°•Andrey•°

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No dejo de pensar en André, mejor dicho en sus palabras, tal vez tenga razón y deba hablar con mi padre.

- Papá...- me acerque a él, estaba en sentado en el escritorio concertado en negocios, me miró y sonrió.

- Hijo, pensé que estarías en tu habitación o en la biblioteca- dejo todo y me presto atención.

- Esque necesito decirte algo- borró la sonrisa.

- ¿Estas bien?- debo decirle, pero puede que si lo haga, papá se vuelva loco y monte alto problema, Brad se enfadaría más conmigo y en el instituto o fuera de él igual me iría del asco, además la manera en que papá, mis tíos y mi abuelo solucionan los problemas no es muy tranquila- Andrey, dime hijo.

- No nada... Olvidalo- di media vuelta y él me detuvo.

- Siéntate- me senté delante de él- ¿Que sucede?

- Nada, de verdad.

- Si viniste a buscarme es porque debes decirme algo importante- baje la mirada- No, mirame- hizo que lo mirara.

- No papá, estoy bien, no se por que vine a decirte esto.

- Sabes que si tienes algún problema puedes contar conmigo y con tu madre para lo que sea ¿verdad?- Asentí- Espero que oo sepas bien, no quiero verte mal por nada.

- Vale papá, gracias- medio sonreí- ¿Puedo irme?

- Claro- me levanté de la silla y salí chocando con mi tío Evan.

- Lo siento tío no te vi venir- me alboroto el cabello.

- Tranquilo pequeño, te ves triste ¿qué sucede?- caminamos al jardín.

- ¿Alguna vez has sentido miedo de confesar algo? ¿Algo que te pueda hacer bien o mal?

- Sí pero ¿por qué lo preguntas?- paramos en la fuente.

- Esque así me siento pero no le puedo decir a mamá mucho menos a mi padre y no se si debería hablar contigo sobre esto.

- Porque confías en mí, pero si es algo que te ponga en peligro debo decirle a Alex, aparte de ser mi mejor amigo y mi jefe, es tu padre.

- Lo sé, pero el problema es que él toma una manera muy drástica de solucionar los problemas y eso no me gusta.

- eso tiene un nombre y es ser narcotraficantes todo lo que moleste a la familia debemos solucionarlo a nuestra manera... Ahora dime ¿qué te sucede?

- Creo que debo aprender a defenderme- el me miró confuso.

- ¿De qué o de quien?

- De nada ni de nadie, solo que creo que es algo primordial para un miembro de la mafia, digo no es que yo sea narco pero mi familia si que lo es, imagínate que algún día sale alguien y me ataca, debo defenderme- Él rió.

- ¿Eso es lo que te asusta decirle a tu padre?- Hay que mentir.

- Sí, esque pensé que me vería raro diciendo esto.

- Claro que no, de hecho Alex es muy bueno en ese sentido, estoy seguro que aprenderás mucho con él, para eso está el campo de entrenamiento y el gimnasio.

- ¡Evan! ¡Andrey!- nos giramos y mamá nos estaba llamando desde la entrada- A cenar venga.

- No le digas a nadie- le advertí y él asintió, caminamos de nuevo a la casa y nos sentamos a cenar.

- ¿Por qué tan callados?- preguntó mamá mirándonos.

- Es tu hijo el que está medio raro últimamente- dijo papá.

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