—Lo que menos he extrañado es el olor a caballo. Parece que nadie sabe limpiarlos bien. Es deprimente. —Acaricia la cabeza del corcel que se lo permite. Desde siempre ha tenido buena mano con los animales, no obstante, hasta ahora sucede que es tan obvio.
Cada perro, gato o pájaro del lugar se intenta acercar. Es entre tierno y curioso. No desaprovecha la oportunidad. Hyungsik insiste en que no lo haga, que es asqueroso porque la mayoría son callejeros. A ella no le importa. Para empezar, lleva guantes y aun si no los tuviera, los acariciaría. Son animales que vienen buscando de cariño.
La hace pensar un poco en las sirenas.
—En casa hay un establo más grande al que tenías. Te aseguro que ahí no hay este "olor deprimente". —Da una risita antes de subir al animal. De regreso al puerto. Estuvieron descansado par de días en un hotel de la parada en la que quedaron. Ya es tarde y piensan zarpar de noche. Pues la corriente de la zona funciona mejor a esas horas.
Parecido a lo que le dijo a Hyungsik hace tiempo.
A medida que andan Jimin percibe el aumento de olor a salitre. El puerto es muy grande y al mismo tiempo, da lugar a una playa. Siendo turístico y rara vez lugar de negociantes, el agua permanece más limpia.
—Iré a arreglarlo todo. Cuando suenen el silbato regresa. —Asiente, desviándose para ir a cabalgar por la playa un rato. Es un pequeño placer culposo que tiene.
No se aleja demasiado. Apenas lo suficiente para que el barullo del puerto se calle y pueda suspirar. El sol comienza a caer por el ocaso, dando un aspecto naranjo al cielo. Baja del caballo y se quita los zapatos junto a las medias para meter los pies en el agua. Está tibia. Suspira agradada por ello.
— ¡Hola! —Saluda al notar el medio rostro saliendo del agua. Sale totalmente esa sirena sonriente con cola de pez dorado. La misma que la jaló al agua—. Tenía tiempo sin verte—Menciona a más se acerca, quedando casi totalmente fuera, con alguna que otra pequeña ola empapándola y su largo cabello cobrizo—. Me alegra que vengas a verme. —Ella sonríe, girando y quedando con la espalda en la arena.
Jimin continúa caminando, levantando agua y la sirena deslizándose sin problema, salpicándola a propósito. La mujer se ríe, dando algunos saltos, los que su ropa le permite. Gira, con los bordes de su vestido mojados y generando pequeñas gotas. La sirena se ríe, girando en sí misma y con la mala suerte de que una ola un poco más fuerte le da por la espalda.
— Ay pobrecita. —ríe, cubriéndose la boca. Se le vino todo el cabello a la cara y hace un puchero.
El caballo la sigue a paso lento y relinchando apenas de tanto en tanto. La sirena acomoda su cabello y frota las mejillas con las manos, arrugando la nariz. Jimin niega con la cabeza. Es muy divertida. Había olvidado lo mucho que le sale sonreír estando con ella.
— ¿Cómo te llamas? Quiero saber le nombre de todas. Ven aquí.
Apartada de la orilla, escribe en la arena. Tal como hizo con Sujin. La sirena se dedica a hacer dibujos mientras Jimin no enuncia lo que pueda parecer su nombre. Da golpes con la cola cuando da la primera silaba y al decir la segunda levanta los brazos, sus senos dan un suave tumbo.
—Hosook. Que nombre tan lindo. Te queda bien—Mira arriba con una mano en la mejilla, halagada—. Aunque para ser más corto y lindo, podría decirte Hobi ¿Te gusta? —Asiente con rapidez—. Bien. Hosook Hobi, un gusto. —Bromea arrugando la nariz, la sirena entona a su forma tan particular y divertida.
Escucha el silbato, levanta apurada y busca con la mirada donde dejó sus zapatos. Bueno, puede volver sin ellos, no son la gran cosa.
—Me tengo que ir—Ella hace un puchero—. Nos vemos después ¿Sí? —Hosook saca un poco los labios, siendo afirmativa—. Hasta pronto. —Despide dándole un beso en la mejilla. La sirena la toma antes de que se vaya y le da un beso en los labios, sorprendiéndola.
Ríe un poco, dando golpes con la cola llena de arena. Jimin hace puchero antes de subir de lado al caballo. A medida que se aleja, la ve entrar de nuevo al agua, con lo último visible siendo parte de su cola. Llega al puerto, donde Jihan no tarda en cargarla al notar que no lleva zapatos o medias siquiera.
— ¿Qué estuviste haciendo? —pregunta Hyungsik confundido al notarlo.
—Estaba jugando un poco en la orilla. Aquí el mar es fenomenal. —informa, moviendo un poco los pies.
— ¿Eres una niña acaso? —cuestiona irritado, sin considerar que eso estuviera bien en lo absoluto. Jimin se encoge de hombros con desinterés.
—Tardaron mucho y yo quería tocar el agua. Al menos un poco. —excusa sin dar vueltas al asunto. Aun sin Hosook, habría estado jugando allí.
Jihan la pone en su cama y busca para secarle los pies. Jimin inclina la cabeza, sorprendida por el cuidado con el que se lo toma. No es necesario. Baja el vestido cuando nota la caricia subiendo desde el talón hasta media pantorrilla.
—Ya estoy bien, Jihan, gracias. —Corta con mal humor. El sirviente sonríe cordial, asiente y la deja sola en la habitación.
Jimin levanta y da algunos pasos sueltos en la habitación, jugando aun, como si siguiera en la costa y es que con ese canto tan animado y contento, es imposible que no le den ganas de bailar, así sea torpe y sin la gracia usual. Sino simples giros y saltos, jugando con su vestido pomposo y que permanece con el hedor a agua salada por las puntas mojadas.
El cabello se le suelta en varios puntos, medio recogido. Se deja caer el piso riendo antes de correr a la ventana y asomarse, viendo a Hoseok cantando y riendo.
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Hosook:
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Mermaids Wife
Fanfiction"Las escuchaste sin cesar, tus ojos que no dejan de brillar, sin saber que te volviste una más. Casada con el mar y las sirenas que hacen tu alma resonar." AU!Mermaids Pairing: Fem!Ot7 Advertencias: Genderbend, Fem!Version, Smut, Fantasy, Lenguaje O...