ℒℴ 𝓈𝒾ℯ𝓃𝓉ℴ 𝒞𝒽ℯℴ𝓁𝒾ℯ ♡

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Otro golpe fue lanzado con mayor fuerza, logrando que Soonyoung perdiera el equilibrio, en ese momento Jihoon le lanzó una patada, tirándolo por completo al suelo.

Wonwoo y SeungKwan estaban estáticos, asombrados por lo que estaban presenciando, los demás alumnos habían formado un gran círculo alrededor de los dos que estaban en el suelo.

Jihoon ya se encontraba sobre Soonyoung, golpeándolo una y otra vez, descargando toda la ira que había mantenido contenida.

Deteniéndose luego de un golpe más.

— Aborrezco a los tipos como tú, odio que se metan con las personas que amo, odio que sean tan arrogantes y tengan un aire de superioridad; dime Soonyoung ¿Es agradable ser así? ¿Es agradable jugar con las personas?

Soonyoung no respondió, su rostro comenzaba a mostrar las consecuencias de los golpes, de pronto tosió y una cantidad de sangre salió de ella.

— ¿Debería ser como tu? ¿Debería jugar contigo entonces?

Wonwoo y SeungKwan fueron arrastrados por la multitud, tratando de acercarse a Jihoon luchaban contra todos los espectadores. Podían ver de vez en cuando como Jihoon se mantenía sobre Soonyoung y lo sostenía de su camisa, mientras le decía algunas cosas.

— ¿Qué es todo este escándalo? — Uno de los maestros cuestionó con brazos cruzados casi gritando para ser escuchado entre todo ese lío.

Los alumnos al escuchar la voz del maestro Jeong comenzaron a esparcirse sin mirarlo, casi tratando de ser muy sigilosos para no ser vistos. Wonwoo y SeungKwan sintieron una avalancha de nervios golpear sus cuerpos. Cuando pudieron estar más cerca de Jihoon pudieron escucharlo ordenándoles que no se acercarán.

El blanquecino se levantó, mirando una vez más al chico que yacía en el suelo, casi inconsciente a causa de los feroces golpes. Su rostro hinchado y entre un tono morado y rojo, sangre recorría su rostro. Los puños de Jihoon estaban de un color carmesí, ensuciados por la sangre ajena.

Se había excedido, de eso estaba totalmente consciente, había puesto en práctica los dos años que estuvo en defensa personal y clases marciales.

Las cuales había decidió tomar, después de que SeungCheol fue golpeado gravemente y el no pudo hacer nada.

— Joven Lee, Soonyoung — Pronunció y dejo escapar un suspiro — alguien ayúdelo a levantarse y haga el favor de llevarlo a la enfermería.

Wonwoo y SeungKwan eran de los pocos que se habían quedado, así que después de mirarse por unos momentos, se colocaron de cuclillas y levantaron al chico con algo de cuidado, manteniendo una mueca en sus rostros.

Soonyoung dejó escapar un gemido de dolor y cuando estuvo de pie, tocó sus labios y limpio la sangre. Miró a Jihoon con ojos furiosos y estaba apunto de decir algo pero entonces fue arrastrado contra su voluntad.

Jihoon se volvió hacia el maestro e hizo una reverencia, manteniendo el rostro bajo. Unos converse de mezclilla se colocaron frente a sus ojos, levantó el rostro y se encontró con los ojos llorosos de SeungCheol.

Jihoon aparto la vista rápido, sus ojos se abrieron de par en par al notar la sangre en sus manos. SeungCheol le temía a la sangre, entonces la limpio sobre sus pantalones, agradeciendo que eran negros.

Tomó una pequeña cantidad de aire para relajar su cuerpo, que aún se encontraba agitado y miro a SeungCheol sin importarle que el maestro Jeong estaba aun lado esperando que lo siguiera.

— Lo siento Cheolie, no podré estar contigo en clase — Dijo entre una sonrisa — Estoy bien, no tienes por qué preocuparte. Ve al salón, estarás bien con SeungKwan.

SeungCheol negó con la cabeza, se aferró a su brazo sin ganas de soltarlo.

— El maestro me espera, debo platicar con el — SeungCheol frunció los labios — Tranquilo Cheolie, el no va a regañarme. Ahora ve al salón, empezarán las clases y debes tomar los apuntes por mi.

Jihoon tomó sus manos y las alejó de su brazo, liberándose del agarre del mayor, sonrió mostrando los dos orificios, uno en cada mejilla — Mi Cheolie, todo está bien, no te preocupes — Acarició sus cabellos y se dio media vuelta.

SeungCheol sabía que Jihoon no iba a voltear para verlo una última vez, el no era así, sentía una opresión en su pecho. Se sentía culpable nuevamente.

Había decidido cambiar pero no pudo evitar que el blanquecino de agarrara a golpes un vez más por su culpa.

Mingyu llegó a su lado corriendo y lo tomó de los hombros para guiarlo hasta el aula.

Mi pequeño Bravucón (JiCheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora