21. Compañía doble

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—Nos queda una sola parada hasta llegar a casa, finalmente.

—Y nuestra boda. —Suena los labios, con tono neutral ante aquella idea. Cada día, la boda se le hace más un corte a lo que está viviendo en este momento ¿Cómo hacer que no termine? Esa es la gran cuestión. Hasta donde sabe, la vivienda de Hyungsik es lejísimos del mar. Problema número uno.

Problema numero dos: Estaría casada y aunque en teoría ya está en una relación, no le gusta a idea de engañar. Es muy rastrero. Ni siquiera comprende del todo su lógica al respecto. Hyungsik le acaricia los hombros, dando un masaje un poco fuerte.

—Espero que, para ese momento, entiendas tu lugar como mi esposa.

—Ya lo hago.

— ¿En serio?

—Más de lo que te imaginas—Gira para mirarlo—. Casarnos, tener un hijo que sea tu heredero y continuar hasta la muerte nos separe. —Regresa la vista al espejo.

El resumen de su futuro es tan... ¿Deprimente? Literalmente no hay más. Solo vivir a costa de Hyungsik y lo que desee. Porque será su esposa y una buena esposa complace a su marido. Frunce ligeramente las cejas ante el pensamiento de ello. Hyungsik le palmea los hombros. Acercándose y dándole un beso en una de esas rellenas mejillas.

—Exacto, me agrada que seas consciente de ello—La abraza y Jimin sonríe levemente—. Pero como me entere que te estás tocando tu sola de nuevo—El agarre se aprieta, llegando a lastimar—. Voy a asegurarme de que sea permanente el que no sientas.

Abre los ojos con espanto, quedándose sentada frente al tocador. Hyungsik sale de la habitación y Jimin da un golpe a su pierna. Maldito traidor. Chasquea la lengua y acaba de peinarse ¿Qué más da? Tampoco es el fin del mundo porque descubra algo como eso. Es mejor que crea eso a que le está siendo infiel con algún hombre ¿No?

. . .

—Una mujer dejar de sentir—medita un poco—. Sí, claro que hay una forma. Basta con retirar los tejidos alrededor de tu vagina. Se llama ablación. Es muy común en niñas de otros continentes y culturas, también en mujeres que sus esposos consideran que deben apaciguar.

—Apa... ciguar. —balbucea muerta de impresión, con el horror en su expresión.

—Sí. Evitar infidelidades, que descuiden a sus hijos por estar "hormonales", etc. O bien padres que consideran que su hija será un problema si es demasiado "inquieta" —Levanta de su asiento—. Personalmente no apoyo la práctica. Menos que sea otro quien al exija. Es mutilar un cuerpo por gusto y está demostrado que solo causa más daño que beneficios.

— ¿Cuáles daños?

—Hasta ahora, ha habido mayoría de suicidios tras la ablación y es que esa zona es muy sensible. No solo que cortarla y que sane es difícil. Sino es porque rompen la operación y el dolor las atormenta, una infección, es que no sienten nada—Enuncia tajante—. Es como cortarle el pene a un hombre. Se vuelve frustrado. Está manso, quieto, pero resulta una tortura para él a largo plazo. Somos humanos, nos gusta el sexo.

Jimin aprieta los labios, con el pánico marcado en su cara ¿Hyungsik puede ordenar que le hagan eso? La sola idea le da escalofríos.

—Tranquila, dudo mucho que nadie te la haga. Está prohibida en nuestro país.

— ¿Eso importa? —Cuestiona en voz baja—. Es un noble, frente a otros, incluso lo que me hizo aquella ves, estaría bien. Ilegal o no, podría hacérmelo solo porque es mi... mi...

—Marido. —Concluye.

Jimin sale del lugar, confundiendo a Wonho. Huye a donde le dijeron que sería un buen lugar de danza y toma un respiro profundo. Pensando demasiado en que Hyungsik sería su "esposo", palabra bonita para decir que es su dueño y puede hacer lo que le dé la gana con ella. Incluso eso. Vuelve a inhalar profundo. Buscando calma.

Mermaids WifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora