capítulo 41

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Estaba en mi cuarto pensando en como estaría (t/n) cuando escuché un ruido en mi ventana.

Aparte la cortina y para ver de qué se trataba.

Abrí la ventana rápidamente.

- Buenas noches guapo- era (t/n), se había subido al árbol del jardín- ¿hay sitio para uno más en tu casa hoy?- me fijé en que sujetaba su brazo, vi un hilo de sangre que bajaba hasta su mano.

La ayude a pasar y la senté en la cama, fui a por el botiquín y la pedí que me enseñará la herida.

Dijo que se había arañado con una raña al huir de su abuela por suerte no era un corte profundo.

- Te Agradezco que me ayudes Tobio, no podía ir a mi casa porque ella me pillaría así que no sabía muy bien que hacer, siento ser una molesria- dijo mirando el vendaje de su brazo.

- No digas tonterías ¿además tan malo es estar con tu abuela?- pregunté extrañado, no parecía alguien desagradable.

- Si, sin ninguna duda, esa mujer esta entrenada para cortarte el cuello con una  simple uña...siempre que nos visitaba a mis hermanos y a mi nos asustaba con sus historias y cuando empezamos a huir de ella comenzó este tonto juego- dijo tumbandose en la cama- no es que la odiemos es solo que...es raro estar junto a esa mujer.

- ¿Raro?- dije haciendo lo mismo.

- Es como si una parte de ella fuera dulce y amable y la otra cruel y aterradora- al oír aquello la imagen de la chica me vino a la cabeza- y no puedes bajar la guardia porque no sabes cuándo saldrá esa parte de ella- intente aguantarme la risa pero mi fue imposible- Oye ¿De que te estás riendo? Habló en serio Tobio.

- Perdona- dijo una vez me calmé- pero es que acabas de describirte a ti misma.

- ¿Que? No digas tonterías, yo no doy miedo...¿Verdad?- dijo sentándose en la cama con las piernas cruzadas.

- ¿Recuerdas cuando hiciste llorar a Oikawa o cuando te emocionada al jugar? Tu mirada helaba la sangre a todos- dije cojiendole de las manos- pero eso no es malo, es lo que te hace especial.

- ¿Entonces no me tienes miedo?- negé con ma cabeza- apesar de cómo soy y lo que hago ¿No me tenés?- volví a negar.

Se quedó callada mirando al techo.

- Correo que voy a volver a casa- dijo dirigiéndose a la ventana.

- ¿Segura? Es muy tarde, creo que es mejor que te quedes aquí y vuelvas mañana- dije cojiendole del brazo.

- Tranquilo Tobio, he sido entrenada por esa mujer, si alguien se me acerca le rebanare el cuello con una simple uña- dijo saltando de por la ventana.

Me asomé pero ella ya no estaba allí.

- Si que es aterradorA...- dije por lo bajo.

- Si, ella aprende rapido- aquella voz me alertó- así que si que tiene novio- mire de nuevo al árbol y allí estaba aquella mujer- Tranquilo chaval no te haré Nada- dijo entrando en la habitación.

- Soy Tobio kageyama, es un placer- dije haciendo una reverencia.

- María Toshiba- dijo sentándose en la cama- Sabes...te pareces mucho a alguien que conozco- La miré extrañado- Bueno da igual...así que ¿Cuanto tiempo llevas con mi nieta?

- 9 meses, 1 semana y 3 días- la mujer sonrió.

- Me gustas, se te ve que eres buen chico y mi niña no confía en cualquiera asi que tiene que quererte mucho- se levantó y me puso una mano en el hombro- Bienvenido a la familia kageyama...bueno me voy a casa, de segura ella está allí y a liberado a sus hermanos- se acercó a la ventana pero antes de saltar volvió a mirarme- Por cierto...hazla algo malo y verás de lo que es capaz está familia- dicho eso desapareció de mi campo de visión.

La Hermana Del Cuatro OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora