Capítulo 43 "Epílogo de una carta inacabada"

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Lucía y yo perdimos el contacto después del accidente. Estuvimos juntas el último curso de la secundaria, pero ya nada era como antes, algo había cambiado en ella, o quizá en mí. Después, no fuimos al mismo instituto, quería alejarme de la clase, conocer gente nueva, personas a las que no tuviera que contarle tu historia sólo para no ponerme a llorar. Porque sí, parece contradictorio que la persona que más sonrisas te ha sacado, sea también la que más lágrimas te haga derramar.

Carlos y los demás jugadores del equipo estuvieron afectados un tiempo, pero luego se les pasó. Tal vez te sigan recordando, pero no tanto como yo. No he vuelto a ir al campo de fútbol desde que tú no estás, no puedo, no puedo evitar acordarme de que eras tú quien me dedicaba los goles más bonitos mientras sonreías y me guiñabas el ojo.

A Pablo me lo he cruzado alguna que otra vez cuando vamos a las fiestas de su pueblo. No nos hemos saludado, yo tampoco tengo intención de hacerlo. Parece tranquilo, sereno, como si no se sintiera culpable por lo que pasó, en cambio, yo sí que me siento. Y es que hubiese preferido mil veces subirme detrás de ti en esa moto y morir contigo, que dejarte ir.

A Ángeles no he vuelto a verla desde el funeral. Supongo que eras tú el eslabón que nos unía, y al irte, se rompió dejando dos piezas sueltas que intentan encontrar su sitio en este puzzle llamado "vida". Porque tu pérdida no me pudo dejar más perdida.

Y en cuanto a mí, ¿cómo escribir todo lo que has llegado a significar para mí en cuarenta y cuatro capítulos? No podría, no podría porque necesitaría infinitas páginas y, aún así, seguiría faltándome espacio.

Te sigo recordando, al pasar por alguno de los sitios donde tantas veces jugamos tú y yo, al escuchar una canción que te define demasiado, al leer una novela en Wattpad que cuenta una historia muy parecida a la tuya, al ver una película como me ha pasado hoy, y al oír tu nombre en cualquier parte.

Hugo...si me dieran la oportunidad de volver a nacer, y volver a pasar todo lo que pasé contigo, aún sabiendo que al final tú te irías para siempre, la aceptaría, porque todas las sonrisas que me sacaste no se pueden comparar con las lágrimas que me haces derramar ahora.

Hoy, como cada noche al mirar al cielo, te he visto reflejado en una de las estrellas. ¿Sabes por qué sé que eras tú? Porque era la estrella más brillante de todo el universo, y tú brillabas como nadie aquí en la tierra.

No te olvido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora