Aiko es una niña raptada por Orochimaru cuando recién nació.
¿Como? Aiko es hija de Tsunade Senju y al ser una Senju podría soportar las celular de Hashirama ademas de cualquier otra cosa que se le ocurriera hacerle.
No se puede decir que la crió...
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Abrazaba mis piernas firmemente con mi cabeza oculta entre ellas. Lo único que se escuchaba a mí al rededor eran los pasos de aquel hombre atender a Sasuke del otro lado de la cueva y mi respiración.
En todo momento tuve mis ojos abiertos admirando la nada, recordando al otro sujeto junto a Sasuke.
Uchiha Itachi ¿no?
Enderese mi espalda apoyándola en la pared atrás mío mirando mi mando entre la infinita oscuridad del lugar. Sus pulmones estaban colapsados, sus ojos ciegos y por la sangre en su boca, ese hombre debería haber estado enfermo hace mucho tiempo...
Pasar tanto tiempo con Kabuto tenía sus beneficios.
--¿acaso esperabas a que Sasuke terminará con tu vida?-- susurre. --¿O hay otra razón?-- empuñe mi mano.
Me mordí el labio volviendo a esconder mi rostro entre mis piernas.
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--niña.
Abrí los ojos exaltada levantando la mirada rápidamente encontrándome con aquel hombre enmascarado nuevamente. Frunci el ceño.
¿En que momento me había dormido?
--Sasuke ya despertó.
Mire en dirección a la parte iluminada de la cueva poniéndome de pie para pasar junto a él y correr hacia un confundido Sasuke lanzandome a sus brazos teniendo cuidado de no pasar a llevar sus heridas.
--¡Sasuke!-- caí arrodillada a su lado abrazándolo.
--Aiko... ¿Que haces aquí?
--cuidando de ti... ¡Tonto!-- escondí mi rostro entre su cuello y hombro. --me diste un susto muy grande.
Senti como movió sus brazos rodeando lentamente mi cuerpo abrazándome de vuelta. Incluso apoyo su cabeza en mi hombro apretandome más contra él.
--Aiko... Mate a mi hermano, mate a Itachi!
Se le escuchaba hablar con tanto dolor que me hizo sorprender sinceramente.
--¿no es eso lo que querías desde un principio Sasuke?-- le pregunté. --¿matarlo? ¿Vengar a tu clan?-- me separe de él tomando su rostro con una de mis manos acariciando su mejilla con mi pulgar.
