Capítulo 42 "No te olvido"

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Carta al primer y único amor de mi vida:

Querida alma gemela, espero que me leas.

¿Te acuerdas de la película de "Tengo ganas de ti"? Sí, esa de la que no parábamos de hablar las chicas en clase y tú siempre te acercabas para decirnos que Mario Casas no podía compararse contigo porque tú estabas muchísimo más bueno que él.

Hay una escena en la que Gin cuenta que si escribes una carta a esa persona que se fue y luego la quemas, el dolor no se te queda tan dentro, pero ¿sabes? Yo no pienso encender un mechero y hacer que este escrito arda entre las llamas, porque no conseguiría nada haciéndolo, porque tú seguirías estando dentro de mí.

Eras Sol en un día de lluvia, eras primavera en invierno, eras esa luz que siempre esperas ver al final del túnel, eras calor en una noche fría, eras el arco iris que sale detrás de una tormenta, lo eras todo. Eras tantas cosas que yo ya no soy nada sin ti.

¿Por qué te fuiste? ¿Por qué tú? ¿Por qué no te despediste de mí? ¿Por qué no me dijiste nada? ¿Por qué tuviste que perder desafiando al destino si tantas veces lo hiciste y nunca te pasó nada?

Ahora tu recuerdo vaga por mi mente sin descanso y miles de preguntas cruzan veloces mi cabeza, pero ya no sé si son miles de preguntas con una misma respuesta, o miles de respuestas para una misma pregunta.

Te lo llevaste todo con tu partida: mi sonrisa, mi mirada, mi respiración...Has dejado un vacío dentro de mí que no se llena ni aunque esté riendo a carcajadas, y sé que siempre quedará ese hueco en mi pecho, porque nadie sabrá llenarlo como lo hacías tú.

Dicen que un adiós sólo duele cuando sabes que nunca más volverás a decir "Hola", y qué razón tienen todas aquellas personas que lo dicen.

La putada más grande además de que la vida quisiera quitarte de en medio, fue que no pude despedirme de ti, a pesar de que nunca me hayan gustado las despedidas, pero no sé, me hubiera gustado decirte un "Te voy a echar de menos"; sin embargo, ahora me quedaré con las ganas de hacerlo.

Porque sí, ahora te echo de menos a ti, y a tu forma de llamarme "enana", y a tus ojos marrones que se quedaban clavados en mi mirada como dardos en una diana, y a tu sonrisa perfecta que todo lo podía, y a tu cuello subido que te quedaba tan bien, y a tu forma de vacilarme, de fliparte, de hacerte el gracioso, y a tu forma de susurrarme al oído palabras que a cualquier chica le hubiese gustado escuchar si venían de ti. Pero, sobre todo, echo de menos tus abrazos, sí, esos que hacían que me quisiera quedar a tu lado para siempre.

Hugo, fuiste, eres y serás el hermano que nunca tuve, y pase lo que pase y estés donde estés, quiero decirte que...


                                                                                                                                                                                                                NO TE OLVIDO

No te olvido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora