — Una cajita entre sus manos fue el objetivo de los ojos del mayor.

Soonyoung estaba sonrojado, sus manos temblaban levemente, se mordía el labio inferior tratando de controlar los colores en su rostro. Cuando Jihoon volvió a reincorporarse sintió como su corazón daba un vuelco, su pecho se elevó con miedo.

Jihoon observó la caja y después de pensarlo un momento la tomó en sus manos — Dile a Hye que muchas gracias.

—Se lo diré, ella está encantada contigo, no deja de hablar de ti, muchas gracias por lo del sábado — Su voz clara y emocionada, una sonrisa esbozada en su rostro mientras sujetaba las correas de su mochila.