El mejor error de mi vida {Marco Asensio}

Capitulo 4. Hazme un muñeco de nieve

Narra Marco
Es sábado y estoy esperando a los chicos en el parking de Valdebebas. Ayer quedamos en que todos íbamos a venir y Lucas e Isco me dijeron que les esperara en el parking.
No es que esté muy contento de venir a la ciudad deportiva sin entrenamiento y tampoco es que nos llevemos muy bien con los bailarines. Se ve que entre ellos hay muy buena relación y se llevan muy bien. A la hora de bailar se complementan bastante bien, lo sé porque alguna que otra vez hemos ido a verles ensayar antes o después del entrenamiento.
-Luego soy yo el que tarda. -les dije cuando vi que se bajaban de sus coches.
-¡Hola tío Marco! -dijo Isquito corriendo hacia donde yo estaba. Iba con el bañador puesto.
-Hola campeón, ¿qué tal estás? -le dije cogiéndole esperando a que su padre, Lucas, Sara y Maca vinieran.
-Bien, tengo ganas de ir a la piscina.
-Ya vamos. -dijo Lucas y empezamos a andar hacia la piscina que había en la parte contraria a los campos de juego. Al entrar vi que ya habían llegado muchos compañeros y los bailarines. También había jugadores del Castilla y vi a la chica que vino a proponernos esta fiesta bailando y riendo con otras dos chicas. Había música, gente en la piscina y una mesa con comida y bebida (y hielo, porque hace mucho calor).
-Hombre Chencho, si has venido y todo. -dijo Llorente cuando entramos y nos pusimos a su lado.
-Tampoco tenía un plan mejor, la verdad. -contesté y me tumbé en una de las tumbonas que había.
-Seguro que nos lo pasaremos bien, tío. -me dijo Carvajal y yo asentí con la cabeza no muy convencido.
Yo me pasé la mayor parte de la tarde en aquella tumbona mirando lo que hacían los demás. Las novias y mujeres de los chicos se habían puesto a bailar con Carolina y Laura (creo que se llaman así) y los niños o estaban en la piscina con sus padres o se quedaban en el césped hablando entre ellos. Al rato hicimos un círculo más o menos entre todos y nos pusimos a conocernos algo más. Daniel, Rubén y Pablo fueron los que mejor me cayeron y los que más hablaban.
-¿Siempre hablan de fútbol? -le dijo Laura a Maca y esta asintió.
-Puf, qué pereza. -empezó a decir Carolina.- ¿Sabéis que hay más temas de conversación que fútbol, fútbol y más fútbol? -nos dijo pero no le hicimos mucho caso. Se levantó y se fue con los niños. No sé muy bien por qué pero desconecté de la conversación y me fijé en cómo jugaba con los niños.
Los chicos fueron a la piscina y yo me animé. Estuvimos bastante tiempo y de repente se empezó a escuchar una voz.
-Hazme un muñeco de nieve, venga vamos a jugar. -se oyó cantar a Carolina. Estaba cantándosela a los niños y todos centramos nuestra atención en ella. Era la primera vez que la escuchábamos cantar y nos quedamos con la boca abierta, tiene una voz preciosa.
-¿Que te apuestas a que me la ligo yo antes que tú? -me dijo Odriozola apoyándose en el bordillo en el que yo estaba.
-¿Qué? -dije sin entenderle muy bien.
-Pues eso, 400 pavos a que yo me ligo a la rubia antes que tú.
-Sabes que vas a perder, ¿verdad? -le dije teniéndole la mano en señal de que aceptaba. Él me la apretó y sonrió victorioso.
-No te confíes Chencho.
-No me jodais. -dijo Lucas apareciendo en la escena y nosotros nos miramos sin entender nada.- No le hagáis eso.
-Lo mismo pienso yo. -dijo Nacho.- Es muy ruin y muy cruel.
-No os metáis anda. -le dijo Odriozola y yo asentí dándole la razón.
-Bueno bueno, pero no creo que se lo merezca, parece buena chica. -comentó Isco.
-De lo poco que la conozco, lo es. -dijo Sergio. Él la conoce de antes porque al ser el capitán del equipo y ella del equipo de baile, fueron juntos al evento de confirmación.
-400 pavos tío. -le dije a Odriozola sin hacerles caso a los chicos y haciendo fuerza en mis brazos para salir de la piscina por el bordillo.
Esa apuesta ya la tengo ganada.