Eres todo para mi. ||Sasuke Uchiha||

🍃Prólogo🍃

||Narradora||

21 DE JULIO 

5:30 AM

En la sala de parto numero 4. Tsunade Senju, nieta del primer Hokage y una Sannin de Konoha gritaba afirmando la mano de su fiel ayudante, Shizune, mientras pujaba dando a luz a su primer hijo. Habían ninjas médicos y doctores presentes, puesto que era un embarazo de alto riesgo.Si algo se complicaba, cualquier cosa, tanto la princesa Tsunade como el bebe en camino podían morir. 

--Puje!-- grito el medico a cargo haciendo a la mujer soltar un fuerte grito dando todo de si para pujar cuando sintió un vacío dando a luz a su bebe, pero en ese momento no se escucho nada...

Nada.

¿Por que no lloraba? ¿Donde estaba el llanto de su bebe?

Una de las enfermeras quien tenia al pequeño simplemente bajo la mirada para negar. El doctor a cargo se levanto de su lugar para acercarse a ella y ver al bebe. 

--Mi bebe-- hablo la sannin. --¿Donde esta? Shizune...-- Apenas si podía mantener sus ojos abiertos. La maquina que monitoreaba sus latidos comenzó a sonar en fuertes pitidos.

El doctor quien iba a tomar al bebe volteo su mirada rápidamente hacia Tsunade dirigiéndose rápidamente hacia ella. 

--¡Recuerden! la prioridad siempre es la madre!-- Hablo. --Doctora hay que estabilizarla, Ninjas medico curen cualquier herida interna!-- comenzó a dar ordenes mientras que la enfermera que tenia al bebe en sus brazos salio de la sala, en su rostro se veía una sonrisa.

Camino por los pasillo con el bebe ensangrentado bien envuelto en unas sabanas que saco de maternidad. Bajo unas incontables escaleras hasta salir del hospital saltando a un techo cercano, parte de su rostro se cayo mostrando un ojo amarillo filoso como el de un reptil mostrando una sombra morada por encima de su parpado. 

A esas horas, solo estaban patrullando algunos policías o bien podrían estar durmiendo.  

Salir de la aldea fue bastante fácil, aún con el dormido bebe entre sus brazos.

En cierto punto del bosque, ya bastante lejos de Konoha una serpiente de piedra surgio del piso. En el interior de su boca varias escaleras se vieron por las cuales aquella "enfermera" bajo metiendose a una habitación con una puerta roja que parecía ser un laboratorio. 

Baño bien al bebe, quitando todo rastro de sangre, teniendo cuidado de no ser brusco. Lo envolvió en una sabana blanca y lo dejo sobre una cuna vieja llena de peluches. El bebe en todo ese momento no había emitido sonido, solo estaba calladito, bueno, calladita mirando todo a su al rededor. 

--Fue una niña Tsuna-chan-- hablo quitandose completamente aquella mascara que llevaba. El gorro de enfermera cayo junto aquel cabello castaño con partes de cuero cabelludo. Lo mismo paso con la ropa. En su lugar solo quedo un hombre con extrañas ropas de largo cabello negro y ojos amarillo cual serpiente.

--fue bastante fácil-- comento aquella voz rasposa acercándose al pequeño bebe tocando su frente con una de sus uñas. --Tan pequeña, tan frágil-- saco su lengua. --Aiko-chan...

Desde ese entonces, la pequeña Aiko creció bajo el ala de Orochimaru, siendo sometida a diversas situaciones, usándola como sujeto de experimentación. La mayor parte del tiempo la pasaba bajo los efecto de un sedante, así su cuerpo se acostumbraba bien a lo le inyectaban, como por ejemplo, las celulas de Hashirama, que su cuerpo acepto sin llevarla a la muerte como a otros bebes.

Incluso su propia marca de maldición.

Aiko habia sido su vasija perfecta, hasta que Uchiha Sasuke llegó. Toda la atención que Orochimaru tenía en ella paso a ser del Uchiha liberandola tanto de experimentos como de entrenamientos que poco más y la matan.

Solo por su mera presencia la muchacha se libero de una fuerte carga. 

Paso de ser un muchacho cualquiera a ser su héroe.

--¿esta bien hacer esto?-- preguntó afirmando el rostro del Uchiha mientras sus narices se rozaba. --si Orochimaru nos ve, tendrá otra razón para retenerme con él.

--¿que razón?-- preguntó bajando su mirada fría a los ojos de la Senju.

--Tú.