TERRA ━━ takami keigo

capítulo nueve

— ¿Cuando dices que volverás?.

  Tus orbes azules estaban sobre las siluetas de cada ciudadano caminando por el tránsito, tomaste tu celular con una de tus manos para escuchar más la voz de tu querido amigo Kai, quien te estaba presumiendo que todo este mes no se encontraría en Japón, sino que saldría al extranjero. Sus fotos habían llamado la atención de una empresa estadounidense que quería llegar a un acuerdo, simplemente aquello te hizo feliz pero, triste a la vez.

  Kai era tu compañero y vecino de hacia años, si él llegaba a irse lo más lógico es que su equipo de trabajo estaría con él. Habría muchas empresas de fotografía que quisieran tus servicios, pero nada sería igual si tu amigo estaba lejos.

— Ya lo dije querida, en un mes— respondió Kai, sabias que él desde el otro lado estaría con una sonrisa y rodando los ojos.

— ¿Me quedaré sin trabajo por un mes?— le preguntaste de forma bromista.

— No debería afectarte un mes, eres una niña rica— bramó sin pena, por lo que reíste ante su descaro.

— Y tú, un presuntuoso— murmuraste al poco tiempo después, Kai río. — fuera de bromas, te extrañaré. Siempre estás tras de mi y será raro no verte regañandóme cada día.

— Ese es mi trabajo (T/N), tener que llamarte la atención por llegar siempre tarde— tu cara reflejo melancolía. — por el momento disfruta las vacaciones, se que te harán bien.

  Tus orbes bajaron hacia tus pies analizándolo con cautela, era seguro que no ibas a disfrutar aquello debido a tu otra identidad la cual te mantenía el doble de lo ocupada que estabas.

— Seguro— respondiste. — espero que todo salga bien por allá, yo se que este es tu sueño y espero que lo consigas.

  Siempre recordaste que el sueño de Kai era ser reconocido por todo el mundo debido a sus fotografías, él quería que en cada país o continente se encontrará una fotografía que el mismo llegó a tomar, ese era su más grande sueño.

— Yo lo espero también, no suena muy fácil de conseguir pero, al menos estoy aquí y eso es algo, nunca pensé en estar por el otro lado del mundo— expusó con gran felicidad. — ¿te acuerdas de nuestros sueños?— presionaste tu mandíbula— recuerdo perfectamente que siempre querías ser una heroína pero...

— ...ninguna agencia me llamó antes ni después de graduarme— completaste.

  Aquel había sido un gran error, tu no querías tener ninguna agencia contigo, aunque necesitabas apoyo no lo pediste. Tu padre llegaba a ayudarte en lo que podía, las lecciones eran difíciles pero con el tiempo llegaste a sentir una enorme calidez en tu corazón justo después de haber salvado una vida. Esa era la verdad que le contaste a tu amigo, él tras escuchar aquella pequeña mentira decidió que ambos debían de trabajar en equipo, él de fotógrafo y tu de modelo lo cual te había funcionado.

— Ahora eres feliz teniendo una reputación casi igual a la de tus padres, pero sin llegar al hospital— reíste ante aquello. — un día que viajemos a Estados Unidos, te mostraré muchas caras bonitas de aquí. Todos son guapos y quisiera uno para llevar.

— ¿Se pueden llevar?— ejerciste una enorme sonrisa, a veces solías seguirle el juego a tu amigo.

— Claro, ¿quién no se va a fijar en alguien tan atractiva como tú?— tus mejillas se habían sonrojado levemente ante su comentario, incluso teniendo un empleo como modelo no te sentías lo suficientemente hermosa para hacerlo.

— Es que....

— No crees que seas hermosa, si lo he escuchado muchas veces— presionaste tus labios después de que te interrumpiera. — te he dicho que lo eres y también fotogénica, no necesitas tener un ángulo para que tu rostro se vea bien— Kai suspiró. — mira (T/N), hablaremos de esto luego querida. Ahora solo espero que estés en tu casa viendo películas o algo así.

— Ojalá fuera así— murmuraste en voz baja.

— ¿Dijiste algo?— negaste con la cabeza.

— No nada— tocaste tu nuca con cierta pena, tu intensa mirada azul se había detenido en una persona en específico, quien mantenía una pequeña sonrisa mientras sus orbes dorados estaban sobre ti. — disfruta estar en otro continente.

  Presionaste el teléfono con cierto pánico.

  Se trataba de Hawks, él era el centro de varios jóvenes quienes suponías que pedían un autógrafo o fotografía junto al héroe, pero la mirada del rubio estaba centrada en ti. Él joven sabía muchas cosas de tus personalidades, la última vez estaba apunto de descubrir que se trataba de ti y a eso le tenías miedo, nunca nadie se había percatado de tu identidad secreta.

— Te llevaré algo de aquí...

  La voz de Kai te trajo nuevamente a la realidad, por un segundo te sobresaltaste debido a que habías olvidado estar en una llamada con él. Tus pies por simple instinto, se habían alejado del espacio que quedaba entre el suelo y el final del edificio en el que te encontrabas,  media vuelta para dirigirte hacia otro lugar.

— No te preocupes.

— Es algo que quiero hacer— respondió Kai. — así que acéptalo ¿está bien?.

— Bien— mordiste tu labio inferior tratando de no contradecirlo.

— Eso espero, te dejo, iré a dormir— expusó después de un largo bostezo.

— Descansa.

  Terminaste guardando tu teléfono celular para después comenzar a descender de aquel grande edificio, tenias la suerte de no tener miedo a las alturas o todo tu trabajo se hubiera visto afectado. Tus cabellos castaños revoloteaban gracias a la suave brisa, tus orbes estaban observando el suelo mientras que tus mejillas aún se encontraban un poco sonrojadas.

  Una vez que terminaste por aterrizar en el suelo, sentiste como fue que algo filoso se había acercado en tu brazo a gran velocidad y aquello te había sorprendido, tu mirada rápidamente se había centrado en un joven que estaba tumbado en muro con ciertas grandes manchas en color morado sobre su rostro, su vestimenta estaba un tanto desgarrada, más tarde habías visualizado una billetera a unos pasos de ti.

— ¿Que es eso?.

  Lo que había pasado en tu brazo izquierdo habían lanzado un arma hacia aquel joven, pero tras tu llegada aquello no había sido posible. Giraste tu cuerpo para observar al responsable de aquellas acciones y cuando tu mirada estaba sobre aquella cosa, tu semblante había cambiado.

— ¿Un nomu?.