Hijo de la luna

2.9K 214 57
                                    

Parece que la vida me sonreía de nuevo.

Amelia y yo, contra todo pronóstico, íbamos a darnos otra oportunidad y a luchar por lo nuestro. Mi abuelo se había despertado demostrando su fortaleza y sus ganas de vivir aunque los médicos nos dejaran muy claro que era posible que eso no pasara. Posiblemente pedir algo más me resultaría pretencioso, pero si lo hiciera, sería que la noticia que me tenía que contar Amelia no volviese a poner en peligro lo nuestro.

Le dije a María con una mirada que enseguida iba a la habitación, que me dejara unos segundos a solas con mi chica.

- Amelia – dije – me cuentas esta noche eso tan importante ¿vale? ahora es mejor que te vayas. No quiero que mi madre te vea y pueda estropear todo esto ¿eh? – dejé un beso suave en sus labios y tuve que repetir el gesto para creérmelo – me parece mentira que otra vez podamos estar así

- A mí también – suspiró en una sonrisa mientras pegaba su frente a la mía - ¿Nos vemos esta noche entonces?

- Claro – volví a besarla, pero esta vez con más ahínco mientras sujetaba sus mejillas - nos vemos en el libertad a las nueve ¿te parece?

- Me parece – asintió – dale un abrazo a tú abuelo de mi parte

- Lo haré, y le diré en secreto que ha sido gracias a ti

- Luisita... - me reprendió con mejillas encendidas – anda, ve... no le hagas esperar más que estará deseando de verte

- Sí, ten cuidado

Corrí hasta la habitación y entré dando saltitos de emoción. Mi abuelo, al verme, se emocionó y me dedicó una sonrisa y yo fui directa a abrazarle sin importarme todos los aparatos que había de por medio

- Luisi, cuidado, no seas bruta – advirtió mi madre

- ¿Cómo está, Abuelo?

- Bien, charrita, bien... a este viejo cascarrabias no hay quien lo tumbe

- Ya veo, ya... - reí – tiene buena cara

- ¿Dónde está Amelia? – Preguntó él con total tranquilidad, yo me giré para mirar a mis padres, que fruncieron el ceño extrañados por la pregunta – le quiero dar las gracias por esa canción tan bonita que me ha cantado mientras estaba dormido

- ¿Qué dice padre? - Mi padre se burló de él y soltó una carcajada – anda, que es usted muy mayor ya para soñar con chavalitas

- Que yo no he soñado nada, Marce, que Amelia...

- Si abuelo, asintió mi hermana María dándole la mano. Amelia se ha tenido que ir, pero yo le doy las gracias de su parte – vi cómo le guiñó un ojo a mi abuelo y este lo entendió todo, luego se giró para hacer creer a mis padres que solo le estaba siguiéndole el juego - ¿ha dicho el médico cuando le da el alta?

- Pues me ha dicho a mí que esta misma tarde – explicó mi madre – que ahora solo tiene que descansar

- Y... - mi hermana se mordió el labio – ¿por descansar llamamos a una pequeña reunión musical en mi local? – María enseñó los dientes de una forma muy graciosa para encontrar la aprobación de mi familia

- A mí me encantaría – dijo mi abuelo con voz pastosa mirando a mi padre

- Pero padre ¿Cómo va a querer ir a una fiesta?

- Una pequeña reunión... - corrigió mi hermana – estaríamos solo nosotros para celebrar su recuperación

De repente yo caí en algo y abrí los ojos como platos

Ella. Luimelia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora