Capítulo 24

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24 - Relaciones

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24 - Relaciones

Mi mente aun no se decidía si esto era una buena idea o no mientras me tambaleaba sobre mis talones en la puerta de la casa de Oliver.

Cada vez que me convencia que esta era la peor idea del mundo y me daba la vuelta, escuchaba algún sonido proveniente de la oscuridad que me ponía los pelos de punta y me traía de vuelta a donde estoy ahora.

Y a pesar de que llevo aproximadamente veinte minutos parada aquí, aún no he tocado el timbre.

Estoy a punto de volver hacia mi casa bajo la excusa de que no soy lo suficientemente valiente como para enfrentarme a Luke, o a Dominic, cuando la puerta se abre.

—Oh, Hola Max. — Kaz me dedica una media sonrisa. Su cabello largo, negro y ondulado enmarcaba su rostro palido.

—Hola. — respondo tímidamente. Sabía que Kaz era una persona amable bajo aquella fachada intimidante, pero aún así me sentía cohibida ante su presencia.

—¿Ibas a entrar? — se hace a un lado en el umbral de la puerta, dejándome ver el interior de la casa.

Ya no era aquel lugar sombrío que había presenciado la otra vez; ahora había vuelto a su estado común y ordinario.

—¿Está Oliver?

Kaz levanta su mentón en el aire y entrecierra los ojos, su mirada fija en algún punto de la nada. —Si, está en su habitación. — suelta luego como si nada, regresando a su expresión natural.

—Gracias. — le respondo un tanto extrañada con aquel comportamiento y me adentro en la casa.

Ella se despide de mí y cierra la puerta en mis espaldas, dejándome varada en el centro del recibidor. El silencio de la casa me envolvía pero no de una forma escalofriante, lo cual me proporcionaba un poco de tranquilidad.

Hago mi camino escaleras arriba y me encuentro con todas las puertas cerradas, como era de costumbre. Parecía haber gente en casi todas las habitaciones ya que podía ver como la luz se escapaba debajo de la puerta.

Me acerco a la que recordaba como la habitación de Oliver y hago tres toques. Cuando escucho su aprobación, la abro y me encuentro con él leyendo un libro en su cama.

—Max. — suelta y se reincorpora, dejando el escrito a un lado. —No sabía que venías.

—¿Cómo ibas a saberlo si no me hablas nunca? — le pregunto con una nueva actitud encontrada que no planeaba en utilizar.

Pero no podía evitarlo; todos los días que estuve enojada con Oliver por alejarse de mí simplemente me traía demasiados recuerdos que me envenenaba el cerebro.

—Lo siento, estuve medio ocupado con la universidad. — me dice rascándose la nuca.

Automáticamente mi mirada se dispara a la pizarra de corcho donde recordaba haber visto información sobre universidades, pero ahora aquella pizarra está vacía.

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