Parte 48: Los antepasados

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Leni y Lincoln llevaban varios días sin hablarse apropiadamente, pues las cicatrices aún se estaban cerrando. Lincoln ya dormía en paz, sin restricciones, sin que su mente le hablara en voces distintas a la suya, y sin que nadie más lo molestara. Poco a poco volvía a ser el Lincoln que todos conocían y amaban. Con el pasar de las semanas, el albino hablaba cada vez más, lograba incluso sonreír de vez en cuando. Los Loud aceptaban encantados ese cambio, pues habían pasado años desde la última vez que su familia estaba verdaderamente completa.

Lincoln aún tenía dudas sobre como acercarse a Leni, pues aún se sentía algo incómodo. Sin embargo, ¿había sobrevivido a todo ese caos para acobardarse en el último, y más fácil obstáculo? No. Algo tenía que hacer.



Leni seguía nerviosa por lo que podía pasar. Sus padres, lo que diría la comunidad, lo que dirían sus hermanas, los riesgos que conllevaban sus acciones; todo eso la detenía de querer hacer el primer movimiento. Sin embargo, cuando casi toda su familia empezó a comprometerse, Leni sabía que el momento se acercaba. Ya no podía negarlo: su hermano era la persona que había capturado su corazón. Más allá de haberse querido desde que eran mucho más jóvenes, Leni ahuyentó sus temores cuando su hermano pudo haberse ido para siempre... en varias ocasiones.

Pero primero, Lincoln se reunió con sus padres, para tener una interesante charla. Al principio, tanto su madre como su padre estuvieron reluctantes a esa idea. Sin embargo, Lincoln sacó la artillería pesada, arguyendo que su familia no era precisamente normal con respecto a sus relaciones.

- Es cierto que nuestra familia es bastante... activa -dijo Rita, a regañadientes- Pero eso no justifica en absoluto que tú y tu hermana...

- Ambos estamos de acuerdo -dijo Lincoln, arriesgándose a todo- Y que yo recuerde, eso es algo que en nuestra familia siempre ha sido libre de decidir...

- ¡Eso no implica que lo hagas con tu propia hermana! -dijo Lynn Sr., casi asustado.

Lincoln estuvo a punto de contestar, pero en esos momentos apareció Leni, quien había seguido a Lincoln en cuanto éste se movió.

- Mamá, papá... Sé que no es del todo aceptable... Pero no nos pueden decir nada.

- Es muy diferente simplemente tener un gran libido a hacerlo con cualquiera...

- No nos referimos a eso, y lo saben -dijo Lincoln, apoyando de inmediato a Leni- No pensamos estar con nadie más. Solo queremos estar juntos, ella y yo.

- Además -repuso Leni, con voz casi venenosa- No recuerdo que nadie se haya interpuesto cuando te acostaste con tu primo, mamá.

El rostro de Rita perdió su color, y su boca se abrió.

- Y tú con tu prima, papá.

Lynn Sr. se quedó de piedra ante las palabras de su hija. Ambos progenitores se quedaron sin habla... Al igual que Lincoln.

- ¿A qué te refieres Leni? -preguntó Lincoln, sorprendido- ¿Cómo es eso... posible? ¿Y ustedes lo sabían? ¿Lo del uno y lo del otro?

- Oh, claro que lo sabían -dijo Leni, entre molesta y divertida- Porque sus parejas de ese entonces... Son ellos mismos.

Lincoln abrió su boca, sin poder creérselo. Por varios segundos, nadie dijo nada. Luego Lincoln por fin pudo hablar. Se volvió hacia sus padres.

- ¡¿Ustedes son primos?!

Tanto señor, como señora Loud se mantuvieron callados, sin saber como confrontar a su único hijo. Leni se empezó a carcajear de lo lindo.

- ¿Por qué crees que esta familia ha tenido tanta descendencia, Lincoln? -rio Leni- Han estado reproduciéndose entre parientes desde hace siglos, desde hace tanto tiempo, que en esos momentos ni siquiera se apellidaban Loud. Toda esa lujuria se ha estado pasando de generación en generación. Claro, ha habido muchas otras familias y parejas, pero siempre hubo al menos una pareja entre familiares por generación... Aunque nunca haya sido tan cercana como hermanos. Casi siempre es entre primos.

