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Hoy es el día más feliz de mi vida, me voy a casar con el hombre perfecto, Sehun y yo somos novios desde hace 4 años y hoy por fin uniremos nuestras vidas.

–Mi princesa, estás hermosa-me habló mi padre tomándome de los hombros.

–Así es Sr. Yang, Rosie se ve espectacular el día de hoy-comentó Joy entrando en la habitación, ella es mi mejor amiga desde que tengo memoria, somos como hermanas.

–¡Ya por favor!-chillé tapándome la cara con las manos, mis mejillas ardían mucho.

–Ya todos están esperando, es hora de entrar, estás muy linda hermanita-dijo Alice, mi hermana mayor, y luego volvió a salir dejándome más nerviosa de lo que estaba, si es que eso es posible.

–¿Lista?-preguntó mi papá y me tendió su brazo, enrollé el mío en el y asentí.

Joy salió primero y empezó a sonar la marcha nupcial. Joy y Alice iban delante de mi, ya que son mis damas de honor.

Al final del pasillo se encontraba mi novio, vestía un traje negro con corbata. Cuando llegamos mi padre me entregó a él y comenzó la ceremonia.

–Roseanne Park ¿aceptas a este hombre como tu esposo, para amarlo y respetarlo en la salud y en la enfermedad ...?

–Acepto.

–Entonces lo...

–¡Paren esta boda!-se escuchó el grito de una voz femenina pero demandante.

Todos nos giramos en dirección a las grandes puertas de la iglesia, y allí estaba, sentí una corriente eléctrica cuando la vi, ella se encontraba mirando fijamente el altar, traía un traje gris que se ajustaba perfectamente a su delgado cuerpo, gafas obscuras, piel blanca, diría que es un poco más alta que yo, y su cabello desordenadamente perfecto, su precencia es imponente. Se quitó sus gafas y caminó con pasos firmes hasta donde nos encontrábamos.

–Yang, teníamos un trato, vengo a cobrar la deuda-habló una vez que estaba frente a nosotros dirigiéndose a mi padre y luego mirándome.

–Por favor deme un poco más de tiempo-suplicó mi papá.

–¿Qué está pasando padre?

–Nada mi amor-me dió una pequeña sonrisa sin dientes para tranquilizarme, pero se veía muy nervioso, ¿quien será esta chica?

–Creo que debes decirle la verdad, de todas formas me pertenece-¡¿qué?!, ¿de qué está hablando?

–¿Qué quieres decir con eso?-alegué en dirección a ellos.

–Que tu queridísimo padre tiene una deuda conmigo, me tenía que pagar en 6 meses y hoy se cumple el plazo-aclaró mirándome.

–¿Y eso que tiene que ver conmigo?-indagué con miedo a la respuesta, mi papá tenía problemas con las apuestas, pero creí que lo había dejado hace un año.

–El trato era el dinero o tú-quedé en shook por algunos segundos, no puedo creer que mi padre me haya apostado–y dudo que tu padre tenga mi dinero, así que a partir de este momento tú me perteneces y ahora más que nunca voy a cobrar esta deuda-dijo mirándome de pies a cabeza, traía un vestido largo, pero ajustado a mi cuerpo.

–No pienso ir contigo.

–Lo tendrás que hacer.

–Déjala, llévame a mi en su lugar-sugirió mi papá.

–¿Y para que me sevirías tú? Ella es jóven y bonita y tú ya estás viejo.

Se dió la vuelta y pensé que se iría, pero solo le hizo señas a unos hombres que caminaron hasta ella–llévensela.

Ambos hombres me tomaron de los brazos–¡suéltenme!¡suéltenme!-ninguno me hacía caso, todos a mi alrededor estában en shock, nadie se movía, los dos gorilas me seguían arrastrando a la salida, pero antes de salir pasó algo que me dejó más sorprendida que todo lo anterior.

–Un gusto verte Alice, y a ti también Joy-fué lo último que escuché ya que me metieron en la camioneta, pero esa voz  era de la pelinegra, que por alguna razón aún no se como se llama .

Intentaba ver el camino a donde quiera que me estén llevando, pero era muy poco lo que podía ver, los dos gorilas tapaban más de la mitad de la ventana y el auto va muy rápido, por lo que se me dificultaba aún más la apreciación de la dirección.

El auto entró en un condominio, yo diría que es el más lujoso del país. La camioneta se detuvo frente a una expléndida mansión, que supuse era nuestro destino. Los guardaespaldas se bajaron y luego me bajaron a mi, unos segundos después ya no quedaba ningún rastro del auto.

La mansión es inmensa en toda la extensión de la palabra, paredes de ladrillo con ventanales de cristal  del suelo al techo, que supongo están polarizados, porque no puedo ver nada a través de ellos. El cesped perfectamente podado con farolas en el jardín, esto deberá ser extremadamente romántico en las noches. Un muro de aproximadamente dos metros de altura con otro metro más de reja sobre este cubrían toda la extensión de la mansión. Si tuviera que describirla con una sola palabra sería «imponente», igual que su dueña.

Nos abrimos paso a través del sendero de piedra que había en el jardín y pude ver el BMW deportivo i8 negro en el que la pelinegra había salido, al parecer llegó primero que nosotros.
Entramos a la casa y es tan hermosa por dentro como por fuera, todo los aparatos electrónicos que se podían ver desde la sala son de último modelo y las decoraciones extremadamente caras.

Ella estaba parada mirando por la ventana, se giró en nuestra dirección.

–¿Cómo fue el traslado?-le preguntó a los hombres que aún me sostenían sin quitar su semblante serio.

–Extrañamente no se quejó ni una sola vez.

–¿Por qué actuaste así?-se dirigió hacia mi.

–Porque no sirve de nada llorar o intentar pelear, de todas formas saldría perdiendo-hablé segura.

–Eres muy inteligente preciosa-dijo sujetándome del mentón y elevándolo un poco para que la viera a los ojos, tenemos prácticamente la misma estatura–me serás de mucha utilidad.

–No pienso trabajar para ti-alegué.

–Eso ya lo veremos.

Catty glance (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora