Aiko es una niña raptada por Orochimaru cuando recién nació.
¿Como? Aiko es hija de Tsunade Senju y al ser una Senju podría soportar las celular de Hashirama ademas de cualquier otra cosa que se le ocurriera hacerle.
No se puede decir que la crió...
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||PROTAGONISTA||
En dado momento de nuestra aventura, nos detuvimos de golpe, justo cuando uno de los "Akatsuki" con tan distintiva capa con nubes rojas se nos puso en frente. Era completamente azul con agallas en sus mejillas y dos circulares ojos, en pocas palabras, un tiburón humanoide...
bien, otra cosa que agregar a mi lista de animales que hablan.
--Solo Sasuke-kun puede ir más allá de este punto-- dijo con una sonrisa burlona en su rostro. --Son las ordenes Itachi-san, en cuanto a los demás, son bienvenidos a esperar aquí.
--Bien-- respondió el Uchiha.
--Sasuke-- lo llame. --el plan era ir todos juntos...
--No deseo pelear pero si insisten, no tendré piedad con ustedes-- dijo con burla el tiburón.
--Quédense aquí, esta es mi venganza y mi lucha-- continuó Sasuke volteando a mirarnos. Sus ojos estaban en un tono carmesí, nos observo a todos hasta posar su vista sobre mi. --Y ni sueñes en seguirme Aiko-- sentencio para simplemente darnos nuevamente la espalda y saltar al techo siguiente desapareciendo entre las hojas de los arboles.
Me cruce de brazos sentándome y cerrando los ojos.
Estábamos en el enorme techo de una de las tantas posadas del lugar.
Si no regresaba en media hora, iría por él, tenga que pasar por encima de ese tiburón parlante. Sasuke es todo para mi, y no lo dejare morir por una tonta "venganza", me salvo de la soledad, de los experimentos que Orochimaru hacia en mi, incluso salvo mi cuerpo de ser su recipiente. Debo devolverle muchos favores...
Lo quiero...no...
Puse ambas manos en mi pecho.
Lo amo, fue, es y sera el primer hombre que toco mi cuerpo, al que le di lo màs preciado que tiene una mujer. Abrí mis ojos al notar una pequeña pelea entre Suigetsu y El tiburón. Me arme de valor poniéndome de pie. Junte mis manos en un sello.
--Moku Bunshin no Jutsu-- susurre, de mi costado comenzó a surgir varias ramas formando a una persona parecida a mi hecha completamente de madera, tardo al rededor de unos minutos en formarse completa. --Quédate aquí-- ordene. --Y actúa como yo-- mire a mi al rededor notando la directa mirada de Karin sobre mi.
Me sonrió muy leve.
--Asegúrate de que este a salvo Aiko-- movió sus labios sin emitir ruido. Junto sus manos y una enorme nube de humo salio privándonos a todos de visión. Esta era mi oportunidad, así que corrí y salte al siguiente techo saliendo rápidamente de la nube saltando directo a los arboles emprendiendo camino por la dirección donde se había ido Sasuke.
--Esperame...
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No iba ni a medio camino ya cuando el cielo se había oscurecido y había comenzado a llover. Hace no mucho atrás había visto un enorme dragón de rayos...el famoso Kirin de Sasuke. Apreté los puños fuertemente aguantándome con todo las ganas de llorar.
Hace ya una hora que llevaba corriendo y aun no podía llegar.
Salte sobre las copas de los arboles dejándome caer sobre las ramas. Mi respiración estaba agitada y mi pecho dolía fuertemente, pero no me importaba, tenia que seguir.
Al rededor de unos 30 minutos, llegue a mi destino, una especie de sala de reunion de los Uchiha, habían muchos abanicos de papel dibujados por las paredes, en cuanto entre, me dirigí a la sala principal, donde todo esta totalmente destruido, lleno de sangre y armamento ninja. Un rayo me hizo subir la mirada al techo, donde había un enorme agujero por el cual subí sin problema encontrándome con dos cuerpos tirados en el suelo.
Uno de ellos al parecer era de Uchiha Itachi y el otro...
--¡Sasuke!-- grite corriendo hacia el, dejándome caer de rodillas arrastrándome un poco, mire su rostro, sus ojos estaban cerrados, tenia sangre en su frente, estaba muy herido. Puse dos de mis dedos en su garganta, sobre la vena mas grande que marcaba el pulso del corazón. En cuanto la sentí palpitar, unas cuantas lagrimas escaparon de mis ojos cayendo sobre su rostro.
Estaba vivo...
Abrí mis ojos con sorpresa volteando rápidamente hasta el otro cuerpo. No respiraba puesto que su pecho no subía o bajaba. Gatee hasta él lentamente poniendo mi mano en su pecho acercándome a su rostro. Sus ojos estaban abiertos.
Apreté los labios acercando mi mano libre hasta él cerrándolos.
Me senté bien arrodillándome para mirarlo.
--No moriste por algún ataque de Sasuke...¿verdad?-- pregunte al aire poniendo nuevamente mi mano en su pecho. --Estabas enfermo, a pesar de que tu corazón se detuviera, tu flujo sanguíneo esta extraño...y tus pulmones colapsados, espero encuentres paz, luego de todo el mal que le causaste a tu pequeño hermano menor.
Me hice a un lado volviendo con Sasuke, tomándolo entre mis brazos y abrazándolo mientras posaba mi mano en su pecho rodeada de un chakra verdoso intentando sanarlo de sus heridas más graves por lo menos hasta que una presencia me hizo subir la mirada.
Un hombre enmascarado me observaba no muy lejos de mi posición pero acercándose. Por su capa...
Negra con nubes rojas...
Debe tratarse de un Akatsuki.
--¡Aléjate!-- grite dejando con cuidado a Sasuke en el suelo para juntar mis manos y hacer varios sellos. --Mokuton: Sashiki no Jutsu
Los árboles de los alrededores se acercaron sacando varias espinas grandes que se posaron a mis espaldas dispuestas a atacar al enemigo.
--sino me dejas ayudarlo morirá-- hablo.
--yo puedo sola... ¡Ahora vete!
--¿siquiera sabes que es lo que tiene?
--....
--Eso creí.
--iré a donde el vaya...-- sentencie.
--como lo desees.
En ese momento solo vi un espiral.
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