El mejor error de mi vida {Marco Asensio}

Capitulo 36. Regalos navideños

Ya se está acercando la navidad, de hecho apenas queda una semana para que empiece la que, al menos para mí, es la época más bonita de todo el año. Desde pequeña he sido una loca apasionada de esta festividad y a día de hoy sigo siéndolo. Obviamente estos dos años sin mis padres han sido algo duras y muy muy distintas. De golpe y porrazo tuve que quitar de la mesa navideña los dos cubierto más importantes para mí y se nota totalmente su marcha. Aún así, no dejo que la tristeza inunde estos días e intento que mi felicidad haga más acto de presencia en Navidad que en cualquier otro día normal.
Ya tengo decidido mi regalo para Marco: dos entradas para el próximo concierto de Efecto pasillo. Cuando me siento bien es una de sus canciones y creo que a él le hará tanta ilusión como a mí oírla, catarla y bailarla en directo. También le he comprado varias tonterías y un marco con una foto nuestra para que la ponga donde quiera (si la quiere poner).
Estoy en Valdebebas ya que mañana tenemos la cena navideña de "empresa" y no vamos a entrenar ningún grupo. Es una cena formal para la que he elegido un vestido largo de noche de color azul marino. La espalda está abierta pero sujeta al resto del vestido por unas finas tiras cruzadas. Me pondré unos zapatos de tacón plateados y probablemente me deje la melena suelta y ondulada.

-Un, dos, tres, cuatro. -dije contando cada uno de los pasos de la coreografía. La música paró y nos miramos sin entender por qué. Javi y Miriam miramos hacia la puerta de la sala de baile y los bailarines seguimos sus miradas hacia la misma dirección. Florentino entró por la puerta sonriendo y seguido de él, Butragueño. Ellos se acercaron al centro de la pista y nosotros les prestamos atención.
-Hola chicos. -saludaron ambos. Nosotros les devolvimos el saludo y Florentino cogió las riendas de la conversación.
-Bueno, estáis todos al tanto de la cena navideña de mañana, ¿no? -preguntó el presidente y nosotros asentimos con la cabeza.- Pues tengo una sorpresa para vosotros. Pasado mañana, es decir, el sábado (el día después de la cena) vendrá a visitarnos aquí a Valdebebas Morat. -dijo y nosotros abrimos la boca sin creernos lo que nos acababa de decir Florentino.
-¿De verdad? -dije emocionada. Como ya sabéis, y por si os habéis olvidado os lo recuerdo, Morat es mi grupo favorito de habla hispana, probablemente mi grupo favorito en general y todavía no puedo creer que en apenas un par de días vaya a conocerles.
-Claro que de verdad. -me respondió Butragueño sonriéndome. Yo no me lo pensé dos veces y fui a abrazarles, primero a Florentino y luego a Butragueño.
-Gracias, gracias, gracias y mil gracias. -dije mientras que les abrazaba. Ellos rieron por mi alegría y me uní a su risa cuando me separé de ellos.
-Vendrán a veros bailar, conocer las instalaciones y de paso nos cantarán alguna canción. -empezó a hablar Butragueño.- Sé que el día anterior es la cena y por lo tanto, fiesta. Pero espero y confío en que todos os controléis para que al día siguiente estáis capacitados al menos para bailar sin chocaros unos con otros. -añadió y todos asentimos mientras reíamos. Madre mía, voy a conocer a Morat. En dos días. ¡A MORAT! Puede que parezca que estoy un poco loca, histérica e impaciente, pero es que todo lo anterior es verdad. Supongo que me entenderéis, a ver, ¿como os pondríais si sabéis que en nada de tiempo vais a conocer a vuestro/a ídolo/a o simplemente a alguien al que admiráis? Pues como yo, lo sé.

Cuando terminamos de ensayar fui directamente a mi habitación para intentar descansar un poco. Al no tener mañana entrenamiento ni ensayo, hoy Javi y Miriam nos han matado literalmente. Me tumbo en la cama y cierro los ojos con la intención de dormir, y si no es así, que al menos pueda descansar. Mi móvil suena transportándome de nuevo a la vida y estiro mi brazo para cogerlo. Era una llamada entrante de un morenazo mallorquín.

{Llamada}
-Hola rubiaaa. -dijo Marco cuando descolgué alargando la "a".
-Hola Marquito. -le dije con voz de dormida. Seguidamente, bostecé.
-¿Estabas durmiendo? -me preguntó tierno y yo asentí con la cabeza, aunque obviamente no me estaba viendo. Yo tampoco le estaba viendo pero aún así sabía que estaba sonriendo al otro lado de la línea.
-Bueno, un poco. -dije riendo y él también rió.
-¿Sabes que mañana es la cena? Supongo que si, pero por si acaso.
-Sí, lo sé. Hoy Florentino y Butragueño han venido a recordárnoslo, a decirnos que no nos pasemos en la fiesta y ya de paso, escucha bien, QUE PASADO MAÑANA VIENE MORAT A VALDEBEBAS. -dije ilusionada. Me había sentado en la cama con las piernas entrelazadas para que mi voz sonara como mi voz y no como la de otra persona.
-Y tú tan contenta. -me dijo.
-Pues claro que sí. -dije sonriendo.- Lo bueno es que yo no bebo, así que problema de resaca no voy a tener, pero lo de dormir... que ya sabes que yo duermo mucho. -dije y oí una carcajada.
-Yo te despierto, no te preocupes. -me dijo y yo sonreí.- Por cierto, ¿hoy ya no tienes más entrenamientos?
-No, ya no tengo más entrenamientos.
-¿Y si te vienes a casa? Así cenamos juntos, podemos ver una peli y mañana nos vamos juntos desde aquí, que para un día que tenemos libre los dos... -me dijo.
-¿A que hora te viene bien?
-Para ti todas las horas me vienen bien. -vale, acabo de morir de amor.
-Dentro de un ratito nos vemos. -le dije, nos despedimos y colgamos.
{Llamada}

-¿Me vas a enseñar el vestido? -me dijo Marco cuando lo colgué en "mi" lado del armario de la casa de Marco. Solo me he traído los zapatos, el vestido y el maquillaje que me quería poner mañana.
-Mmm, deja que me lo piense: no. -dije girándome una vez teniendo el vestido colgado.
-Ala jo, que mala. -me dijo como un niño pequeño.
-Pero si mañana me lo vas a ver. -dije cogiéndole la cara sonriéndole.- Así te llevas sorpresa.
-Bueno, no me enfado porque me vas a dar un besito. -me dijo con los ojos cerrados, sacando morritos y señalándose los labios con su dedo índice. Yo reí y le di un pico. Marco no se quedó conforme con el piquito, me agarró de la cintura y el beso se transformó en uno con mucha más fuerza, más pasión y mucho más amor.

Tengo el trabajo de mis sueños, estoy saliendo con el chico más maravilloso de este planeta, tengo a los mejores amigos del mundo y desprendo felicidad allá por donde voy.

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