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________'s  POV

Su rostro fue lo primero que vi al despertar, no recordaba en que momento había llegado a la cama ni en que momento esta se había vuelto tan cómoda y cálida. Harry dormía frente mío, había despertado con mi nariz tocando su hombro, uno de sus brazos rodeándome por las caderas y el otro sobre su pecho. Su perfil parecía recién esculpido a modo de esos antiguos bustos griegos, su nariz romana resaltando un poco, sus labios entreabiertos. Su expresión transmitía paz pura y algo estrujó mi corazón cuando imaginé que probablemente era su primera noche durmiendo de corrido en días. 

No tengo ni idea cuanto tiempo pasé admirándolo mientras dormía, no lo había hecho en mucho tiempo y todos mis sentidos estaban al tanto de ello. Querían ponerse al día. Querían acariciarlo como lo habían hecho la noche anterior. Incluso más. Pero ahora a plena luz del día mis miedos estaban saliendo de las sombras y se estaban mostrando ante mí con mayor transparencia.

Habían muchas cosas pendientes. 

Mucho por hablar y decir. 

Por pedir y perdonar. 

Antes de darme cuenta mi mano derecha ya estaba en el aire frente a su pómulo, a punto de rozarlo. Vi sus ojos parpadear y la retiré con rapidez. Mi primer instinto fue esconderme bajo las sábanas, escuché una risa leve por su parte. Sentí su cuerpo moverse cerca al mío. 

-¿Se puede saber que estás haciendo? - preguntó en tono divertido, moviendo sus manos con cuidado sobre la sábana que me cubría. Tomé aire y bajé la sábana para que sólo mis ojos fueran visibles. 

-¡Ahí estás! - dijo y ladeó la cabeza mientras sonreía. Se veía precioso - Buenos Días -  apoyó su codo en la cama y su rostro en su mano - Te cargué a la cama cuando te quedaste dormida en el sofá, he tenido el mejor sueño de... - Harry - lo interrumpí, bajando la sábana a la altura de mi cuello. Noté como su sonrisa se borró un poco y me sentí culpable por ello.

-¿Te arrepientes? - preguntó. Mi entrecejo se arrugó.

-¿Qué?

-¿Te arrepientes de anoche? - repitió, esta vez con miedo en los ojos. Me senté en la cama.

-¡No! - exclamé - Claro que no.

-¿Entonces? - imitó mi acción. 

-Hay cosas por hablar Harry.

-Entiendo - respondió y apartó la mirada un poco, me acerqué.

-No me refiero a lo que crees, anoche...anoche fue una de las mejores de mi vida - pausé para tomar sus manos - Lo digo en verdad - me miró y ladeó un poco la cabeza. Acomodó un mechón de cabello detrás de mi oreja.

-Pero... - murmuró acercándose un poco más.

-Pero... no podemos pretender que nada ocurrió, debemos hablar sobre lo pasado, sellarlo y seguir adelante. Si no lo hacemos, puede que las cosas que no sanemos nos arruinen en el futuro y... - Paré al notar una pequeña sonrisa con hoyuelos formándose en su rostro - ¿Qué?

-Es la primera vez que estás intentando persuadirme para hablar de algo realmente delicado e importante, de nuestro matrimonio, del pasado. Estás dispuesta a abrirte ante mí por completo - hizo una pausa - ¿Hemos cambiado de cuerpos?

-Harry - dije en un tono de "No es momento para una de tus bromas malas".

-Está bien, está bien - hizo una pausa y alzó las manos, la sonrisa aún en sus labios  - ¿Deseas que empiece? 


***


Harry's POV 

Hablamos por cinco horas. Cinco horas. Con unas cuantas interrupciones por parte de los niños. Terminamos los cuatro en la cama, comiendo pizza,  _______ y yo hablando seriamente con Darcy sobre nuestra decisión. Habíamos decidido intentarlo de nuevo, pero no como otras veces. Esta vez, ella se había abierto por completo ante mí, no alzamos la voz ni un solo segundo. Conversamos, me dijo todo lo que pensaba de mí ahora, lo que pensaba de mí antes, de como todo lo ocurrido había cambiado muchas cosas. Lo mucho que le dolió. Lloró y lloré con ella. Rió y reí con ella. 

Se sintió completamente liberador, decir todo, hablarle por casi media hora de corrido, sobre todo lo que pasaba por mi mente, no lo habíamos hecho en demasiado tiempo, y si bien lo difícil ahora sería mantenerlo, por nosotros y por nuestros hijos, ambos nos mirábamos a los ojos y sabíamos que había un brillo en ellos que lo hacía distinto esta vez. Habíamos tenido un adelanto de lo que hubiera sido nuestra vida sin el otro, y notamos que nuestro cuerpo no podría sorportarlo. 

Darcy estaba feliz, muy feliz. Me abrazó por minutos y no me separé de ella hasta que ella lo hiciera. Lágrimas rodaban por las mejillas de los tres, las mías por la reacción de mi hija, las de mi hija porque claramente extrañaba momentos y sentimientos como este, y las de mi esposa por vernos a ambos. 

Ese día nos fuimos todos a la cama, juntos, completamente llenos y felices, con el corazón tibio. 

-"Hemos perdido tiempo valioso..." - me dijo ella mientras Darcy dormía a su lado y Thiago sobre mi pecho. Una lágrima cayó por su mejilla. Un nudo se me formó en la garganta.

-"Pero ya no lo haremos más, nunca más" - contesté, porque si bien no había forma de recuperar el pasado, daría todo de mí para cuidar nuestro futuro.


¿Hasta que la muerte nos separe? - (Segunda parte de Dulce Espera, H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora