°•Andrey•°

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Pues aquí estoy... En casa, en el escritorio de mi habitación estudiando, mis primos no se hablan de modo que no tengo nada que hacer, si voy a la casa de uno, el otro se vuelve loco, esto pasa cuando soy el más tranquilo de de los tres, las peleas no me llaman la atención mucho menos las fiestas.

- Andrey- me giré en la silla y vi a mi padre- Saldremos al centro comercial, ¿vienes?

- No, prefiero estar en casa pero gracias- sonrió y yo igual.

- Te traeremos cena, si vas a salir de la casa me avisas y vas con tu tío... Mejor no salgas, te veo luego hijo, te quiero mucho- salió de la habitación y cerró la puerta.

- Yo también te quiero- le dije a la puerta.

Me acerqué a mi chaqueta y saqué lo que me dio Kayla, esta loca, no me creo capaz para hacer algo así.

O tal vez sí, no creo que por una vez pase algo, solo será una vez y ya está... Pero no aquí obviamente.

Tone el folleto de la fiesta que habrá en el instituto, claro que iré pero no llevaré a nadie, no hay nadie a quien pueda llevar... Escuché voces y risas en el campo de fútbol, mire por mi ventana y los escoltas estaban jugando.

Apague todo en mi habitación y baje hasta el campo, mi tío me vio y detuvo el juego.

- Andrey, ¿sucede algo?- estaba sudando.

- Me aburro, no fui con mis padres y ahora me aburro, ¿por qué no estás con ellos?

- Alexander me pidió que te cuidara, él se llevó al otro bloque así que te estoy vigilando- yo reí.

- Si claro, jugando fútbol eh.

- ¿Te apuntas?

- Sabes que no se jugar, no quiero golpearme- mire el balón y pensé en Kayla- pero esta bien.

- Venga- paso un brazo por mis hombros- ¡Chicos!- los demás se acercaron, me pone nervioso jugar contra todos ellos, son altos, músculos y con mucha fuerza- Andrey jugará, ¿Ya sabemos quien es Andrey verdad?

- Claro que si Evan, no somos idiotas, el jefecito- dijo uno de ellos y me sonrió.

- El que lo lastime, se atendrá a las consecuencias con el verdadero jefe, con su esposa o conmigo, recuerdo que es mis sobrinos así que despacio.

- ¿Crees que aguantará el ritmo del partido?- mire al responsable de esas palabras.

- Andrey puede con todo- dijo mi tío- pero no por eso te le vas a lanzar encima a matarlo, te lo advierto.

******
No se me da tan mal el fútbol, no soy tan bueno como André o Emilio pero al menos se que no le tengo miedo al balón.

- ¡Andrey!- mire a mi tío el cual me paso el balón y yo sin pensarlo tiré hacia la portería, tuve éxito- ¡Genial!

- Juegas de maravilla eh- me dijo uno de los escoltas, llevamos jugando mucho tiempo, no se nisiquiera que hora es.

- Gracias, voy aprendiendo- mire a mi tío- ¿Que hora es?

- Once y media, se me hace raro que tus padres aún no lleguen- salimos del campo, los dos estamos muy sudados, una ducha no viene mal- Las camionetas no están, ya es muy tarde- me empecé a preocupar.

- ¿Crees que hayan entrado al cine?- pregunté.

- Tal vez- las puertas se abrieron y entraron las camionetas- Mira, ya están aquí- los autos no estaban bien, tenían rastros de bala- ¡Maldita sea!

- ¡Evan ven aquí!- le dijo uno de los escoltas, yo también me acerqué pero ellos me detuvieron- No tú no, quédate aquí- me detenía con los brazos, yo intentaba que me soltara.

- ¡¿Donde están mis padres?!- me movía bruscamente para que me soltara- ¡Quiero a mis padres!- mamá bajo del auto abrazada por mi tío estaba llorando y tenía sangre en sus manos y en la ropa- ¡Mamá!

- No te acerques a la camioneta, por favor- me dijo el escolta que me detenía, mi madre se acercó corriendo hacia mi y me abrazó tan fuerte que casi me deja sin aire.

- ¿Por qué traes sangre? ¿Donde está papá?- me miro y estaba realmente afectada, mire a las camionetas y se me revolvió el estómago- Mamá.

- Andrey, estarás bien ¿vale?- dijo mi tío.

- Claro que no, mamá tiene sangre, las camionetas rastros de bala y no veo a mi padre- un grupo de escoltas sacaron armas de la camioneta, fue cuando me solté de mi mamá y logré acercarme.

- ¡Andrey! ¡No dejéis que se acerque!- dijo mi madre pero fue inútil, aparte a toda la gente, papá estaba sangrando, tenía la mirada en otro lugar, estaba a punto de cerrar los ojos.

- No... No, no, no- me subí a la camioneta y lo moví, justo en el pecho, ahí tiene el impacto- Papá por favor mirame.

- Sal de aquí...- dijo con dificultad, la sangre también le salía por la boca, la escena es horrible- Andrey vete.

- No me pienso ir de aquí, mirame- su respiración era lenta y su pulso igual- por favor papá no cierres los ojos- dije llorando, intentaban sacarme del auto pero yo saqué fuerza y los empuje para que me soltaran- Te necesito conmigo.

- Hijo ya...- apretó mi mano y cerró los ojos pero yo hice que los abriera de nuevo.

- ¡Ya nada! ¡Abre los malditos ojos papá!- trataba de mirarme- mamá y yo te necesitamos por favor- lo miré y había cerrado los ojos- ¿Papá?- me sacaron de la camioneta- ¡Sueltame!

- ¡Andrey mirame!- era mi tío Aron.

- Tío, papá murió... ¡Cerró los ojos!- habían más autos, los demás llegaron y también había una ambulancia.

- Andrey- lo miré- voy a salvar a tu padre, mi hermano estará bien pero necesito que no te acerques más a él ¿vale?- asentí lentamente- Evan llevalo con Palmer y que no salga- mi tío me abrazó y yo igual a él.

- Perdí a papá- dije aún llorando.

- No, no lo hemos perdido, tengamos fé- caminamos dentro de la casa, en el salón estaban todos consolando a mamá, todos se quedaron callados- ve con ella- sin pensarlo abracé a mi madre.

- Mamá...- me aferré con fuerza a ella.

- Todo va a estar bien cielo.

- Papá cerró los ojos... Los cerró mamá.

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