✨Los ojos de la muerte-Volkacio✨

La verdad.

~PRIMERA SEMANA EN EL PUENTE~

Apenas llevaríamos dos o tres días bajó aquel sitio.

Echábamos de menos nuestra casa, nuestras cosas y lo peor es que no sabíamos el por qué de aquella mudanza tan repentina.

Pero teníamos la esperanza de algún día volver a lo que era nuestra casa.

Alex se levantó de su sitio, cojeando ya que aún tenía mal el tobillo.

-Voy fuera un rato.

-No te alejes mucho.-Ordenó Alik.

la salida del puente estaba al lado de donde nosotros dormíamos por lo que dió dos o tres pequeños pasos cojeando para salir.

-¿Cuándo vamos a volver a casa?- pregunté.

Mi hermano cambió la expresión, bajó la mirada y suspiró con temor a contarme la verdad.

Supe la respuesta con sus gestos,-¿Qué me quieres decir con eso?.

El me miró unos segundos y seguidamente apoyó la cabeza en la pared.

-Alik, ¿Podrías contestarme?, ¿Podrías parar de ocultarme las cosas por una vez en tu vida?.

El volvió suspirar mientras frotaba sus ojos con las manos, a modo de desesperación.

-¡ALIK!, ¡LLEVAS OCULTÁNDOME LA VERDAD DESDE QUE LLEGAMOS A ESTA PUTA CIUDAD!, ¡¿CUÁNTO MAS PIENSAS ESPERAR?!.

-Os recomiendo que discutáis fuera, no se si sabéis que hay más personas aquí a las que no les interesan vuestros problemas...-Dijo aquel hombre que nos ayudó desde el primer día.

Nosotros dirigimos la mirada hacia este y seguidamente salimos.

Allí se encontraba Alex, apoyado en una pared tomando los pocos rayos de sol que dejaban ver las nubes.

Tomé la muñeca de mi hermano.-¡Hace dos días decías que nuestra vida corría peligro joder!, De hecho, no sé si recuerdas nuestra conversación en el ascensor.

Este hizo un movimiento brusco con el brazo para que soltase su muñeca.-¡Vicktor para!-Alik se llevó las manos a la cabeza.-¡No quiero que pases lo mismo que pasé yo joder!, ¡No quiero!.

A este se le veía realmente desesperado.

Agarraba su pelo y daba vueltas sobre sí mismo.

Alex miraba preocupado la situación, estaba entendiendo lo mismo que yo.

-¡Dímelo!- Dije mientras me acercaba a él.

El estaba fuera de sí, con los ojos inundados en lágrimas,-Vicktor, tienes una muy buena visión de tu padre... No quiero que eso cambie...

-porfavor... Dímelo Alik...-Dije y contagiandome de sus lágrimas acabé abrazándole.-Yo también tengo derecho a saberlo... También son mis padres.-Dije llorando mientras apoyaba la cabeza en su torso.

El me abrazó también y comenzó a llorar. Apoyó la barbilla en mi cabeza.-Lo siento...-decía con la voz entrecortada por las lágrimas que ya recorrían sus mejillas. -Siento daros esta vida de mierda, siento ser un mal hermano, siento haberte dejado solo tanto tiempo, siento haber sido frío y no haber matado al hijo de puta que te hizo eso Alex.

Alex se acercó hacia nosotros, acarició la cara de mi hermano y secando sus lágrimas con una sonrisa se unió a nuestro abrazo.

Ya éramos una familia, una familia distinta pero era la mejor familia que podría haber tenido.

Solo les tenía a ellos, nadie más. Y aunque había malas rachas el cariño nunca desaparecía.

Acabamos cayendo al suelo de rodillas por el abrazo.