jueves, 22 de septiembre de 2016, 21:35
No sé en qué punto de mi vida comencé a sentirme de esta manera. Puede que desde que la empresa de mi padre logró ascender y convertirse en una gran empresa, cambiando su carácter a uno avaro, materialista y ambicioso, o puede que todo cambiase desde que mi hermana falleció en ese trágico accidente. Sinceramente no podría marcar en qué momento de mi vida comencé a sentirme vacío y a obsesionarme con ciertas ideas. Desde ese punto comencé a torturarme con una gran variedad de pensamientos hasta el punto de llevarme al ataque de ansiedad e incluso a veces de pánico. El dolor en mi pecho era desgarrador hasta el punto de convertirse en asfixiante, sin embargo, se convirtió en una constante en mi vida, algo que ya no podía evitar y lo dejaba ser. Me centraba en mis estudios con el fin de desviar mis obsesiones y evadirme de la realidad de mi hogar: mis padres ya no se querían y mi hermana había desaparecido como si nunca hubiese existido. Estudiar era la excusa perfecta para quedarme horas en la biblioteca o encerrado en mi habitación pero los gritos de mi madre ya estaban grabados en mi memoria, daba igual dónde estuviese o qué estuviese haciendo: podía oír sus gritos desgarradores y los golpes de mi padre. Pero, al igual que mis ataques de ansiedad, esta situación de maltrato también se convirtió en algo habitual, ya no me extrañaba ver golpes en el cuerpo de mi madre, ni ojeras, ni ver que había bajado de peso. Llegó un momento en el que no sentía nada por absolutamente nadie, no había nada que pudiese hacerme sentir, me sentía apático.
Pero llegó una de mis mayores obsesiones y causantes de mis ataques de ansiedad: Kim JungWoo. Nunca pensé que una persona pudiese convertirme en un manojo de tics nerviosos con un solo mensaje. JungWoo me hizo sentir cosas que ninguna de mis novias pudo hacerme sentir de esa manera. JungWoo me hizo sentir amado a la par que ansioso. JungWoo me hacía revivir la situación de mi hermana, podía sentir el mismo miedo de ser descubierto por mi padre, pero ya no solo eso, también tenía miedo de encontrar qué es lo que había dentro de mí. ¿Quién soy realmente? Esa pregunta ha estado circulando por mi cabeza durante estos días de soledad en mi habitación. La respuesta siempre estuvo ahí, yo sabía que en algún rincón de mi cabeza estaba, pero yo no quería saberlo porque no podía defraudar a mi padre. Durante mucho tiempo pensé que mi padre golpeaba a mi madre porque había hecho algo mal y después descubrí a su amante. Los golpes aumentaron durante ese periodo de tiempo donde yo era consciente de que mi madre tenía una relación fuera del matrimonio. Estaba enfrascado en la idea de defender a mi padre en todo momento, quería ser el hijo perfecto del que estar orgulloso, no quería defraudarle como habían hecho mi madre y mi hermana, no quería ser golpeado por hacer algo erróneo. Es exactamente por eso que JungWoo se convirtió en un quebradero de cabeza.
JungWoo tenía una personalidad totalmente distinta a la mía. A él le gustaba gritar, reír a carcajadas, mostrar sus gustos sin miedo a ser criticado, mostrar su personalidad abiertamente y sonreír, a JungWoo le encantaba sonreír. Por un momento me sentí celoso de él, ¿cómo podía ser tan feliz? ¿Acaso tenía una familia perfecta? Y me molestaba, JungWoo me molestaba por los celos que tenía. Entonces, conocí a su familia y supe que no tenía una familia perfecta, su casa era más pequeña que la mía, JungWoo era quien llevaba el dinero a casa, cuidaba de su hermana, preparaba la comida y cuidaba de su madre. Nunca hablamos directamente de su familia pero sabía que no era tan perfecta como creía. JungWoo también había perdido a una persona que apreciaba: a su padre. Le había perdido hace relativamente poco pero no se dejó hundir, siguió hacia delante con el fin de superar las adversidades. Y ahí fue cuando empecé a odiarle más porque también le envidiaba, envidiaba que JungWoo pudiese ser tan fuerte y seguir con su vida con esa sonrisa.
Después de que pasase el tiempo me di cuenta de que no le odiaba, lo que ocurría es que JungWoo me gustaba y eso suponía un problema para mí porque estaba cometiendo el mismo error que mi hermana. A pesar de obsesionarme con esa idea de ser el hijo perfecto y el estudiante perfecto yo mismo me contradecía cada vez que besaba a JungWoo o pasando el tiempo con él mientras le enseñaba absolutamente todo de mí. Y ese dilema me perforaba el pecho, ¿cómo podía alejarme de él si lo único que quería era besarle? A veces, y solo a veces, me convencía de que no pasaba nada, estaba bien sentir lo que sentía pero cuando la primera bofetada llegó a mi cara por parte de mi padre me di cuenta de que el amor realmente era doloroso. Y con cada golpe que me daba me lo verificaba: amar era doloroso. En ese punto entendía a mi madre, tuve que sentir su propio dolor en mis carnes para darme cuenta que el verdadero enemigo era mi padre. Recuerdo sentirme arrepentido de todo el tiempo que rechacé a mi madre cuando mi padre me estrelló contra el escritorio. Había hecho algo mal y mi padre me había dado una lección, es lo que llegué a pesar en muchas de esas noches que no podía dormir en la habitación de JungWoo porque los gritos de mi madre y los míos propios me perforaban los oídos.
Cuando leí la carta de mi hermana me di cuenta de que no había hecho nada malo, que amar a JungWoo no estaba mal porque mi padre no entendía que el amor es libre, tal y como decía mi hermana. Estuve por mucho tiempo convencido de que nunca sería capaz de amar pero JungWoo rompió todos mis planes y le amé hasta el punto de irme de casa enfrentando de esa manera a mi padre. Pero soy débil y justamente por eso perdí a la única persona que había amado de verdad. Creí a mi padre, pensé que las cosas cambiarían, que lograríamos ser aquella familia que tanto tiempo anhelaba y por mi debilidad y por mi miedo a defraudar a la persona que más daño me había hecho perdí a la única persona que realmente me había amado siendo tal y como era, con mis defectos y debilidades.
JungWoo descolocó por completo mi vida, me hizo sentir por primera vez y llenó mi vacío de su amor incondicional. Y no hay un solo día que no me arrepienta de haberle dejado marchar, de haber hecho lo que debía hacer y no lo que realmente quería hacer. Ese pensamiento me perfora por dentro y me genera aún más ansiedad, la impotencia de no hacer nada y verme incapaz de comunicarme con él porque cada vez que estoy frente al móvil dispuesto a llamarle comienzo a llorar y a sentirme como una basura. ¿Cómo voy a llamarle después de todo? ¿Cómo voy a pedirle que vuelva cuando fui yo mismo quien le arrojó a irse de casa? Podría entender perfectamente que JungWoo me odiase porque hasta yo me odio, me odio por no saber ser asertivo.
Debo decir que he llorado mientras escribía las primeras hojas de mi diario pero también es cierto que he podido liberar parte de la tensión que llevo cargando sobre mis hombros, no obstante, aún queda mucho por escribir.
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He actualizado teniendo examen mañana, necesito un premio por esto: un novio como Jeno (☆^ー^☆)
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otaku ; luwoo
FanfictionJungWoo es un fanático de los animes y mangas, lo que se le conoce como otaku. JungWoo se encuentra en la búsqueda de su romance perfecto típico de los shojos. Pero se tropieza con YukHei quien le enseñará que los romances no son como lo pintan. -Ch...