¿Hasta que la muerte nos separe? - (Segunda parte de Dulce Espera, H.S)

*39*

_________'s POV

La tela de mis sábanas se sentía más fría de lo normal a pesar de la compañía de Darcy.  Acariciaba su cabello mientras recuerdos del rostro de Harry mientras discutíamos hace una semana pasaban por mi mente.

Thiago dormía plácidamente en su cuna, yo no había dormido hace dos noches enteras, mi ansiedad había aumentado y por consecuencia mis problemas de insomnio. Me pasaba las noches sentada en el sillón azul de mi cuarto, en el que Harry a veces se sentaba a leer con una taza de café caliente. Intentaba leer pero se me hacia imposible.

Mis ojos paseaban por la misma oración por minutos, que a veces se transformaban en horas. Cuando me resignaba a no avanazar con mi lectura, alazaba la vista, y mi reflejo en la ventana me recordaba lo sola que me sentía.

No sabía nada de Louis.

Tomé mi celular y revisé si tenía alguna llamada o mensaje perdido: absolutamente nada. Nada nuevo, todo igual que hace un par de minutos, lo volví a dejar en la mesa. Me levanté con cuidado de no despertar a Darcy y me coloqué las pantuflas, caminé rumbo a las escaleras con el mayor desánimo del mundo hasta que ese sonido que había anhelado hace días me paró en seco.

El sonido de mi celular, pero no era cualquier ringtone, era "Can't take my eyes of you" de Frank Sinatra. Dí un respingo y me dirigí rápidamente a contestar.

-Harry - dije con un nudo en la garganta apenas contesté.

-Disculpe, encontré este celular, marqué el primer número en la lista de contactos.

-No comprendo.

-Le habla la recepcionista del Red Bar London, nos encontramos en... - Si sé dónde queda.

-Como le dije encontré este celular aquí, en la barra.La esperamos para que lo recoja y...

Colgué y volví a dejar el celular en la mesa.

***

Harry's POV

Me levanté por el sonido de una secadora de cabello, parpadeé varias veces para acostumbrarme a la luz, el techo era de un tono rosa pálido.

Los cuadros pintados de mujeres en vestidos elegantes y pegatinas de bandas de los años ochenta me recalcaron que no era un lugar en el que había estado antes.

-¿Te desperté? Perdona - la voz de una mujer me hizo girar rápidamente en dirección a la puerta que daba al baño, unos ojos verdes me miraban atentamente, su cabello negro y corto estaba alborotado a causa del aire de la secadora.

Una sonrisa delicada se formó en sus labios.

-Te dejé un par de aspirinas en la mesa de noche, tómalas a ver si hablas un poco - bromeó y se metió al baño de nuevo, el sonido de la secadora volvió.

Di un salto en la cama para sentarme al darme cuenta de la situación, tenía mis boxers puestos, mi camisa estaba desabotonada. Me paré y me puse mis jeans, me encontraba buscando mis medias cuando ella volvió a salir del baño envuelta en una bata lila.

-¿Buscas esto? - preguntó tomando mis medias de un sofá negro que se encontraba a su lado.

-Escucha yo... - Tienes esposa y dos hijos, ya lo sé - me interrumpió, la miré.

-Lo repetías ayer cada vez que me volvías a contar esa triste historia.

-¿Cuál triste historia?

-La cual en la que tu esposa te botó de casa, y por la cual se me hizo mucho más fácil consolarte.

Entrecerré los ojos.

-Lo que quería decir es que... - - ¿Al menos recuerdas mi nombre?La pasamos bien anoche - habló colocando sus manos en mis hombros, noté un lunar, en el lado izquierdo de su rostro, sobre la comisura de sus labios.

Negué con la cabeza.

-Emilia - respondió en un susurro.

-Ella no puede saber de esto.

Emilia asintió.

-La amas, entiendo.

Ahora yo asentí.

Se acercó a darme un beso en la mejilla pero retrocedí, entrecerró los ojos; luego relajó su expresión y sonrió dejando a la vista un par de hoyuelos.

-Adiós Harry - dijo extendiéndome la mano.

-Adiós Emilia.

***

__________'s POV

Me abroché bien el abrigo y aceleré el paso hacia el bar, había dejado a los niños con Jade.

Al entrar estaba casi vacío, se escuchaba una música suave de fondo y el aroma a bebidas cítricas y dulces invadía el aire. Me acerqué al lugar en el que se encontraba la recepcionista, una mujer alta vestida con un conjunto de sastre rojo vino, al igual que sus labios. Se encontraba algo distraída escribiendo en una pequeña libreta. Carraspeé un poco para que me notara.

Alzó la mirada y sonrió, me sentí algo mal al notar lo brillante de su cabello, el mío estaba completamente amarrado en un moño bajo, intentando ocultar mis rizos desordenados.

-Bienvenida ¿Tiene alguna reserva o sólo desea una bebida?

Un par de shots no me harían mal.

-Vengo por el celular, me llamaron hace un rato... - Oh, claro - asintió y abrió un pequeño cajón, me entregó el celular de Harry.

-Gracias.

-¿Se le ofrece algo más? - preguntó, sus aretes dorados en forma de lágrimas tintineaban cuando hablaba. Negué con la cabeza y di media vuelta caminando hacia la salida.

Iba a revisar el teléfono de Harry.

Volví a acercarme a la chica de cabello perfecto.

-De hecho, me gustaría un trago.

***

Harry's POV

Tomé mi abrigo y salí de la habitación de Emilia hasta que noté que no llevaba mi celular y billetera, ni en los bolsillos de mis pantalones, ni en los bolsillos de mi abrigo. Me giré preocupado topándome con la chica de ojos verdes con una sonrisa socarrona en el rostro, me entregó mi billetera.

-Al parecer estoy encontrando todo por ti hoy - dijo y se cruzó de brazos.

-¿Podrías encontrar también mi celular? - pregunté mirando alrededor de la habitación buscándolo, sólo percibí un intenso aroma a rosas.

-Oh, eso si no lo tengo yo, lo dejaste olvidado en el bar o en el taxi supongo.

-¿Olvidado?

-Tal vez deberías ir por él, hay unas fotos de nosotros ahí.

-¿Dónde?

Todo iba volviendo a mi memoria.

-Red Bar London - contestamos ambos al mismo tiempo, ella colocándose una mano en la cadera.

-Adiós - dije firmemente, ella asintió y sin esperar más salí de la habitación.