Capitulo 7. Ella

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Narra Marco
Hoy es sábado y acabamos de terminar nuestro último entrenamiento en Madrid antes de irnos a Los Ángeles para jugar la pretemporada. El lunes cogemos nuestro avión para irnos y siendo sinceros, no me apetece nada. Mi padre y mi hermano han venido para despedirse de mí y ahora también están en Valdebebas.
Al terminar, las mujeres de mis compañeros nos convencen para ir a ver el ensayo de los chicos de baile. Ellos están terminando de perfeccionar las coreografías para el campeonato que tienen. Florentino, que de normal viene con nosotros toda la pretemporada a América, volará a Los Ángeles y después volverá para acompañar a los chicos a la competición, queden en la posición que queden.
-Nosotras vamos a ir a Vigo a verles. -dijo Pilar refiriéndose a la competición, que sería allí.
-Que suerte. -dijo Nacho. Él y Carolina se llevan genial, al igual que María, Sergio y Pilar, creo que son con los que más queda y con los mejor se lleva.
-Nosotros a levantar el país Nachote. -le dijo Isco pasando un brazo por sus hombros mientras todos reímos. Nacho miró mal al malagueño por encima del hombro y le quitó su brazo de mala gana, odia que le llamemos Nachote. Estuvimos hablando mientras veíamos cómo se movían a la vez todos en el escenario que había en el campo y como Javi y Miriam les controlaban y les decían las cosas que estaban mal.
Terminaron y todos bajaron del escenario, bueno, todos menos Bruno, Raúl, William y Carolina. Los demás se quedaron mirando y ellos empezaron a reírse mientras empezaba a sonar una música. Carolina cogió un micrófono y miró a las gradas donde nosotros estábamos.
-¡Mucha suerte en Los Ángeles! ¡Sois los mejores! -nos dijo. Carolina es así, espontánea, divertida y, sobre todo, buena persona. Con ella he estado varias veces (también con los chicos) en estos últimos días y nos llevamos bastante bien, aunque tampoco es que ella lo ponga muy difícil.
Nosotros empezamos a gritarle dándole las gracias, silbándole y algún que otro "Eres la ostia". Los cuatro que se habían quedado en el escenario empezaron a bailar y cantar "A toda mecha" de la serie Los serrano. Nosotros nos quedamos flipando y sus entrenadores y sus compañeros también, lo que nos da por pensar que ellos tampoco sabían nada. Al final terminamos todos abajo, a los pies del escenario, cantando (malamente) y bailando, incluso mi padre.
-Oye Carol, muchas gracias. -le dije cuando ella bajó y subieron otros compañeros a cantar.
-¿Y esto Asensio? -me dijo. Ya le he dicho que no me llame por mi apellido, pero ella a lo suyo.
-Que no me llames Asensio. -le dije revolviéndole el pelo. Ella se quejó y me dio un puñetazo flojo en el hombro.
-Está bien, ¿Marquito?
-Bueno, algo has mejorado.
-¿Gracias por qué? -me dijo volviendo al tema de conversación inicial.
-Por esto. -dije mirando a, básicamente, todo el Real Madrid. Había felicidad en el ambiente, se notaba.- Nadie, absolutamente nadie, ha hecho esto nunca. La misma situación, el mismo día, hace un año nada era así. Estábamos serios, tristes, no disfrutando, cantando, bailando. Y esto es por ti.
-Ay Marquito, no me digas estas cosas. -dijo mirándome sonriendo feliz y a la vez "emocionada" o "agradecida" por mis palabras, las que son totalmente ciertas.
-Me ha gustado mucho conocerte y estar estos días contigo, de verdad.
-Que yo soy muy sensible, no quiero llorar. -me dijo poniendo cara de pena.
-No seas tonta anda. Si marco un gol te lo dedicaré. -dije y puso aún más cara de pena, pero esta vez feliz.- Vamos a bailar anda.
¿Que si pasamos así el resto de la tarde? Si, y no nos cansamos ni aburrimos, o al menos yo. Algunos de los trabajadores de Valdebebas también se unieron a nosotros y, mirándolo desde fuera, éramos más familia que nunca.
Entre todos los bailes, las risas y el buen rollo se me olvidaba un dato: Carol consiguió que me subiera al escenario donde empezó esta locura por una canción de nuestra infancia y que cantáramos y "bailáramos" (el baile y yo... no somos muy amigos) juntos Cuando me siento bien, la canción que cantamos hace unos días en mi coche de camino a casa de mi bro. Yo de normal no soy así, de hecho soy de los más callados del equipo, y no me imaginaba que alguien iba a conseguir esto y que, además, me sintiera y me lo pasara bien.
Esto solo lo podía hacer una persona, solo podía hacerlo Carol. Solo podía hacerlo ella.

El mejor error de mi vida {Marco Asensio}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora