38. Mar de bodas

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— ¿Por qué nos desviamos? ¿Qué es lo que sucede? — cuestiona el padre de Hyungsik.

—L-lo siento señor, pero por algún motivo la corriente nos trajo hasta acá. El timón parecía moverse solo. —Responde el capitán. Jimin ve a todos lados ¿Por qué se callaron? ¿¡Donde están!? Logra soltar el agarre de Hyungsik en ella, acercándose al borde y viendo abajo. No hay nadie. Apenas la suave corriente que agita el agua en mar profundo.

—Devuélvanos a puerto ahora. —Ordena Hyungsik

—E-es que-

—A puerto, inútil, hágalo. —Ordena entre dientes antes de voltear hacia los invitados—. No se preocupen, no se preocupen. Esto fue una pequeña broma de parte de la tripulación. Ya retomaremos el rumbo hacia el puerto. —Anuncia y la cotidianidad regresa casi por completo. Entre el barullo y sin que Hyungsik esté lo suficientemente próximo, se escucha una voz gruesa, clara e irreal por encima de todo. Ocasionando mutismo.

—Jimin.

La nombrada se gira, con la sorpresa en su rostro. De entre la gente y en paso tranquilo aparece Namkyung. Peinado alto y sencillo usando un vestido pomposo. Su expresión amable y tranquila solo confirma que es ella. Una sonrisa tenue y suave. Jimin mueve la boca incrédula, dando un par de pasos hacia ella.

—Nam- Namkyung. —Nombra sonriendo amplia y llorosa.

—Aquí nadie volverá al puerto en un buen rato—Anuncia Namkyung acercándose a Jimin. Usando un pañuelo le empieza a limpiar la cara—. A menos claro, que decidan dárnosla.

—Tú- Tú quién eres. Que estás haciendo en mi barco. —Pregunta Hyungsik acercándose. Jimin exhala. Con expresión sorprendida por oírla hablar. Nunca lo ha hecho. Por no decir que está vestida y de pie justo frente a ella—. ¿Cómo te atreves...?

—Eres un hombre tan odioso y parlanchín—Jimin contiene el aliento—. Belleza desperdiciada en tu rostro. Eres tan mala persona que te pudres por dentro— ríe divertida, pasando a un lado y andando agraciada. Sujin abre un abanico y se echa aire—. Tanta falta elegancia. Estas asfixiándola. —Hay exclamaciones horrorizadas por el tirón que hace al vestido de Jimin. Rompiéndolo. Sujin sonríe a Jimin que sigue en la impresión de que estén hablando y de pie. No las estaba imaginando ¡De verdad están aquí!

— ¡Guardias! ¡Saquen...!

— Nonono ¿Quién va a sacar a nadie? —Jimin siente el peinado suelto. Con el cabello cayendo tan largo es—. Que amargado eres.

— ¿¡De dónde salieron tosas ustedes!? ¡No estaban invitadas!

—Es que será tonto. —lamenta Sujin.

— ¿Crees que el paseo en el mar fue una idea de la nada? —tararea Hosook en una risita, las seis ahora acumuladas frete a Jimin que se sostiene de la mano de Jeonggoo.

—Para que tiren mierda a nuestro hogar. —repone Yoonji con mal humor.

— ¿Cómo están aquí? —balbucea Jimin confundida. Jeonggoo gira la cabeza y le sonríe.

—Vinimos a buscarte, por eso estamos aquí.

—Ustedes no tienen derecho alguno para estar tocando a mí esposa. Apártense de una maldita vez. —exige Hyungsik. Taehee lo detiene con la mano, dándole un empujón que no parece la gran cosa, pero el tambalea con tal fuerza que hace dudar de ello.

—No, te equivocas con eso—Su voz gruesa sorprende—. Quien no tiene derecho aquí eres tú.

—A final de cuentas, quien está tocando a mí esposa sin permiso, eres tú.

Mermaids WifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora