44. Esposas del mar

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— ¿Las piernas? Ah, eso... No creas en equivocados; No podemos tenerlas cuando nos plazca.

—En realidad, cada paso dolía como andar sobre agujas. —Informa Sujin con un escalofrío.

—Solo lo hicimos para ir a buscarte. Es un proceso muy raro que no queremos repetir ni tú, experimentar. —Afirma Yoonji.

—Tomaron muchas molestias por buscarme.

—Lo que sea por ti. —Ronronea Jeonggoo dándole un toque en la mejilla y Jimin ríe.

No hacen otra cosa que nada por ahí. Avanzando a donde sea que el destino las lleve en esta ocasión. El agua de temperatura media y cantos constantes de ballenas cerca. Jimin alza la mirada un instante. Viviendo en el agua debería extrañar la tierra, el cielo, su familia, otras tantas cosas y la realidad es que no sucede. Aquí sacia tantas dudas, es tan libre que ni siquiera es consciente del tiempo que ha transcurrido. Una pregunta llega a su mente de golpe y sale del mismo modo:

— ¿Por qué Namkyung, Yoonji y Sujin lo tienen grande? El mío no lo es tanto.

Sujin de plano golpea con un cardumen de peces y se sacude intentado quitárselos de alrededor. Namkyung se lleva una mano a su área íntima y Yoonji la mira con ojos entrecerrados. Pensaba que Sujin era descarada y Taehee su aprendiz, pero sin duda Jimin se las lleva por delante sin ningún problema.

—A mí tampoco me han contado porque eso. —admite Jeonggoo dándose toques en la mejilla.

—Ni a mí. —Hosook se lleva las manos a las mejillas con sorpresa.

—Yo lo sé, a Sujin se le escapó cuando le echaron vino encima una vez—ríe Taehee dando vueltas alrededor de ella—. Aunque no todo. Ni siquiera sé cómo llegaron ustedes cuatro aquí. Eso nunca lo han contado.

—Ya no vendrá más nadie, así que podrían contarlo. —comenta Jeonggoo. Levantan la mirada, notando un grupo de ballenas pasando. Nadan hasta donde están, sentándose en el lomo de una que canta de vez en cuando. Jeonggoo le da suaves palmadas.

— ¿Y bien...? —Apura Jimin con emoción--. ¿Qué es?

—Lo que pasa es que antes teníamos cuerpo de hombre.

Jimin hace un círculo con la boca, Jeonggoo mira un punto muerto con los ojos abiertos de par en parte y la mandíbula apenas caída. Hosook da una risa nerviosa. Taehee finge estar sorprendía.

—Es decir-

—En algún momento fuimos "hombres"—dice Namkyung agregando comillas con los dedos—, pero dejamos de ser así. Siempre me consideré una mujer, así que tan solo me hizo feliz ser así. —afirma sonriente—. Antes me llamaba Namjoon.

—Yoongi.

—Seokjin.

—Wow. —dicen las cuatro a la vez. Taehee sabía que fueron corporalmente hombres, lo demás si es nuevo incluso para ella.

—La primera en llegar fui yo. Mis padres me dieron como sacrificio a Poseidón por tener problemas con los caballos, con el mar carente de peces—Sonríe incómoda y triste—. Me enviaron a ahogarme.

—Oh no...

—Hubo una tormenta. Mi barco se hundió y cuando desperté ya estaba así. Sabía que debía hacer. Ni siquiera yo soy capaz de explicar que pasó... Tan solo que hubo alguien elogiándome por ser hermoso y que con ello ayudaría a muchos a embellecer sus relatos, fantasías y conocerse a sí mismos. —suspira contenta con una mano en su pecho.

—No todo tiene explicación. —dice Yoonji y Namkyung asiente.

—Yo era filosofo. Me gustaba pensar demasiado, hallar la forma de recordar lo que todos han hecho en su vida. Guardar sus memorias... entonces vi a Sujin—Señala y ella se peina, con deje coqueto—. No la entendía en nada, pero me hacía muy feliz su compañía, escuchaba todo lo que contaba.

Mermaids WifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora