Kael
Se me parte la cabeza, abro los ojos a pesar del dolor y me siento al costado de la cama para no despertar a Jaelyne. Observo como una niebla espesa recorre el suelo de los aposentos, entonces quedo perplejo ¿Qué rayos? Mis visiones cada vez están peor.
La sensación fea crece, alzo la vista al espejo. Siento una tensión en el cuerpo, hasta ganas de vomitar, pero me levanto, así que me acerco hasta allí. Veo mi reflejo, la niebla lo rodea, aproximo mi mano a tocarlo.
—Desgracia. —Oigo a mi madre a mi costado y la veo—. Desgracia —repite.
—¿Es lo único que sabes decir? —Enarco una ceja.
—No lo hagas, te lo suplico.
—¿El qué? —Estoy cada vez más confundido.
—No te lo estoy pidiendo a ti.
Me estremezco cuando una mano sale del espejo y toma mi brazo.
—¡¡No!! —chilla mi madre y desaparece.
—Un Oráculo —dice mi reflejo—. Justo lo que necesito.
Su iris se vuelve color carmesí, abandonando mi azul en el espejo.
—¿Qué eres? —expreso atónito.
—Soy Morket, el dios de la tinieblas, permíteme —expresa como pidiendo un favor y de la nada desaparece al igual que mi madre.
El espejo está vacío, no tengo un reflejo en donde verme, pero la niebla ya no está, es como si nunca hubiera rodeado la habitación.
La fea sensación desaparece, aunque me ha dejado marca en el brazo. Bajo la manga de mi ropa aún confundido. Un escalofrío se recorre en mí cuando oigo las sábanas de la cama moverse, como un cosquilleo agradable.
—Kael —me llama Jacky—. ¿Qué haces despierto? Es tarde.
Su voz, como si no la oyera desde hace mucho tiempo, me hace girar a verla.
Es una reacción muy confusa, entonces le sonrío.
—Te extrañé. —No tengo idea de por qué dije eso.
Se ríe.
—¿En serio? —se burla de lo que acabo de expresar.
Camino hasta la cama y entro lo más tranquilo, me le acerco, entonces la abrazo.
—Hueles rico, justo como lo recordaba.
—Creo que no te está haciendo bien dormir en camas distintas. Ya deja tus cosas de vidente por un momento.
—¿Crees que sea eso? —pregunto confundido.
—Y... —Duda y se ríe—. Un poco raro estás, por todo el tema del don de tu madre, pero creo que ya me estoy acostumbrando. —Me regala una sonrisa.
—Es que ahora me siento un poco más extraño que estos últimos días.
—¿Cómo qué? —Enarca una ceja.
Me subo encima de repente.
—Quiero hacerte el amor —susurro cerca de su boca.
—¿Ahora? —Me observa confunda y vuelve a alzar una ceja—. Creí que habíamos hablado de esto.
—¿Hablar de qué?
—¿Es broma? —Frunce el ceño enfadada—. ¡Del bebé, imbécil! —Me pega—. No me hagas nombrarlo, que nadie se tiene que enterar, sino Rebecca se preocupará, por ser inconsciente y venir hasta aquí embarazada.
Quedo pensativo. Sí, yo sé sobre esto, ¿pero por qué mi cerebro está desconcertado? Me encuentro demasiado confundido.
Es como si algo dentro de mí se acabara de enterar y no soy yo.
¿Qué pasó en el espejo?
Yo no lo recuerdo.
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Belleza del Cielo #3
خيال (فانتازيا)"Una promesa, una última respuesta". Saga Bellezas. *Por Viviana Valeria V.