Zhatfiel se había puesto bastante histérico y había sugerido que el cuarto de descanso del hospital no era el mejor lugar para hablar de algo tan delicado, podría oírlos alguien y en el mejor de los casos pensar que estaban locos.
Así que empezaron a salir del hospital, el rubio se había excusado con el jefe de enfermeros diciendo que había surgido un problema familiar, mientras que Laila y Behemoth lo esperaban dentro de Chely. Laila tamborileaba con el dedo índice el volante mientras no despegaba la vista de la puerta del hospital.
Behemoth había revisado la guantera y mientras revolvía la cosas de su interior encontró los viejos lentes de sol tipo aviador de el padre de Laila, los tomó entre sus manos y los observó, frunció los labios por un momento mientras analizaba los lentes y les daba vueltas, luego finalmente se los puso, se miró en el retrovisor y se recostó del asiento con los brazos cruzados.
— Así está mejor, el sol está matándome— mencionó relajado.
Laila lo miró extrañada y prefirió ignorar el hecho de que había tomado los lentes de la guantera sin permiso y siguió mirando la entrada. No había entendido muy bien lo que había dicho el rubio ¿Cómo alguien podría controlar sus sueños? ¿Lo habrán hecho siempre? Pero no pudo preguntar nada porque ambos chicos habían coincidido en que no debían hablar allí y la verdad a Laila le picaba la curiosidad y la ansiedad de que alguien pudiera meterse en su mente con tanta facilidad ¿Había manera de pararlo? Si la había tendría que hacerlo, pero perdería toda pista de Ariel ¿O podría ser una trama? No lo sabía, en ese preciso instante no sabía con claridad que debía hacer.
— Laila ¿podrías calmarte, por favor? — le pidió el pelinegro enrollando los dedos al rededor de su muñeca y parando así el tintineo que causaba al chocar sus uñas contra el volante, Laila miró boquiabierta primero el agarre firme de su mano y luego lo miró a la cara ¿Qué prendía él pidiéndole que se calmara? Cómo si fuera tan fácil, no era una situación normal, no podía solo calmarse y ya, respirar y ya.
No es algo de todos los días que te digan que alguien controla tus sueños y el hecho de que Behemoth se lo dijera como si no fueran nada la hizo sentirse muy malhumorada, podía entender que para él nada de eso parecía estar fuera de lo normal, pero para Laila al parecer cada día las cosas se iban a volver más complejas de lo que esperaba ¿Qué más tendrían saber? ¿ Los pegasos eran reales? O mejor los vampiros eran reales, las hada, todos esos cuentos de niños lo eran.
Laila cerró el puño y jaló su mano con fuerza soltandola del agarre de el pelinegro. Su piel era tan blanca que le habían quedado las marcas de sus dedos al rededor de su muñeca en un rojo leve, se paso los dedos sobre las marcas de los de él, sin dejar de mirarlo fijamente.
— Puedo soportar que no me quieran contar toda la verdad, incluso soportaría que solo me utilzaran para obtener información. Pero jamás aceptaré que me traten como a una niña y mucho menos me pidas que me calma ¿En serio crees que es normal todo esto? Pues te contesto, no, no lo es en lo absoluto. Tengo derecho a estar nerviosa, alguien se está metiendo en mí cabeza y está controlando mis malditos sueños, está en mí maldita cabeza, Behemoth un lugar que debería ser privado. — le dijo ella con rabia— No puedo solo calmarme y ya como si fuera un problema cotidiano y te voy a pedir, que ni de te ocurra volver a tocarme de esa manera— sentenció.
— Por eso te dije que no me parecía la mejor idea que te involucraras en todo esto, tu mente humana no puede procesar lo grande que es este asunto. No te estoy pidiendo que tomes está información y la aceptes como si se tratara de algo común como la muerte de tu gato. Te estoy pidiendo que seas racional, si te dejas llevar por tus emociones no vamos a poder encontrarla —le dijo en un susurro calmado. El pelinegro le sostuvo la mirada.
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PECCATUM
Teen FictionUn pequeño secreto por años oculto debía estar. Una pequeña niña de cabello rojizo escondida en el mundo humano se quedará. Más a salvo no se encuentra ya. Un ángel y un demonio la han de ayudar a encontrar al ángel y revelar la verdad. Más sin emba...