23 - Cuarto Menguante
No he dejado mi casa en casi una semana. Había decidido seguir con mis clases de forma online, porque verdaderamente no podía ni siquiera salir de mi cama.
Aquel fastidioso libro había vuelto a su lugar usual en mi estantería y podía jurar que tenía ojos; ojos que me juzgaban por no leerlo.
Así es, el libro llevaba abierto por casi una semana pero no me he atrevido a leerlo. Lo cual es bastante irónico si lo piensas; llevo tratando de abrirlo por un mes y ahora que lo he conseguido, no lo leo.
Puedo decir con firmeza que es culpa del contexto. Cuando me imaginé el momento en el que el libro me mostrara sus páginas, no me lo imaginé que fuera a través de las manos de alguien, o algo, que produjera fuego. O quizás sí lo imagine, pero de una forma muy retórica y lejana.
Aquella escena estaba atascada en mi mente y la reproducía en cada momento que mi cerebro no estaba ocupado con algo más. Y fue peor cuando me acordé de aquel hombre en el granero de Rex, que de alguna forma le atinó a la escena.
El libro en llamas en unas manos negras.
Pensar que yo creía que este maldito libro iba a traerme las respuestas; pero solamente me ha traído estrés, pánico y aun mas preguntas que antes.
Oliver casi no me ha hablado en toda la semana y me pregunto si Luke le habrá contado algo. Supondría que no, ya que el rubio parece una persona bastante reservada. Pero después no se por que otra razon Oli ha estado desaparecido.
Unos leves golpes en mi puerta me sacaron de mi concurso de miradas con el libro frente a mi.
—¿Max? Te traje comida. — era Ivy
—Pasa.
La rizada abre la puerta y me sonríe. La bandeja en sus manos cargaba un tazón humeante. La coloca sobre mi falda y se sienta a mi costado.
Era la cuarta vez en la semana que Ivy me traía comida. Ella podía notar que algo estaba ocurriendo conmigo, a diferencia de mi padre que estaba completamente ajeno a la situación.
—Sabes, puedes contarme lo que sea...
—Lo sé, —le sonrió, ya lo había mencionado antes y desearía que dejara de hacerlo. Me hacía sentir terrible tener a alguien tan genial y solidaria como ella y no poder contarle.
Ivy mira a su falda con un leve tinte de decepción en sus ojos, ya que sabía que estaba esperando una respuesta de mi parte que no iba a llegar. Pero aunque deseara con toda mi alma poder confiar en ella, no podía hacerle eso; no podía arrastrarla a este agujero aterrador y misterioso que ni yo entendía.
—Esta sopa está deliciosa. — habló luego de tomar un sorbo, en un intento de desviar la conversación a un tema no tan gris.
—Gracias. — me sonríe apenas.
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Beyond The Ruins
Fantasi"No one expected an angel to set the world on fire" - La ciudad de Monde Land era mas famosa por tres cosas: la primera era que el 80% de su población consistía en viejos empresarios con dinero de sobra en busca de una casa vacacional en las bellas...