Un muro alto era el único impedimento que teníamos para llegar al interior.
- ¿Piensas colarte por aquí? – Dije levantando una vez más la cabeza para observar la Torre Eiffel que tenía encima.
- No nos queda otra. – Dijo él cerciorándose de que nadie pasaba por allí en ese momento.
Aunque era bastante complicado que eso pasara, pues esa parte de la discoteca daba a un bancal lleno de tierra, arbustos y matorrales.
- Pero está muy alto, Hugo. No lo conseguiremos.
- ¿Confías en mí? - Preguntó acercándose a mí, provocando que mi respiración y mis latidos aumentasen considerablemente.
Dudé un instante en qué responder, ya que Hugo era un malote y no era la primera vez que entraba en un sitio sin permiso. Él con tal de conseguir algo, era capaz de cualquier cosa.
- Sí, confío en ti. – Afirmé mirando esa cara que tanto me gustaba.
Era Hugo, ¿cómo no confiar?
- Está bien, entonces ahora tienes que hacer lo que yo te diga, ¿vale, enana?
- Vale.
Siempre me habían dado vértigo las alturas, pero con él al lado, cualquier pánico se disipaba.
Puse un pie encima de sus manos, como él me dijo. Seguidamente, apoyé una mano en su hombro, me impulsó hacia arriba y conseguí sujetarme al borde. Terminó de empujarme desde abajo para que me sentara encima del muro y finalmente conseguí llegar.
- ¿Y tú? ¿Cómo vas a subir? – Pregunté al darme cuenta de que se había quedado sin hombros en los que apoyarse.
- No te preocupes, que yo soy un profesional en esto de subir a sitios altos.
Se situó a unos metros del muro, cogió carrerilla y saltó apoyándose con un pie en la pared y estirando los brazos para llegar hasta arriba. Hizo fuerza con ellos y logró situarse a la misma altura que yo. Luego, sin esperar un segundo, saltó hacia el interior de la discoteca.
- Va, ahora salta tú, antes de que nos pillen y nos metan en un reformatorio de por vida.
- ¿Y si me caigo al llegar abajo?
- Te cogeré antes de que eso suceda.
Asintió con la cabeza para hacerme entender que podía hacerlo, pero no fue suficiente, no me atrevía a dar el paso.
- Venga enana, que ya sé que soy el chico más feo del mundo, pero tampoco es plan de que me dejes aquí dándome plantón, ¿no? – Sonrió.
Reí al escuchar aquello y como si la escasa brisa que pasaba por allí me empujara, salté impulsándome con las manos. Hugo me sujetó por la cintura antes de que pudiera tocar el suelo, para ralentizar la caída y que el golpe no fuera tan brusco.
- ¿Estás bien? – Preguntó al dejarme en el suelo.
- Nunca he estado mejor. – Sonreí ampliamente y me dirigí hacia la pista de baile, seguida de él que iba abriéndose paso entre la multitud de gente que allí se agolpaba.
Miré a mí alrededor. Botellas de alcohol no dejaban de ser abiertas y cerradas por un joven que no paraba de llenar vasos de tubo a todo aquel que se acercase con dinero en efectivo, cientos de brazos subían y bajaban al ritmo de la música que mezclaba de la mejor manera posible el Dj que se encontraba subido a una de las tarimas, focos con luces giraban poniendo un toque de color a aquella noche presidida por la luz de la Luna, cubitos de hielo que pasaban de boca en boca para acabar en quién sabe qué parte del cuerpo y parejas que sólo pensaban en disfrutar tumbadas entre los cojines de algún sofá.
Dejé de visualizar todo lo que me rodeaba al sentir una cálida voz cerca de mi oído. Se trataba de Hugo.
- Voy a pedir. ¿Quieres algo?
- Vale. – Tuve que gritar para que me escuchara.
- ¿Un Cola Cao o una botellita de agua? – Preguntó burlonamente.
- Imbécil. – Le pegué en el hombro. – Sorpréndeme.
Tras decir esto, lo vi alejarse entre todas las personas que parecían sardinas enlatadas del poco espacio que había entre ellas.
Comenzó a sonar No voy a parar, de Fraag Malas, y dejé que mi cuerpo se moviera al ritmo de una de las pocas canciones rápidas que tanto me gustaban.
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No te olvido.
Teen FictionÉl, el chico más vacilón, egocéntrico, orgulloso y pijo de todo el instituto. Una sonrisa bonita, un guiño inocente, un susurro al oído, un chiste malo, y ya tiene a cualquier chica rendida a sus pies. Cualquier persona en su sano juicio se hubiera...