- Pero... pero...

- ¿Cómo sabes eso en primer lugar, Leni?

- Esa respuesta recae en Lucy -respondió la modista- Varias veces hay alguien en la familia que es capaz de comunicarse con los no vivos. Antes de ella fue la bisabuela Harriet, y antes de ella, fue el tátara tátara tátara abuelo Julius. Siempre hay alguien que disfruta contar todas esas... aventuras. Y siempre hay alguien que quiere escuchar. Lucy me lo contó también, porque yo siempre he sido de fiar.

- ¿Y por qué te lo contó a ti? -preguntó Rita.

- Porque yo era la única que no hacía nada -repuso Leni- No solo el hecho de que no me atrajera nadie de la familia, sino que no quería a nadie en general. Lucy quería saber como rayos le hacía para soportar tanta presión generacional, a lo cual respondí que simplemente no quería hacerlo. No hay muchos en la familia que sepan en realidad sobre esta peculiaridad cuando son jóvenes, pero se hace consciente y sabido una vez se tienen los primeros hijos en cada nueva generación. Esta penúltima generación parecía que iba a ser la primera en que hubieran parejas de familias ajenas en varios siglos... Pero simplemente parece que Lincoln y yo seremos esa excepción. Creo que es comprensible porqué debía faltar a la confianza de Lucy ahora.

Lynn Sr. y Rita seguían callados.

- Es casi un milagro que no haya problemas genéticos -comentó como si nada Leni, como si estuviera hablando del clima.

- Supongo que... ayuda que al final las "ramas se separen" -susurró Lincoln, todavía sorprendido.

- A mí me sorprende más que solo yo te quiera Lincoln -dijo Leni- E imagino que simplemente alguien más llegó a las vidas de todas las chicas en esta familia. Lo cual es bueno... Porque ahora te tengo todo para mí.

Leni se acercó a su hermano y acercó sus labios hacia él. Pero justo antes de hacerlo, ambos miraron a sus padres. Ambos se habían puesto muy rojos e incómodos.

- ¿Algo que refutar? -preguntó Leni.

Al principio nadie dijo nada, pues la misión de proteger a sus hijas había fracasado... De manera que ni Lynn Sr. ni Rita se esperaban. El mismo hecho de que sus hijas existieran era el arma que sus hijas siempre habían usado para poder seguir con un linaje cada vez mayor. Al final, Rita dijo...

- Solo... No destrocen la cama, ¿ok?

- No prometemos nada -dijo Lincoln, por fin comprendiendo la inteligencia de su hermana.

Abrieron la puerta, a tiempo de ver como las sombras de las demás hermanas se escondían en sus cuartos.

- Sabemos que escucharon, chicas -dijo Leni- Y no se molesten. Lincoln y yo estaremos... Ocupados.

Sin verlas, Lincoln y Leni sabían que, a pesar de que ninguna de las nueve hermanas estaba atraída hacia Lincoln, vaya que las prendía ver un acto tan prohibido, tan riesgoso, tan alocado... y tan caliente.

La joven pareja era consciente de que las cámaras estarían grabando días y días de intensa fornicación incestuosa, con míseras pausas para comer. Lincoln y Leni cogerían con la intención de reproducirse por varios días seguidos. Ni siquiera Luna y Sam supieron como habían aguantado tanto si uno de los involucrados era un hombre, ya que mientras sea la mujer la que lo desea, el hombre siempre será el exhausto. No para un hombre Loud, en este caso: Lincoln se mantendría erecto tanto tiempo que incluso Zeus y Poseidón se habrían sentido intimidados. Lucy supo que varios fantasmas de sus antepasados estaban presenciando ese acto que odiaban y amaban por partes iguales. Las apuestas de que en esa generación no habría incesto, perdieron en el último momento.

La lucha por tener tantos hijos como fuera posible había comenzado.

Tranquilos, aún habrá más de esto, aún no he terminado. :)

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