—Es una buena prometida, sabe perfectamente cuando guardar silencio.
—Se lo dije. Es un encanto.
— ¿Me la cambias por mi esposa?
Continúa bebiendo su té, sin prestar atención a la conversación que se desarrolla en la mesa. Prefiere evitarse la humillación, muchas gracias. Por no decir que sigue embotada, pensando en lo que paso anoche con Namkyung.
No fue un beso corto. Tampoco el único. Para cuando la dejó arriba de nuevo, no tuvo ganas de quitarse de encima, solo de seguirla abrazando y que juntara los labios casi tan anchos y esponjosos como los suyos. De forma discreta limpia su labio inferior, el que mordió para poder introducir la lengua y profundizar el contacto.
Como la sostenía de la nuca, el juego delicado con su cabello negro. Exhala, viendo a un lado, ella tampoco pudo reprimirse demasiado, imitándola en mover la lengua, en acariciar la boca y enredar sus pequeños dedos en las hebras de longitud irregular.
—Jimin—Gira hacia Hyungsik, con gesto adormilado y las piernas demasiado juntas bajo el ancho y pomposo vestido—. Puedes retirarte, no queremos aburrirte. Ya es tiempo de hablar de otras cosas.
—Claro—Jihan arrima la silla para que pueda levantarse—. ¿Me trajiste las pinturas que te pedí? —Hyungsik asiente—. Gracias. —Le da un beso en la mejilla para salir del paso e ir directo a su habitación. Afortunadamente funcionó.
Cierra la habitación y toma su libreta con rapidez, anotando el nombre de Namkyung en la esquina de los dibujos que hizo de ella y añadiendo algunos detalles que pudo notar anoche. El patrón de su cola, las aletas que tiene a los costados, lo profundo del rapado en los costados de su cabeza y la forma exacta de su rostro.
Lleva los dedos a sus labios, tironeándolos un poco antes de jadear. Namkyung la había puesto encima suya para seguir en ello, desparramando el cabello irregular en la cubierta de madera y tomarla tanto de la cabeza como de la cintura, con el pijama empapado y transparentado.
— ¡Ya! —Se reclama a sí misma. No puede estar pensando tanto en eso. Le genera ese mismo ardor extraño entre las piernas. Deja el cuaderno donde lo guarda y decide rebuscar en su armario. Consigue su flauta. La distraería lo suficiente.
Del beso más alucinante de su vida, dado por una mujer. El primero fue con Momo, un simple pico de juego por parte de la mujer mayor, incitándola a no quedarse mirando y ser más atrevida.
¿Atrevida con qué...? Solo me han atraído... detiene su andar a mitad de camino, meditando aún más la situación. A quienes se ha detenido a admirar todo el tiempo, incluso más joven como los trece o catorce años.
Sus amigas del ballet, las profesoras de danza, de tutoría, las que debía "juzgar" por x motivo en alguna fiesta... jamás había dado cuenta de lo mucho que mira a las mujeres, de lo mucho que atiende a las sonrisas, el trato, ademanes, conversación en general. Frunce las cejas.
—Me gustan las ¿Mujeres? —murmura incrédula y aturdida. El asunto con Namkyung vuelve a darle una bofetada para un SI rotundo que aún no sabe cómo procesar.
Llega hasta donde siguen los arbustos que Hyungsik compró. Su centro predilecto de lectura. Leer implica mucha cabeza y eso no es lo que quiere. Se sienta en el suelo, dejando las piernas colgando al borde de la cubierta. El barandal es abierto aquí por temas decorativos, así que es cómodo y perfecto.
Toma aire e inicia a tocar. La melodía suave acompaña a la perfección el sonido del mar. Acoplándose de forma armoniosa. No pasa mucho tiempo antes de que un sonido se una a ello. Más específicamente un canto que logra reconocer. Sonríe ligeramente al ver a la sirena de ojos grandes apoyada al borde, con los ojos cerrados y cantando a su manera, acompañando la flauta en su silbido. Cuando Jimin acaba ríe, la sirena arruga la nariz.
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Mermaids Wife
Fanfiction"Las escuchaste sin cesar, tus ojos que no dejan de brillar, sin saber que te volviste una más. Casada con el mar y las sirenas que hacen tu alma resonar." AU!Mermaids Pairing: Fem!Ot7 Advertencias: Genderbend, Fem!Version, Smut, Fantasy, Lenguaje O...