Mermaids Wife

11. Alguien para llorar

El día transcurre muy rápido después de semejante momento de desilusión. A veces considera que son simple y llanamente un sueño. Uno hermoso que acaba porque ninguno dura para siempre. Triste y deprimente como la realidad y vida misma. Permanece en su habitación sin muchas ganas, apenas le dio tiempo de escribir en su cuaderno que la sirena de cola como Pez ángel se llama "Jeonggoo".

Jeonggoo y Namkyung.

Jeonggoo o Namkyung.

¿No puedo elegir a ambas? Son tan lindas. Exhala agotada de tanto meditarla. Todas le parecen tan imposiblemente perfectas que duele. Duele mucho en su humanidad incapaz de permanecer más con ellas y tener que conformarse con su vida mundana. Ya es tarde, cenó sola y no sabe dónde está Hyungsik. Tampoco le importa. Se quita los pendientes, los anillos, collares y demás accesorios. A poco o nada de empezar a soltar el peinado la puerta se abre.

— Cene a solas porque no sabía dónde- HY-Hyungsik—Le cae en la espalda. siendo más peso del que acostumbra y por ello casi cayendo de cara al tocador—. Estas pe-

—Esposita, esposita, mi bella futura esposita—Tararea balanceándose con un olor a alcohol enorme. Jimin tose disgustada por ello. La puerta se cierra. Jihan desde fuera como siempre—. Que bella mi futura esposi-

—No me toques cuando aún estoy-

—Parece que no está tan dejada ahora.

Su pulso acelera al notar ese invitado dentro de la habitación. Toma asiento de forma brusca en la cama. Borracho por igual y la ropa mal puesta de entrada. Jimin mueve los labios, entre sorprendida y asustada de tener a este tipo en su habitación ¿Qué tan mal está Hyungsik para dejarlo pasar? El corsé apretando la está mareando de manera terrible. Pues aparte de Hyungsik abrazándola, la prenda la deja sin aire. Su prometido continúa balanceándose hasta forzarla a estar más cerca del otro hombre que tira el tabaco a medio consumir al suelo. De pura suerte no se incendia.

—Hyungsik ya suéltame.

—Mira, mira mira es justo—Quejumbra por los apretones a los senos—. Como te dije. Son las más suaves que vas a ver en tu vida ¿Verdad que si cielo? Que tienes las mejores tetas solo para mi—La besa en el cuello mientras Jimin continua removiéndose con menos fuerza, consecuencia de la visión negra y mareada. Respira a duras penas por la boca—. Y los labios son bellos, mira sus labios. Boca de bebé.

—No sé qué pensar de unas tetas tan cubiertas

— ¡Hyungsik...!

—Es solo una mostradita cariño, no seas así, déjanos ver un poco.

Al mismo tiempo que la ayuda a respirar, su cuerpo entero sufre un temblor lleno de pánico. Su pecho al descubierto y sujeto por Hyungsik para exhibirlo como si no fuese más que una cosa y no ella, un ser viviente que claramente está renuente a que continúe así. El noble se ríe con la satisfacción en su mirada ante la imagen. Habiéndola visto tan forrada todo el día y ahora tener toda esta piel ante él es imposible simplemente no apretarla a gusto.

— ¡YA SUELTENME!

Su exigencia vino acompañada de una bofetada al recién conocido y un codazo a Hyungsik. Sube los trozos de su vestido para cubrirse. Su rostro lloroso y compungido, junto a la mirada temblorosa que no atina a entender ni siquiera dónde está la puerta. Cuando la ubica y plantea ir por allá, un golpe en la cara la detiene. Se cubre la zona y retrocede, asustada.

—No te atrevas a hacer eso de nuevo ¿Entendiste? —Un quejido suave le escapa de los labios—. ¡Te pregunté si entendiste!

—JIHAN AYUDAME. — grita sin saber que más hacer para ayudarse. El sirviente no tarda mucho en entrar.