La mudanza

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Volkov esbozó una sonrisa al volver a ver aquel portal y ascensor.
Horacio se percató de esto,
-¿Está usted...?
-¿Disculpe?
-Nada que... Nunca le había visto sonreír, es usted un hombre muy serio.
El ruso carraspeó para disimular y cambió de tema.
-Bueno, estoy cansado.
-Si si.

Horacio pulsó el botón del ascensor y metió al comisario dentro.

-Está usted mejor cuando sonríe, dijo horacio.
-¿Disculpe?
-Va a gastar esa palabra al final.

A Horacio le encantaba poner a Volkov, un hombre tan serio como el, nervioso.
El ruso solía sonrojarse con facilidad, no estaba acostumbrado a que le dijeran cosas bonitas o agradables.

Los pocos segundos del ascensor se convirtieron en siglos por la incomodidad de la situación.

Por fin se abrieron las puertas de aquel impecable ascensor.

Dan sacó al comisario de allí y le dirigió a la puerta de su casa.
El ruso sacó las llaves de su bolsillo y metió la llave en la cerradura.

Mika escuchó la llegada de su dueño por fin y se dirigió corriendo a el.
-Mikaa, hola bonita, ¿me has extrañado?- cambió totalmente la voz y actitud de este.

Horacio no puedo evitar reírse.
-No sabía que usted era un oso de peluche, parece usted tan serio...

Volkov no sabía que decir así que lo único que salió de su boca fué,
-Cogeré mis cosas...
-Le acompaño.
-¡No!, Digo... No, quédese aquí- se le veía nervioso.

Horacio no sabía que ocultaba aquel ruso en su casa, pero lo que sabía era que de ninguna forma el quería que entrara allí.

(Perspectiva de Volkov)
-Menos mal que no ha pasado- pensó este.
Agarró una bolsa de gimnasio y metió varias camisas, pantalones, y cosas de valor para el, ademas de artículos de higiene.
Su casa estaba hecha un desastre, había cajas de pizza por todas partes, latas de cerveza, etc.
No tuvo tiempo de recoger su casa antes de que le pasará el accidente.
Volkov era un hombre pulcro, pero ocupado y tenía una vida demasiado ajetreada para estar recogiendo su casa. Cosa que le causaba demasiado estrés.
Después agarró la comida,los platos y la cama de Mika.

Colgó la bolsa de la ropa en el mango derecho de la silla de ruedas y la bolsa de Mika se la puso en las piernas.

Después, llamó a su gata, está se subió en sus piernas.

Cerró la puerta y salió de la casa.

                              [...]
-Uy por fin, pensé que te tragó tu casa.
Volkov se quedó callado.
-Usted es un hombre de pocas palabras, lo entiendo.

El ruso se quedó impactado al ver aquella puerta y aquel número.
-Volkov...¿Está usted bien?
-Si...si solo que...-Volkov recordaba ese piso y más que ese piso a la persona que vivía allí, Horacio, y todos los momentos incómodos en el ascensor.
Nunca más volvió a saber nada de él.
-¿si?
-Nada, Antes vivía aquí alguien, pero se mudó y no supe más de el...

Horacio supo que hablaba de el, empezaron a llegar muchos pensamientos a su cabeza, "a lo mejor sí me quiso", "¿Me estrañará?"....

-Entiendo, ¿Le echa de menos?
-¿A qué se refiere?
-Si, ¿Que si le extraña?
-Me comporté mal con el solo eso.

Cada vez Volkov era más abierto en cuanto a sentimientos se refiere a Dan.
Dan/Horacio estaba orgulloso de todo lo que estaba consiguiendo.

-¿Bueno tiene hambre?, Espero que le guste el kebab.

Entraron en aquella casa,
-Te llevaré a tu habitación- este se dirigió a el ruso a su habitación-.

Era muy amplia, tenía un precioso ventanal que dejaba ver todos los edificios de la ciudad.
Una cama grande de matrimonio llenaba un gran espacio de esta, era una habitación muy colorida y alegre.
La verdad que Horacio tenía un buen gusto para los decorados.
Había un armario vestidor en esta, las paredes estaban vacías sin cuadros, una cómoda blanca que hacía juego con el armario, cabecero y mesillas de aquella habitación.
Y encima de la cama un peluche gigante con una nota que ponía "bienvenido :3".

Volkov pasó y lo primero que vio fue aquel peluche, echó un vistazo rápido a la habitación, le gustó bastante aunque no era no era como la suya se sintió muy cómodo.
Cogió la nota y sonriendo la guardó en el cajón de la mesilla.
Después desempacó sus cosas y las guardó en el armario, aunque estas solo le ocuparán un 5% de este.

Volkov salió de la habitación girando las ruedas de su silla,
-¿Dan?
-¡Dígame!
-¿Me puedes dar un toalla? Voy a ducharme.
-Si si, por supuesto.- Dan/Horacio agarró una toalla de un armario, esta era blanca.
-Gracias.
-El baño es la segunda puerta a la izquierda, ¿podrá ponerse de pié?.
-Dan, estoy herido no inválido.
- vale vale- dijo Horacio sonriendo.

(Perspectiva Horacio/Dan)
Empezó a calentar los kebabs y los sirvió en platos, después descorchó una botella de vino y la sirvió en dos copas.
Mientras los kebabs se calentaban dan bebía de su copa.
Este se quiso poner cómodo y se quitó la camiseta y el cinturón, dejándose solo los pantalones y la máscara.
Aunque el comisario estuviera mamadísimo, Horacio no se quedaba corto.

(Perspectiva de Volkov)
El baño era gigante, tenía hasta un jacuzzi.
El comisario abrió la llave de la ducha, seguidamente se levantó despacio de la silla de ruedas y se desvistió.
El comisario estaba cansado, tanta prueba en el hospital le tenía agotado.
El agua caliente le relajaba mucho y eso que era ruso, cerró los ojos unos segundos para notar más la relajación.
Volkov salió de la ducha casi como nuevo, secó su cabello con una toalla dejándolo totalmente despeinado.
Mientras pasaba la toalla por su pelo se fijó en las cremas que tenía Dan en el baño, eran coreanas, se notaba que a Dan le encantaba cuidar su imagen, en un estante tenía colonias,cremas,maquillaje,tintes de pelo y todo tipo de artículos de belleza.

Volkov se moría de curiosidad por ver la cara de Dan, ese héroe enmascarado le tenía loco, y aunque él no quería admitirlo no paraba de pensar en el.
"¿Por qué habría hecho todo eso por mi?, ¿Por qué me suena tanto su voz?, ¿Quien dejaría entrar en su casa a un desconocido?"
A Volkov se le calló la toalla justo cuando sonó la puerta,al otro lado se escuchaba:
-Volkov, ¿Está bien?- justo Horacio abrió la puerta, no llegó a ver nada, solo los mamadídimos músculos de aquel comisario.-Perdón, Perdón,Perdón.
-Joder Dan.
-Pensaba que te había pasado algo, tardabas mucho.
Hubo otro silencio incómodo.
-No he visto nada, lo juro.
-Tranquilo Dan- Volkov se moría de verguenza, hacía años que nadie le veía desnudo.





✨Los ojos de la muerte-Volkacio✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora