otaku ; luwoo

t h i r t y f o u r

domingo, 25 de diciembre de 2016, 00:05

Llevaba diez minutos hablando con un chico de su facultad que le había invitado a salir por Navidad pero en esos diez minutos que llevaban hablando no se había enterado absolutamente de nada, su mente estaba en otra parte como todo esta semana. El lunes vio por las calles a YukHei, al parecer estaba haciendo la compra o eso creyó TaeYong al verle con bolsas llenas de comida. Se quedó algunos segundos mirándole embobado pero cuando sintió que giraba su rostro en su dirección se escondió rápidamente en el interior de una tienda e hizo que miraba ropa, YukHei se quedó un rato mirando hasta que finalmente decidió continuar su camino absorto en una canción de The Neighbourhood. Cuando TaeYong se sintió aliviado se dio cuenta de que estaba mirando ropa interior de mujer y que varias personas estaban mirándole, las mejillas de TaeYong se tornaron rojas por la vergüenza del momento y salió pitando de allí antes de seguir haciendo el ridículo, cada vez que se acuerda de ese momento no puede evitar morirse de la vergüenza. Las cosas en la vida de TaeYong parecían normalizarse, salía con sus compañeros de clase, estudiaba más de lo normal para ocupar su mente, sacaba las mejores notas de la clase, hacía los recados que le pedía su madre y aceptaba las citas que algunos chicos le pedían. Con ello pretendía olvidarse de sus sentimientos hacia YukHei pero este era el quinto chico con el que quedaba y seguía sin ser capaz de seguirle la conversación, tan solo asentía, reía cuando él lo hacía y bebía de su copa, iba a necesitar muchas copas para ser capaz de acostarse con él si es que el chico era capaz de soportar su indiferencia. Soltó un suspiro, volvió a beber de su copa y le sonrió al chico.

Al otro lado de la discoteca en la que se encontraba TaeYong también estaba YukHei junto a KunHang bebiéndose su tercera copa en lo que llevaban de noche. A YukHei no le gustaba beber en absoluto porque al día siguiente le dolía la cabeza a más no poder y hacía cosas de las que se arrepentía pero hoy necesitaba beber para poder dejar de pensar. Poco a poco se estaba sintiendo bien, las ideas en su cabeza estaban comenzando a ordenarse al igual que sus sentimientos pero todo ese progreso se derrumbó cuando se dio cuenta de qué día era hoy: era Navidad. Y con ello vinieron los recuerdos de su primera Navidad fuera de casa y junto a Woo, fue justo ahí cuando se dio cuenta de que a pesar de no pensar en él todo el día en realidad no era capaz de olvidarle por completo. La ansiedad volvió a su pecho como antaño y las ganas de autolesionarse también, lo peor de todo era que JungWoo no estaba a su lado para detenerle. La psicóloga le decía que era normal esas recaídas que tenía, que llevaba mucho tiempo dañándose con sus pensamientos y que era normal acordarse de JungWoo al ser su primer amor. Pero a YukHei eso no le entraba en la cabeza, deseaba poder pasar página aunque todo le recordase a él, incluso Xiaozu le recordaba a él. Varias ideas se colaban por su mente, recuerdos doloroso y recuerdos que le hacían sonreír. Estaba hecho un lío de nuevo, a veces aceptaba que seguía enamorado de Woo y que nunca podría olvidarle, pero otros días se frustraba, se desquiciaba y se culpaba de todo lo que había ocurrido con Woo y lo único que deseaba era borrar a JungWoo de su vida. Por eso mismo, decidió salir con KunHang antes que quedarse en casa y seguir comiéndose el coco mientras vageaba en el sofá, KunHang era el único amigo que tenía ahora. Es cierto que las cosas con Chittaphon habían mejorado pero hablaban poco, Chittaphon necesitaba tiempo para organizar sus sentimientos y seguir su vida después de la muerte de su madre.

—Estás bebiendo demasiado hoy, colega—YukHei iba por su quinta copa mientras que KunHang aún no se había pedido otra después de la tercera copa. Al parecer hoy KunHang debía ser el responsable. YukHei rió a pesar de que el comentario no era gracioso y acabó por colgarse a su cuello aunque con cierta dificultad debido a que YukHei era más alto, colocó su rostro en el cuello de KunHang y dejó un beso en él. KunHang tan solo rió con picardía mientras colocaba sus manos en las caderas de YukHei—. ¿Qué pasa? ¿Quieres repetir?—Separó un poco a YukHei de su cuello para poder mirarle a los ojos, KunHang tenía una ceja alzada mostrando diversión mientras pasaba su lengua por su labio inferior.