f o r t y

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domingo, 31 de diciembre de 2018, 04:00

YukHei agarró de la nuca a JungWoo para profundizar el beso mientras que con la otra mano le agarraba de la cadera, moviendo sus pies para entrar dentro del apartamento. Una vez que estuvieron dentro YukHei cerró la puerta con su pie antes de que JungWoo le empujase contra la pared que limitaba el pequeño recibidor del apartamento. YukHei movía sus labios con dificultad debido al ritmo del beso, JungWoo había mejorado mucho en la forma de besar, ya no eran besos torpes, inexpertos, tímidos e inseguros, ahora le estaba besando con confianza, seguro de lo que quiere y sin miedo de no llegar a su altura porque ahora lo estaba, ahora estaba a la altura de YukHei. YukHei paseó sus manos por el cuerpo de JungWoo sin llegar a creerse que JungWoo realmente estaba ahí, besándolo, metiendo su lengua en su boca, mordiendo sus labios de vez en cuando y moviendo sus caderas contra su entrepierna.

YukHei tenía miedo de despertar en cualquier momento y percatarse de que lo que está ocurriendo no es real, que tan solo es un sueño, una mala jugada de su subconsciente pero, cuando JungWoo se separó de sus labios e hicieron contacto visual, se dio cuenta de que era real, de que estaba ocurriendo, de que tenía a JungWoo entre sus brazos después de más de dos años. YukHei no pudo evitar sonreír y acariciar su mejilla mientras que la otra permanecía en su cadera, atrapándolo por miedo a que volviese a irse aunque esta vez estaba seguro de que no le dejaría marchar tan fácilmente, el YukHei miedoso que conoció había desaparecido, ahora quería luchar por lo que amaba, por JungWoo.

—Estás precioso—piropeó YukHei sin borrar aquella sonrisa de sus labios mientras pasaba sus dedos por su tersa y aterciopelada piel—. Me encanta tu pelo rojo—deslizó sus dedos hasta llegar a uno de los mechones mojados que colgaban por su sien—. Me encantas, JungWoo—mordió su labio inferior sintiendo cómo la excitación aumentaba. ¿Sería el hecho de que su cabello estaba teñido de rojo? ¿O simplemente era el hecho de que era JungWoo quien lo llevaba así? Le convencía más la segunda opción.

Sin dejar de tocar aquel mechón rojizo, desvió su mirada encontrándose con la de JungWoo y sus mejillas levemente enrojecidas. A pesar de la oscuridad que los envolvía podía ver que sus mejillas estaban enrojecidas, que sus ojos centelleaban en mitad de la madrugada y que una pequeña sonrisa se había formado en sus labios. Habían pasado dos años, dos años que habían marcado sus vidas, dos años en los que habían aprendido diferentes cosas, donde habían madurado y comenzado a entender mejor sus sentimientos, no obstante, para YukHei JungWoo siempre sería aquel universitario que no dejaba de confesarse siempre que podía, que no sabía besar correctamente, que temía mostrar su cuerpo, que se sonrojaba por cualquier comentario que YukHei soltase.

Habían pasado dos años pero, ahora que volvía a tenerle frente a él, sentía que todo seguía igual, que realmente esos dos años tan solo habían sido dos días. Parecía que le había dejado en el trabajo antes de irse a la biblioteca a estudiar, que luego pasaría a recogerle, que le acompañaría a casa y volverían a verse al día siguiente. Cuando miraba a JungWoo sentía que el tiempo se había paralizado y que retrocedían a días antes de su ruptura, ya no existía la relación que mantenía con TaeYong, ni la relación que JungWoo tenía con YoonOh, solo eran ellos dos y nadie más.

JungWoo subió su mano hasta encontrar la mejilla de YukHei y comenzó a acariciarla para comprobar que lo que estaba ocurriendo no era un sueño, que era real, que estaban en el apartamento donde habían vivido tantas cosas, donde habían dormido juntos infinidad de noches, donde decidieron hacerse cargo de Xiaozu. JungWoo se quedó unos segundos más observando cada uno de los detalles que caracterizaban su rostro, buscando algún cambio, no obstante, tan solo pudo encontrar felicidad en su rostro, estaba feliz, ya no estaba triste. ¿Sería porque JungWoo estaba ahí? ¿Le hacía feliz que JungWoo hubiese venido a las cuatro de la mañana a su casa? No se cuestionó mucho más ya que su cuerpo le pedía que volviese a besarle, a establecer contacto con él porque lo necesitaba, porque su cuerpo le había extrañado. Le tomó de la nuca y estampó sus labios contra los de YukHei dándose cuenta de lo mucho que había extrañado sus labios, de lo mucho que le seguía queriendo a pesar del tiempo que había pasado.

otaku ; luwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora