f o r t y o n e

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ɪɴᴀʟ]

viernes, 2 de octubre de 2024, 17:24

JungWoo sonrió contento cuando leyó el mensaje de TaeYong y dejó el móvil en la cama, acto seguido se tumbó en la misma. Aún estaba rodeado de cajas pero al menos con la ayuda de DongYoung no había sido tan difícil hacer la mudanza, gracias a DongYoung había encontrado un piso bastante barato en Seúl donde comenzaría a trabajar en una prestigiosa clínica, JungWoo estaba muy agradecido con su antigua directora. De no ser por su recomendación aún estaría buscando trabajo. JungWoo estaba muy agradecido con las personas que le habían rodeado estos últimos cinco años, de no ser por ellos no estaría donde está ahora. Suspiró con cierta nostalgia. Hace unos pocos días estaba en Canadá, en su apartamento, hablando con Mark y ahora estaba en Seúl, Corea Del Sur, su país natal. Tenía ganas de volver a casa pero no podía negar que extrañaría su vida en Canadá, especialmente a Mark, el único amigo que podía seguir conservando allí porque después de su ruptura con YoonOh, además de que Johnny y Yuta le dieron la espalda. Y lo entendía perfectamente, al fin y al cabo le había sido infiel y entendía que sus amigos no quisieran juntarse con él, por suerte Mark no le dejó de lado, era el único que le comprendía.

En estos últimos cinco años habían pasado muchas cosas y fueron unos de los años más duros en la vida de JungWoo. Después de aquella escena en el aeropuerto con YukHei no fue capaz de dirigirle la palabra a YoonOh en todo el vuelo, se limitó a hacerse el dormido y YoonOh tampoco tenía muchas ganas de hablar con él ya que YoonOh también estaba batallando con su propia guerra interna. Cuando llegaron al aeropuerto de Canadá, los chicos les recibieron muy animados ya que les habían extrañado bastante. JungWoo intentó simular que estaba bien, que no había pasado nada pero Mark le conocía lo suficiente como para saber que en aquel viaje había pasado algo, que no era simple cansancio como había estado diciendo durante todo el camino en dirección a su apartamento. JungWoo estaba agotado emocionalmente y tan solo deseaba llegar a casa, ducharse y meterse en la cama para llorar todo lo que no pudo llorar antes.

—¿Quieres que me quede contigo?—Fueron las primeras palabras que YoonOh le dirigió después de lo ocurrido. En otras circunstancias incluso se lo habría pedido él mismo pero ahora necesitaba estar solo, llorar solo.

—No, no hace falta—intentó sonreír pero tan solo mostró una mueca muy mal elaborada. YoonOh no quiso insistir más y JungWoo se lo agradeció internamente—. Gracias por traerme, chicos—volvió a mostrar aquella mueca que todos interpretaron que se debía por cansancio pero YoonOh sabía la verdad que había detrás de aquella mueca y Mark, sin saberlo, intuía el motivo de su estado emocional.

Aquella noche se hartó a llorar, a culparse de todo lo ocurrido y a extrañar a YukHei. No se podía quitar de la cabeza los gritos de YukHei en el aeropuerto, gritos desesperados que le pedían que se quedase y que lo atormentaron toda la noche, a penas pegó ojo y al día siguiente se levantó destrozado. Le dolían los ojos, los brazos, las piernas; absolutamente todo el cuerpo. Por suerte no empezaba las clases del máster hasta dentro de dos semanas por lo que tenía tiempo suficiente para relajarse y enfocarse en lo importante. De nada servía arrepentirse de algo que ya no tenía marcha atrás, ya había elegido estar con YoonOh y de nada servía contarle aquello. Entonces, siendo consciente de ello, ¿por qué aquel nudo en su pecho y estómago no desaparecía? Se metió en el baño para lavarse la cara, despejar la mente, después se prepararía un café para despejarse completamente. Aquel día Mark fue a su apartamento, no se había quedado tranquilo cuando le dejaron el día anterior en su apartamento, sabía que algo pasaba, algo le atormentaba.

—¿Quieres un café?—Ofreció JungWoo mientras se servía en una taza un poco de café con leche.

—No, graci... ¿por qué tienes los ojos tan rojos?—Se preocupó Mark acercándose a JungWoo. Al acercarse se percató de que no solo tenía los ojos rojos, sino que también tenía unas enormes ojeras bajo sus párpados—. ¿Qué pasa, Woo? Ayer cuando te dejamos aquí tenías la misma expresión... me preocupas—apoyó una mano en su hombro y JungWoo se sintió desfallecer por lo que se apoyó en la barra americana de la cocina—. ¿Ha pasado algo en Busán?

otaku ; luwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora