Parte 22: El cansancio

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Para Leni era algo incómodo la manera en la cual se desenvolvía su familia, sobre todo cuando tuvo presente y claro tales conceptos, muy bien arraigados desde hacía generaciones en el seno de su familia. Era muy consciente de las aventuras que tenían las cuatro hermanas mayores de Lincoln y la mayor de las menores, sobre todo de Lori, porque a veces hablaba con Bobby de una manera que jamás haría en frente de su madre. 

No era que Leni fuera inocente en esos aspectos, ni mucho menos. Al fin y al cabo, ¿no era ella la que despertaba más esos tipos de pensamientos en los hombres y en algunas mujeres cada día que salía de casa? Leni era la que más atraía sexualmente a la gente, mucho más que cualquier otro miembro de la familia; y de la familia entera dicho sea de paso, lo cual era decir mucho. No era de sorprenderse que Lynn, Rita, y todos los hermanos y hermanas de ambos apostaran cada vez que se reunían anualmente para ver quien se convertiría en abuelo y abuela primero.

La única razón por la cual Leni era considerada tranquila era porque a la modista no le interesaba mucho el sexo, sobre todo porque ninguna persona le había despertado esos intereses. 

Irónicamente, es por culpa de ese mismo interés de la gente que Leni se "descarriló" del camino que habían trazado la mitad de sus hermanas, pues poco a poco la rubia buscaba sin descanso a esa persona que verdaderamente le despertara algo. Tener amigas de confianza era una bendición, sin ninguna duda, incluso un amigo como Miguel (aunque él declaró en una ocasión que apuntaba hacia el otro lado), pero simplemente no era lo mismo. Tras años y años de inocente búsqueda, Leni se dio cuenta de que pocos hombres a esa edad la querrían como ella quisiera. Si alguno se molestara en querer conocerla, era más probable que ella les diera alguna oportunidad, pero después de varios intentos que terminaron con sus citas viéndole más el vestido y lo que ocultaba que escuchar lo que ella decía, la modista terminó por rendirse. Ya no había esperanza alguna de que Leni volviera a tener citas con algún chico.

Fue por eso que se sintió bastante sorprendida cuando su único hermano había llegado a la casa esa tarde y diciéndole a todos que había conseguido novia. La única persona en toda su familia con la cual podía fraternizar de esa tranquila cualidad se había pasado al lado oscuro.

Lynn y Rita se quedaron sin habla cuando varias de las hermanas gritaron de emoción. Luna se levantó de la silla, dejándole más espacio a Leni y a Lucy, ambas de las hermanas que se quedaron calladas. Lori, Luna, Luan, Lynn, Lola y Lily se levantaron para felicitar a su hermano.

Lisa no podía creerse que su sujeto de pruebas preferido hubiera conseguido pareja; en base a sus investigaciones y cálculos, no conseguiría novia hasta los treinta y ocho. Lana se imaginaba cómo le haría su hermano para poder aguantar a una chica, y menos hacer todas las cosas que a la gran mayoría les gustaba, pues para ella era casi imposible. Y en cuanto a Lucy, ella pensaba en cómo su hermano lo había conseguido: logró encontrar a alguien más para poder olvidar a la hermana que tenía a su lado.

- No sé si sea suficiente -pensó Lucy, viendo de reojo a la modista- Pero ha de bastar... Por ahora.

Leni veía al único hombre que ella había considerado que valía la pena yéndose de su lado. El peliblanco era el único hombre con el que se había sentido a gusto, pero ahora éste se unía a las demás en su vida de placer.

- Aún puede que se resista -pensó Leni- No puede cambiar así, tan repentinamente. Mi hermanito aún ha de tener algo de razón. Además, alguien como él no buscaría el placer de esa forma. Él busca algo más puro, por así decirlo. Como...

Pero cortó su línea de pensamiento. Una sospecha volvió a surgirle en su mente. 

- A veces... sentía que me buscaba a mí -pensó- No como me ven otros chicos, pero como a un verdadero amor. Pero no, eso no es posible, ni bueno en ningún sentido. Solo espero que mi Lincky no me vea de esa forma.

Mientras Lincoln contaba sobre todo lo que le había pasado con Stella, Leni pensaba sobre lo mucho que uno podía cambiar solo con tener una pareja. Para bien o para mal... Solo el tiempo y las decisiones de la joven pareja lo decidirá.





Y después de unas semanas, Lincoln se decidió de una cosa, y solo una cosa. Stella era demasiado apegada a él. En total, pasaban casi hora y media besándose. Lincoln no podía negar que esos besos lo prendían y lo alegraban, pero a la vez lo cansaban y lo desanimaban. Para empezar, la mitad de todo ese tiempo, Stella intentaba que Lincoln le diera su primera vez, algo que a él no le hacía ni pizca de gracia, sobre todo porque aún le quedaba suficiente entereza y desafío para ir en contra de las costumbres familiares y permanecer intacto hasta el matrimonio. Por otro lado, Lincoln no hacía ni la mitad de las cosas que creía que haría en caso de tener una novia. Apenas salían, no se juntaban tanto con sus demás amigos, ella lo llamaba cada treinta minutos, no salían a hacer algo que les divirtiera a ambos, ni nada. Lo más que quería Stella era besarse. 

Lincoln no se quejaba mucho, pero después de todo ese tiempo era agobiante. Sus amigos no le podían ayudar porque ellos tenían a sus propias novias que atender, y Rusty no quería escuchar ni pío sobre sus problemas amorosos.

Y para acabarla, Lincoln no olvidó a Leni. Estaba en lo cierto cuando pensaba que lo que sentía por Leni iba mucho más allá de lo carnal. Si bien su familia tenía un alto libido que calmar, no era que quisieran hacerlo con cualquiera. Tenían a esa persona especial que las hacía perfectas, alguien que amaban y querían en verdad, aún cuando a veces tuvieran que conformarse con poco.

Lincoln no dejó que la sangre que le corría por las venas se interpusiera en su vida; de ser así, se habría acostado con Stella hacía mucho. Sin embargo, a pesar de que ansiaba estar con Leni y se estaba cansando de Stella, Lincoln decidió hacer bien las cosas, por una vez. Quería encontrar y convivir con esa chica aventada, divertida y genial que había conocido como Stella. No le gustaba ver a su amiga y novia quererlo solo para besarlo. 

Y si algo caracterizaba a un Loud, además de su increíble lujuria, era que nunca, nunca se rendían, hasta que fuera el final. Lincoln solo esperaba que SU final no llegara con el intento de cambiar todo.

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