Capítulo Ocho

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Al terminar de ponerme mi chaqueta rosa pastel sobre mi camisa blanca con pequeños puntitos rosas, un pantalón blanco y unos tenis blanco con rosa a juego, me pare enfrente del espejo con una gran sonrisa. Tomé la corona de flores y la puse delicadamente sobre mi cabello recién peinado, la ajuste con unos pasadores y me puse solo un poco de fragancia, aunque no era una fragancia normal, esta fragancia resaltaba el olor natural, haciéndome oler más a melón con un toque de gardenias.

-¡Chim chim bonito!
-¿Te parece que estoy bonito?

El pequeño asintió, aún sentado en la cama mientras tenía sus manitas en medio de sus piernas.

-Vamos abajo, mamá debe de estar esperándolos para comer

Tome su mano para salir del cuarto, toque la puerta de las gemelas quienes salieron corriendo mientras jugaban.

-¡No corran en las escaleras!- se escucho el grito de mi madre.

Por último fui al cuarto de Chae, al abrirlo la vi sin playera y con su teléfono en la mano.

-¡Maldición Jimin! ¿Por qué no tocas?

Suspiré y le dije a jiji que bajara las escaleras como le había enseñado: sentado bajando escalón por escalón.

-Chae... Dime que no hacías lo que creo...
-¿Que te importa?

¿Desde cuando se había vuelto así? Entre al cuarto y cerré la puerta detrás de mi para sentarme en su cama.

-¿A quién la enviaste?
-A nadie
-¿Te tomas ese tipo de fotos sólo para tenerlas en tu teléfono?
-A un chico...
-¿Por qué?
-Me dijo que sí quería estar con él debía de mandarle fotos...
-Ay Chae... Estas muy pequeña... Además, cualquier chico Idiota que te pida ese tipo de fotos no te merece... Si te quiere será por lo que hay aquí- toque su pecho, en donde estaba su corazón- Y aquí- ahora toque su frente, refiriéndome a su cerebro- No sólo por tu cuerpo... Piensa las cosas mejor

Me levante y camine hacia la puerta para salir del cuarto, pero sentí sus brazos rodear mi cuerpo por detrás.

-Te ves muy bonito

Me gire para abrazarla también, poniendo mi mejilla en su cabeza.

-Gracias... ¿Vamos abajo?

Ella asintió y ambos salimos para ir abajo. En cuanto sonó el timbre de mi casa me despedí de todos y al abrir la puerta me lance a los brazos de aquel alfa.

-¿Se puede extrañar a alguien tanto como yo lo hice estos días?
-Apuesto a qué yo te extrañe más

Dijo mientras hundía su nariz en mi cuello, una acción que me encantaba.

-Te ves hermoso omega
-Gracias- dije un poco sonrojado- ¿A dónde iremos?
-Es una sorpresa
-Sabes que soy pésimo para esperar por las sorpresas...
-Tendrás que hacerlo, está vez no te daré pistas

Cerré la puerta de mi casa y comenzamos a caminar.

-¿Sabes? He estado pensando en comprarme un auto, así no tendríamos que caminar tanto
-Ay no Yoonie, me encanta caminar a tu lado

Dije con una muy grande sonrisa. Después de caminar unos cuantos minutos llegamos a un parque, así que cuando entramos el me guió completamente hasta llegar a una pequeña manta que estaba en el piso, con algunos pétalos de rosas rojas y una canasta la cual de seguro tenía la comida.

-Ay que bonito...
-Vamos

Puso su mano en mi espalda y me dirigió hasta que ambos estuvimos sentados sobre aquella manta.

-Se que te encantan los panquesitos de chocolate, así que hice mi mejor esfuerzo

Saco de la canasta una caja de cristal decorada con papel rosa, adentro habían dos panques de chocolate con chispitas de corazones de color rosa, rojo y blanco

-Ay Yoonie... No sabes cuanto te amo

Me acerque a él a darle un beso en los labios, luego abrí la caja y tome uno para darle una mordida, cerrando mis ojos mientras masticaba.

-Mmm... Son los mejores que haya probado en la vida... El chocolate amargo es mi perdición
-También lo sabía- rió un poco, mostrando sus hermosas encías rosas, yo solo sonreí mientras masticaba
-¿Que más hay ahí?
-Bueno, hay un poco de fruta picada... Unos sandwiches sin mayonesa, como te gustan y... Dos juguitos

Saco dos botellitas de juguito.

-Awww, que tierno

Lo ayude a acomodar todo en la manta, guarde el panque para otro día y tome una fresa cortada.

-Están muy buenas
-Compre las más frescas que habían, oh, por cierto, tengo otra cosa para ti

Volvió a abrir la canasta y sacó dos rosas blancas, las cuales me entregó y yo recibí.

-Se supone que se tiene que dar una rosa por regalo, pero se me olvido darte la rosa con el regalo anterior- sonrió un poco tímido
-¿Y eso para que?
-Bueno, le pregunté a mi abuelo como había cortejado a mi abuela, así que él me dijo que su mamá le platico que ella para conquistar a su mami le dio una rosa blanca por cada regalo que le dio durante el cortejo, mi bisabuela guardo todas las rosas que su alfa le había dado, y cuando terminó el cortejo, dicen que la tradición era ver al alfa que cortejaba al omega, si aceptabas salir con el debías devolverle las rosas, pero si no aceptabas debías tirarlas y pisarlas
-Auch
-Si, lo sé, un tanto cruel

Puse las rosas a mi lado, justo al lado de los panques de chocolate.

-Bueno, intentaré mantener las rosas en buenas condiciones
-Oh, no te preocupes, no importa si se marchitan, el caso es guardarlas todas

Me dijo con una sonrisa la cual yo le devolví. Comenzamos a comer después de algunas pláticas, con Min la mayoría del tiempo habían risas ya que el hacía cualquier cosa por verme reír, cuando terminamos nos levantamos y caminamos a los columpios, el me ayudó a columpiarme, pero después de un tiempo decidí que sería bueno bajar. Me volví a acostar en la manta que estaba en el pasto y el se acostó a mi lado, entrelazando nuestras manos.

-Quisiera darte algo de vuelta...
-Oh no, sabes que no lo permitiré, estamos en cortejo, no necesitas darme nada a cambio
-Quiero... Quiero dar el siguiente paso
-¿Cuál es el siguiente paso? ¿Ser una pareja oficial?

Yo negué mientras mordía mis labios un tanto nervioso.

-¿Entonces?
-El otro paso que dan las parejas
-¿El otro paso?

Yo asentí y me subí en el a horcajadas, poniendo una pierna a cada lado de su cuerpo, pero no recibí respuesta de él, ¿Estaba haciendo algo mal?

Herederos Por Obligación {Yoonmin// Omegaverse} (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora