El mejor error de mi vida {Marco Asensio}

Capitulo 33. Maletas

Narra Marco
Estoy yendo a la sala de baile a buscar a Carol junto a varios compañeros. Hoy no les toca ensayo de baile pero sí que están trabajando la voz. Hay muchos bailarines que tienen la cualidad de cantar bien y no quieren echarla a perder y el Real Madrid tampoco, por lo que ahora, aparte de bailar, ensayan uno o dos días voz (si son dos, ese mismo día bailan y cantan) con un profesor de canto. Desde que oí cantar a Carol, su voz se ha convertido en mi favorita, incluso ha superado a Ozuna, y eso que es difícil.
Entramos y veo a Carol sentada en el suelo oyendo cantar a Celia. A los pocos segundos, ella termina su canción y Carol se levanta para ocupar el sitio en el que antes estaba Celia. Comienza a sonar la melodía de la canción que mi novia ha elegido y comienza a cantar "Stitches" de Shawn Mendes. Carol normalmente canta en inglés, de hecho la mayoría de veces canta en un idioma distinto al español, pero sí que escucha canciones en español, sobre todo Morat. La verdad es que es algo raro porque escucha pero no canta (la mayoría de veces) en español, pero su voz sigue siendo preciosa.

-Tío, estás pilladisimo por Carol ehhh. -me dijo Lucas dándome una palmadita en la espalda.
-Pues sí, mucho. -dije sonriendo mirándola.
-Ay que rápido crecen joder. -dijo Sergio quitándose una lágrima inexistente de su ojo. Todos reímos y esperamos a que la clase terminara para irnos al cine de Isco todos juntos.
-Hola chicooooss. -dijo Carol apareciendo a nuestro lado. Puso un brazo en mi hombro y se impulsó un poco para poder darme un beso en los labios.
-¿Ya has terminado? -le dije y ella asintió con la cabeza.
-Entonces vámonos. -dijo Nacho y todos le seguimos.
-Esperadme un momento porfi. -dijo Carol cuando llegamos al vestíbulo de Valdebebas y subió por el ascensor con destino no sé muy bien donde. A los pocos minutos apareció de nuevo en el vestíbulo con una maleta morada. Yo sonreí al verla porque sabía lo que eso significaba: esa maleta iba a acabar en mi casa y no podía estar más contento.
-¿Y esa maleta? ¿Te vas de viaje y no me has dado la posibilidad de apuntarme? -dijo Isco y todos reímos.
-No, no me voy de viaje. Es que tengo que llevar un par de cosas a la casa de Marco. -respondió ella llegando hasta nosotros para poder empezar a caminar hacia el garaje de la ciudad deportiva.
-¿Te mudas con él? -preguntó Nacho y ambos negamos con la cabeza.
-Bueno, ¿nos podemos dejar de interrogatorios e ir a los coches? Hay un cine esperándonos eh. -dijo Carol. Todos reímos y nos fuimos a por los coches. Cada uno se fue en el suyo menos Carol y Lucas, que se venían conmigo. Lucas dejó a la rubia el sitio de copiloto y él se puso en los asientos traseros.
-Oye de verdad, hacéis muy buena pareja. -dijo el gallego y yo le miré sonriendo a modo de agradecimiento por el retrovisor de dentro coche.
-Muchas gracias Luquitas. -le dijo Carol sonriendo. El resto del trayecto hasta la casa de Isco fue entre risas. Carol desde el minuto 1 se lleva súper bien con los chicos (y sus mujeres/novias) por lo que sus amigos también son los míos. Para mí es un punto a favor porque, al igual que la familia, los amigos son un pilar fundamental en mi vida. Carol también conoce a Bertto y Poblete porque vinieron un día al entrenamiento después de que ganaran el europeo. Se llevan bastante bien como para conocerse de un día y medio y ya estoy deseando poder presentarle a Javi y Brandon.

En el cine de Isco vimos La bella y la bestia (live action) y, para ser sinceros, estaba muy bien hecha y era muy bonita. Los niños salieron encantados de la sala y, sorprendentemente, aguantaron sin rechistar (bueno, no mucho me refiero) las 2 horas aproximadamente que dura la película. Carol salió también muy contenta, de hecho si no fuera porque tiene 20 años creería que es una niña más como Alejandra.
-Me encanta Disney de verdad, es que me supera. -me dijo la rubia en mi coche mientras yo conducía camino a casa.
-Ha sido muy bonita. -le dije sonriendo apartando mi mirada durante un segundo para mirarle. De normal sonrío mucho porque desde pequeño he sido muy risueño, pero es que con Carol es imposible no sonreír. Su mirada transmite inocencia y amor puro y su sonrisa una alegría inmensa. Nunca, nunca, he conocido a alguien como Carol. Ayuda a absolutamente todo el mundo, sea para lo que sea; su sonrisa es totalmente contagiosa y su felicidad te inunda completamente; es honesta, cariñosa, amable, solidaria... Carolina Díaz tiene absolutamente todo.
Al llegar, subimos por las escaleras que comunican el garaje con mi casa y Carol colgó nuestros abrigos mientras yo llevaba la maleta que había traído desde Valdebebas a mi habitación.
-Te he dejado un hueco en el armario y también en el armario del baño para que coloques lo que hayas traído Carol. -le dije cuando ella entró en mi habitación.
-Eres demasiado adorable Marquito. -me contestó ella acercándose a mí. Me puso sus brazos en mi cuello y se puso de puntillas. Le acerqué a mí y ella soltó uno de sus brazos para tocarme el pelo. Es un gesto que me relaja mucho y ella lo sabe. Acorté la poca distancia que nos separaba y le di un beso en la boca que me siguió al segundo.- Te quiero mucho. -me dijo cuando nos separamos. Le di un beso en la frente y sonreí.
-Te quiero muchísimo rubia.

"Quererte tan fuerte, que tiemble de emoción el universo."
Quién me iba a decir a mí que ahora mismo, unos meses después de conocer a Carol iba a estar pillado por ella hasta los huesos.

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¡Muchísimas gracias a todos! Hoy estoy muuuyyyy feliz porque mi primera novela (¿Tú? ¿Otra vez?) ha llegado a las 20K visitas y esta novela ha llegado a las 3K visitas. De verdad, infinitas gracias.
He pensado que para agradecéroslo podría hacer un maratón, ¿que os parece? Si queréis que lo haga dejádmelo por los comentarios.
¡GRACIAS!💖