Capítulo 3

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Irina

Al fin nos acercamos al pueblo, lo veo a lo lejos. Estoy cansada y me duelen las piernas. Ofrecí ir en mi dragón, pero Fared se negó, dice que llama mucho la atención. Ni siquiera un caballo ni un camello quiso llevar, pero bueno, ya no importa ¡Ya estamos cerca! De la primera parada o eso creo.

—Vamos a parar, ¿cierto? —pregunto nerviosa pero no me responde—. Hablar contigo es como hablar con una pared. —Hago puchero luego de quejarme.

Sonríe.

—¿No tienes amigos? ¿Por qué no vuelves con ellos? —pregunta pero creo que es una burla—. ¿Sabes? Me gusta estar solo —confiesa—. No hay niñas escandalosas rompiéndome los tímpanos.

Presiono los puños, también mis dientes. Este chico saca lo peor de mí, y yo no soy una persona que se enfada.

Suspiro y bajo la vista.

—¿Puedes dejar de ser tan gruñón? Cuando eras niño no eras tan malo, hasta hablábamos de tomates.

—¡Ja! Tomates —sigue burlándose.

Creo que se me ha puesto la cara toda roja, pero de la rabia.

—¡Eres un...! —Lo señalo.

Me interrumpe.

—Mm va llover —opina.

Veo el cielo nublado y dejo de estar enfadada, bajo mi mano despacio, ahora me encuentro roja otra vez, pero de la vergüenza.

Fui yo.

—Perdón.

—Disculpas innecesarias —dice tranquilo y sonrío.

—¿Vamos a parar? —insisto.

—Si llueve por tu culpa, seguramente.

Frunzo el ceño.

Estúpido.

Belleza del Cielo #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora