Fuego.
En todos lados. Donde mirara había fuego. Brillante y caliente.
Cierro los ojos y escucho gritos.
Gritos agonizantes que piden ayuda, también están pidiendo por favor, también me están diciendo que me aman y también se están disculpando.
Reconozco esa voz, ¿cómo no voy a hacerlo?
Me desespero por encontrar una salida, pero no lo logro.
Verás, el fuego es tan intenso que siento que esta sobre mi, que viene de mi, que yo soy un fuego y al mismo tiempo soy el fuego que me rodea.
Los gritos cesan, el fuego ya no tiene sonido. Ya no escucho nada, nada de nada.
El silencio es tan fuerte que siento que voy a quedar sorda. Me cubro mis oídos y comienzo a gritar.
Sé que estoy gritando porque mi pecho duele y siento que se me desgarra la garganta, siento como mi cabeza esta a punto de explotar pero sin embargo no escucho mi voz.
¿Cómo es posible?
Abro los ojos y ya no hay más fuego.
La habitación dejó de ser naranja y roja y ahora es azulada y gris.
Comienzo a caminar por unos pasillos que son demasiado familiares pero al mismo tiempo irreconocibles, y veo un par de ojos.
Ojos que conozco, los primeros ojos que ví; pero hay algo distinto.
Ya no cantan más, ya no abrazan más, ya no brillan más.
Me doy cuenta de todo y me duele; siento como la mecha en mi interior se está consumiendo con cada bocanada de aire desesperado que doy.
Y justo cuando estoy por explotar,
termina.
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Beyond The Ruins
Fantasy"No one expected an angel to set the world on fire" - La ciudad de Monde Land era mas famosa por tres cosas: la primera era que el 80% de su población consistía en viejos empresarios con dinero de sobra en busca de una casa vacacional en las bellas...