otaku ; luwoo

z e r o

sábado, 30 de diciembre de 2018, 19:00

—¿JungWoo?

Era la voz de YoonOh, el novio de JungWoo el cual se encontraba en la ducha con la frente apoyada en los azulejos suspirando. Se suponía que debía estar feliz, llevaba aproximadamente tres años sin ver a su familia, amigos, su casa... etc. Pero en vez de eso se sentía agotado y frustrado con una sola idea que llevaba rondando su cabeza desde que había pisado la tierra de su hogar.

Wong YukHei.

Ese era el nombre que perturbaba su tranquilidad y pensamientos.

—Estoy en la ducha, Hubby—contestó al llamado de su novio. Cada vez que pensaba en la palabra novio referida a YoonOh, podía sentir una presión en el pecho: era culpabilidad.

—¿Quieres que me duche contigo, Woo?—Estaba seguro de que se mordía el labio y que ya estaría medio desnudo. Rápidamente contestó con un sonoro "no", algo que extrañó al mayor de los dos. Durante sus casi dos años de noviazgo JungWoo nunca le había rechazado una ducha—. ¿Todo bien?—Preguntó detrás de la puerta del baño volviendo a ponerse la camiseta que se había quitado con anterioridad

—Sí, sí... tan solo estoy cansado, ha sido un viaje bastante largo—intentó tranquilizar a YoonOh, al parecer logró hacerlo quedando nuevamente solo en la ducha con su frente aún apoyada en los azulejos y maldiciendo el momento en el que conoció a YukHei y el momento en el que volvió a verlo provocando desmoronar sus sentimientos hacia YoonOh durante estos dos años en tan solo segundos.

Cinco horas antes...

Después de unas once horas de vuelo llenas de siestas por parte de JungWoo sobre el hombro de su novio, YoonOh, babeando el hombro de este, jugarretas de niños pequeños consiguiendo que JungWoo se confabulara a ellos para molestar a su novio el cual se hacía el molesto pero realmente lo pasaba bien jugando con ellos y no olvidemos las millones de caricias de YoonOh hacia JungWoo, además de besos empalagosos. Esto era todo lo que había soñado Woo por años y ahora con YoonOh lo había conseguido, era como vivir en un anime romántico constantemente, sin embargo, algo le perturbaba. Después de estar cas tres años fuera estudiando en Canadá y rehaciendo su vida, volvería al lugar que tanto le aterraba. A pesar de mantener millones de recuerdos felices con su familia y amigos había algo que le detenía, algo que le impedía avanzar en su vida, ese algo o más bien alguien era Wong YukHei.

Habían pasado dos años, en unos meses harían tres, Woo había conseguido encontrar a la pareja perfecta, había hecho amigos, ido a fiestas, estudiado todo lo que había deseado pero aún había algo que no le satisfacía del todo, sentía un pequeño vacío en su pecho que ni los besos de YoonOh ni el mejor anime del mundo serían capaces de rellenarlo. Había comenzado a acostumbrarse a ello, a veces llegaba a preocuparle bastante hasta tal punto de llegar al colapso y romperse en llanto pero logró que ese vacío se llenara temporalmente, otras veces pensaba que esa parte que faltaba de él siempre se encontraría en Corea Del Sur, en su hogar. Era esa parte llena de recuerdos con su familia y sobre todo recuerdos de su último año aquí.

Hubo un instante en el que sintió que comenzaba a llenarse, creía que habían sido los mimos de YoonOh o que realmente había conseguido enamorarse perdidamente de él porque no, no estaba al 100% enamorado de él, le quería pero no era un sentimiento tan intenso, era incapaz de volver a sentirlo y temía no volver a sentirlo nunca. Pero el puzzle que parecía haberse completado estalló, como si la pieza hubiera estado ahí colocada a presión y no hubiera podido soportarlo más provocando su salida inmediata, como un electrón al proporcionarle la energía suficiente provoque que salga disparado del metal. Parece que la enseñanza escolar no fue en vano.