capítulo cuatro

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— ¿Podrías estacionarte en un lugar apartado?

  Observaste a tus alrededores, cada héroe ya se estaba retirando de aquella sala debido a que el evento ya había terminado hacia dos horas atrás. Tomaste tu celular al momento de caminar fuera del lugar, querías que Dimitri fuera por ti en la limusina ya que los paparazzi de hoy en día no respetaban la privacidad de cada héroe, así que cuando desconocían una identidad simplemente lo seguían a su hogar hasta obtener las respuestas que deseaban.

  Aquello te había sucedido más de diez veces y la sensación de ser acosada hasta tu casa no te agradaba en lo mínimo.

  Así que Dimitri te esperaba en un lugar apartado en donde tu traje de heroína cambiaría de apariencia, esa fue una idea que siempre le agradecería a tu mayordomo, ya que el traje siempre ayudaba demasiado a no volver a vestirte. Solamente irías a un callejón oscuro y picarías un botón del traje que aparecería una vestimenta nueva.

— Muchas gracias, entonces allí te veré— anunciaste una vez que cortaste la llamada, aguardando tu celular en un bolsillo.

  Tomaste algo de impulso para que tus pies dejarán de pisar el suelo, era algo tarde para ti ya que dormias temprano pero, no cuando te tocaba patrullar por la noche.

— ¡Por favor alguien ayúdeme!

  A los pocos segundos el estruendoso sonido de un arma provocó que tu preocupación aumentará, estando a unos metros del suelo te dirigiste hacia un callejón en donde allí reconociste unos quejidos femeninos. Tu mirada se había centrado en un hombre de vestimentas negras, quien mantenía su rostro cubierto por un pasamontañas.

  Creaste un muro protegiendo a la joven para después aterrizar en el suelo.

— Pero ¿qué...

  Tu puño se había cubierto por una cantidad de piedras, fue allí cuando le diste un gran puñetazo a aquel hombre, este terminó golpeándose con el muro que anteriormente habías creado cayendo al suelo. Al instante habías cubierto sus manos con tierra, demasiado, si que supondría que él ya no podría salir de allí.

  Bajaste el muro que habías creado anteriormente, para observar a una joven quien se mantenía derramando muchas lágrimas debido al pánico acumulado, afortunadamente no había ningún rastro de sangre en ella.

— ¡M-muchas gracias!

  Se acercó a ti dándote un fuerte abrazo, el cual correspondiste.

— ¿Estas bien?— ella asintió.

— Él no tiene una buena puntería— expusó.

  Las sirenas de la policía comenzaron a sonar por el lugar, al instante dos policías llegaron segundos después.

— Me alegro que estés bien, ya me tengo que ir— anunciaste algo avergonzada por tus palabras, para de nuevo impulsarte del suelo.

  Lo último que habías visualizado fue como aquellos policías se acercaron a la joven con preocupación, así como también tomaron al hombre encapuchado quienes encontraba inconsciente en el suelo.

— Que buen oído has tenido, yo no logré escucharla.

  Te destuviste con cierta sorpresa, aquella voz se había escuchado cerca de ti y lo peor es que no habías estado prestado atención. Tus orbes azules se habían encontrado con un rubio cenizo, quién mantenía una sonrisa coqueta mientras que sus alas rojizas revolotean en el cielo.

— Ah, si— le restate importancia.

  No podrías seguir con la conversación debido a que tu primera impresión hacia él, no fue nada buena. Ni tampoco podrías seguir dirigiéndote hacia donde Dimitri estaría esperándote, ya que el obviamente vería tu cambio o incluso también intentaría seguirte como los periodistas, no lo conocías.

— ¿A dónde vas?— preguntó el rubio acercándose hasta quedar a tu lado.

  Comenzaste a tomar otra ruta diferente en completo silencio, lo que causó que Hawks riera ante tu actitud.

— Creí que tenías veintitrés.

— Yo también pensé que tenías veintidós en aquel evento— anunciaste mientras aterrizabas en un edificio, esperando no ir en la dirección acordada—. Pero, todos nos equivocamos— formulaste con cierto sarcasmo.

— Exacto— el joven también aterrizó en aquel edificio—. Que bueno que lo entiendes.

  Lo observaste alzando una ceja, ¿cómo podrías ir hacia donde estaba Dimitri si el estaba contigo?

  Los héroes locales como Miruko sabían que tu actitud era respetuosa hacia tus superiores, incluso si tenían la misma edad pero, el héroe número dos estaba comenzando a fastidiarte. Tenías un dolor de cabeza cuando él de manera irrespetuosa terminó tu discurso frente a los héroes, cuando te enteraste que tendrías que levantarte temprano teniendo en cuenta que ya tarde, ya que debías de visitar Fukuoka y el viaje sería de horas.

— Solo ¿podrías dejar de seguirme?— le pediste de forma educada ejerciendo una sonrisa forzosa.

— No te estoy siguiendo— declaró con soberbia—. Este es el camino que utilizo para llegar a mi agencia, no te hagas la importante.

  Sus alas rojizas comenzaron a revolotear lo único que lograste ver en su rostro fue el como guiño su ojo de manera coqueta, Hawks finalmente se había retirado y como lo dijo se dirigió hacia la ruta por la cual estabas apunto de ir.

  Te dirigiste hacia ma dirección contraria con el entrecejo ligeramente fruncido, aunque por dentro estabas llena de emoción debido a que tenias el puesto número tres en la tabla de héroes, habías hecho un gran trabajo.

  Hawks sonrió con arrogancia mientras veía como es que tu figura comenzaba a volar hacia el lado contrario, él sabía que escondía algo y no se iba a quedar de brazos cruzados, por supuesto que lo descubriría porque su curiosidad era mucha.

  Una vez que visualizaste un callejón oscuro observaste a tus alrededores, ejerciste una sonrisa cuando no visualizaste a nadie a tus alrededores.

— Finalmente un poco de paz— murmuraste.

  Presionaste un pequeño botón que se encontraba en tu reloj, para que después tu vestimenta cambiará radicalmente. Nunca dejarías de decir lo mucho que te gustaba aquel traje.

  A los pocos minutos te encontraste con la figura de Dimitri, quien salió de la limusina para abrir la puerta trasera.

— Felicidades por su logro señorita (T/N)— anunció una vez que te acercaste a él—. Su padre estará orgulloso de saber que es una buena heroína.

— Muchas gracias— le diste una gran sonrisa.

TERRA ━━ takami keigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora