Capítulo 24

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Irina

Lloro y corro, pero no vuelvo a entrar al salón. Me doy cuenta que está lloviendo, veo gotitas en el suelo, otra cosa que hago mal, es mi culpa ¡Fuerza! Necesito animarme. Voy al jardín donde se encuentra Doru, está bastante lejos del patio en el que estaba con Fared. Abrazo a mi dragón, entonces me siento en el suelo, apoyando mi espalda en su gran abdomen, ya que está acostado. Gira su cuello para acercar su trompa, la cual me toca, así que río.

—Te quiero. —Lo abrazo. Hace un movimiento con su cabeza cerca de mí, demostrando cariño—. Estoy bien —le aviso y acaricio su trompa otra vez.

—Irina —oigo así que alzo la vista visualizando a Alisther—. Oh, no te levantes —dice cuando ve que me inclino.

—No, está bien —respondo al pararme, toco de nuevo a mi dragón para que se quede tranquilo y luego me acerco hasta el príncipe—. ¿Qué querías decirme? —Fuerzo una sonrisa, aunque no estoy de humor.

Toma mis manos y me sonrojo.

—Conmigo no tienes que fingir, te vi —me aclara.

Suelto sus dedos despacio, entonces retrocedo.

—Yo...

—Te estás mojando —me recuerda, así que me río.

—Tú también.

—Parece que el único seco es Doru —aclara el príncipe y el dragón alza la cabeza a mirarlo.

Tiene razón, ya que mi compañero, en donde se encuentra hay un techo.

Río de nuevo.

—Ya te aprendiste su nombre.

—Me parecía lo más correcto. —Me agarra una sola mano esta vez—. Ven, vamos bajo techo. —Me guía por un sendero, caminamos hasta un banco y nos sentamos allí.

Miro a mi dragón que nos observa tranquilo, entonces vuelvo mi vista hacia Alisther.

—Sobre lo que viste...

—No tienes que explicarme nada, estabas discutiendo con... Fared, creo que se llama así, ¿no? —me consulta y asiento, entonces se ríe—. Siento acordarme más el nombre de tu dragón que el de tu amigo, acompañante o lo que sean.

Me pongo nerviosa.

—¿Qué quieres decir con eso?

—No sé, por esa razón me expreso así, no tengo idea de qué tipo de vínculo hay entre ustedes.

—¡Ah! —Reacciono—. Perdón, pensé otra cosa —digo avergonzada.

—No creo que hayas pensado mal, de hecho sí se me cruzo por la cabeza que hay algo entre ustedes, pero con sinceridad solo intenté ignorarlo.

—Oh.

—Irina. —Toca mi barbilla—. No me gusta verte llorar, si pudiera hacer algo para reconfortarte, cualquier cosa...

—No, no es necesario. —Bajo la vista y me suelta—. Es solo que... —Suspiro—. Creí que era buena animando a la gente, pero Fared es muy terco. —Hago puchero.

—A veces las personas queremos estar solas, sin embargo no creo que no te haya escuchado, solo, lo que le hayas dicho, primero debe procesarlo, no estés triste por eso.

—¿Tú crees? —Vuelvo a mirarlo.

Asiente regalándome una sonrisa.

—Totalmente.

Sonrío también.

—Gracias.

—No hay de qué. —Siento su dedo pulgar acariciando mi mano, la cual no ha dejado de sostener.

—Alisther...

Posa un dedo en mi boca.

—Shh.

Lo desciende despacio, respiro agitada cuando veo que acerca su rostro con la misma lentitud, sus labios se posan sobre los míos y siento mis mejillas arder.

Es un beso tierno y suave.

¿Seré estúpida? ¿Por qué estoy pensando en el beso intenso que me dio Fared?

Alisther parece el hombre de mis sueños, alguien tan guapo y caballeroso, como mis fantasías.

Y sin embargo, yo solo puedo pensar en otro, el cual es todo lo contrario a mis deseos de siempre.

Fared

El principito e Irina se están besando. Es entonces cuando me digo, bien ahí imbécil, lo conseguiste, y también duele como si fuera un idiota.

Miro mi mano, la palma se moja, me he empapado. Vine a verla, porque soy un completo desastre emocional cuando se trata de ella. Aunque me alegra, prefiero que sea el principito que se meta en esto en vez de yo. Quizás lo arruinaba más de lo que ya lo había hecho.

Suspiro.

Duele.

Tiene razón.

Debería estar de mi lado.

Pero no puedo.

Es triste saber que no puedo aceptarme así de fácil. Es más sencillo creer lo que me metieron en la cabeza durante años. Me conozco lo suficiente como para estar seguro de que voy a arruinarlo todo. Yo destruyo todo.

Soy un monstruo y eso no va a cambiar nunca.

Belleza del Cielo #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora