18 - Andro
Llevábamos manejando bastante tiempo. Reconocía que estábamos yendo montaña arriba por la vista de los árboles de pino y por la cantidad de curvas que tenía el camino.
Mientras más arriba de la montaña ibas, más grande se hacían las mansiones, significando que más rico eras; lo que me hace cuestionar quien era este supuesto conocido adinerado de Oliver.
El auto se detiene en frente de unas rejas negras que estaban entre medio de dos pilares enormes color hueso.
Luke baja su ventanilla al encontrarse con un portero y mira a Oliver, esperando que él se acerque a hablar.
—¿Quién es? — se escucha a través del alta voz.
—Soy Oliver. — Este hace una pausa, — Estoy con Max.
Silencio. — ¿Ella está bien?
Los ojos de mi amigo se posan en mi por breves segundos, reflejando en ellos la preocupación que le inundaba. — No.
En el mismo instante que aquella palabra deja los labios de Oli, las rejas se abren, dejando a la vista un camino de tierra rodeado de árboles.
Luke comienza a avanzar despacio nuevamente. La irregularidad de la tierra provocaba que mi cerebro se sacuda en mi cráneo y podría apostar que este ya era un licuado; o por lo menos así se sentía.
A lo lejos comenzamos a ver una casa enorme color blanco y gris. La casa parecía consistir en varios cubos o prismas rectangulares apilados en diferentes lados, decorados con ventanales enormes en algunos sectores, proporcionado un aspecto hiper moderno a la mansión.
—¿Quién vive aquí? — pregunta Luke lo mismo que tenía yo en mi mente; con la diferencia que él lo hizo en un tono mucho más asqueado del que yo hubiera utilizado.
Oliver hace caso omiso a la pregunta del rubio y se baja del auto una vez que esta frenado en la entrada. Mis ojos lo siguen y ven que comienza a hablar con un hombre que está parado en la puerta de la gran casa.
—Ven aquí. — Luke abre mi puerta y me tiende la mano.
—Estoy tan cansada. — murmuro una vez fuera del auto, sosteniéndome con fuerza de su remera.
—Lo sé... — me dedica una sonrisa débil.
En un breve momento, mis ojos capturan mi reflejo en la ventana del auto. Lucía fatal; mis labios estaban morados y partidos, y resaltaban demasiado contra la palidez de mi piel, al igual que las ojeras profundas que se habían formado bajo mis ojos cansados.
Aquella vista me provocaban ganas de llorar, y estaba a punto de hacerlo, pero Luke comienza a caminar con migo. Alejándome de aquel reflejo tormentoso de mi misma.
Cuando nos reunimos con Oli y el otro hombre, puedo percibir un sentido de familiaridad por parte de aquel extraño. No podía descifrar muy bien de donde lo reconocía, pero aquellos ojos celestes ya los había visto en algún lado.
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Beyond The Ruins
Fantasy"No one expected an angel to set the world on fire" - La ciudad de Monde Land era mas famosa por tres cosas: la primera era que el 80% de su población consistía en viejos empresarios con dinero de sobra en busca de una casa vacacional en las bellas...